ESTRENOS DE LA SEMANA

Jesús Ponce: "Ver la enfermedad genera malestar"

El director sevillano denuncia las graves carencias del sistema de dependencia en 'Todo saldrá bien'

Jesus Ponce

Jesus Ponce / periodico

BEATRIZ MARTÍNEZ / MADRID

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En 'Todo saldrá bien', Jesús Ponce (Sevilla, 1971) vuelve a poner el dedo en la llaga denunciando las dificultades que atraviesan las familias con algún miembro enfermo que no reciben ningún tipo de prestación social.

La película gira en torno a dos hermanas y a cómo su relación se ve afectada por la enfermedad prolongada de su progenitora. ¿Cómo surgió la idea? Fue hace 12 años, cuando se iban a quitar los 400 euros de ayuda a la dependencia domiciliaria. No lo pude rodar en ese momento, pero lo terrible es que la situación sigue sin solucionarse, a pesar de que se trata de un problema humanitario vital.

¿Por qué cree que sigue sin solucionarse? Porque los que pueden hacer algo pueden pagarse un seguro privado. Porque no tienen humanidad y no piensan en los demás. Han pasado cuatro gobiernos en 12 años y ninguno le ha puesto solución porque no les interesa este tema.

¿Qué tono quería darle a la película? Le quise dar un toque de suspense. Estábamos hablando de un tema muy serio, pero también quería que además de aportar valores, fuera cinematográficamente entretenido.

¿Tenía algún tipo de referencia a la hora de rodar? Quería hacer algo entre el Alfred Hitchchock de 'La soga' y los ambientes asfixiantes de 'Repulsión' pero con el regusto hispano de 'Furtivos'.

La película habla de temas como la muerte, la soledad, la frustración... Pero también de temas muy positivos. Del perdón, del cariño, de los vínculos familiares, de ayudar al necesitado... Es curioso que todo el mundo se quede con lo negativo. Pero dentro del lado oscuro siempre hay otro luminoso.

Cuando terminas de ver la película, es inevitable sentir un nudo en el estómago. Sí, porque ver la enfermedad genera malestar. También la muerte, porque es algo por lo que todos vamos a pasar.

En los últimos tiempos el cine español está condicionado por las cadenas de televisión. ¿Cómo se siente al hacer un cine más pequeño, casi sin recursos pero con más libertad creativa? En el cine español no hay término medio en la actualidad. O cine industrial, o cine indigente. No estoy en contra de las películas grandes, creo que generan riqueza para el sector. Pero cuando empecé hace 12 años, había un tamaño mediano de película que ha desaparecido por completo y que generaba mucho empleo y sueldos dignos. Ahora o la campaña de publicidad es más cara que la propia película, o directamente nadie cobra.

A usted siempre le han interesado los personajes marginales dentro de la sociedad o que han sufrido algún tipo de discriminación. Pertenezco a una generación de cine andaluz cuyos miembros (Alberto Rodríguez, Chiqui Carabante, Santi Amodeo o Benito Zambrano) intentamos hacer un cine naturalista en el que el foco de atención no se encontraba en las urbes, sino en los barrios donde nos habíamos criado. Y resulta que el público conectaba con lo que contábamos. Y creo que lo sigue haciendo, aunque vuelve a ser más difícil de encontrar.