El festival In-Edit apuesta por las historias humanas

El programa de este año del festival de cine y documental musical incluye cintas sobre Nirvana, James Brown, Sparks, Rumba 3 y el festival heavy Wacked

'We like it like that. The history of latin boogaloo'. El vibrante y efímero reinado del bugalú, género ideado por latinos ya nacidos en Nueva York, entre el mambo y la salsa.

'We like it like that. The history of latin boogaloo'. El vibrante y efímero reinado del bugalú, género ideado por latinos ya nacidos en Nueva York, entre el mambo y la salsa.

NANDO CRUZ / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El festival de Cine y Documental Musical In-Edit inicia este jueves una nueva edición, la número 13, con el estreno de Daft Punk: Unchained, una cinta sobre el enmascarado dúo de música electrónica producida desde la cadena francesa de Canal +. No son las únicas máscaras que presenta el In-Edit ya que los misteriosos The Residents son objeto del documental Theory of obscurity, mientras Orion: the man who would be king narra la historia de un cantante coetáneo de Elvis Presley y con una voz idéntica, pero que, a falta de éxito propio, acabó actuando con máscara y alimentando el equívoco de si era o no era Elvis.

Un año más, la variedad está garantizada en el In-Edit. Grupos de fama universal como Backstreet Boys comparten cartel con artistas de culto como Sparks. Y documentales sobre el festival de heavy Wacken Open Air rivalizan en interés con otros sobre el sintetizador Roland 808. Y, un año más, The Jam The Who tienen su documental. Los primeros, el canónico About the young idea. Los segundos, el más interesante Lambert & Stamp, centrado en las figuras de sus primeros mánagers, dos tipos cuyo objetivo era convertirse en cineastas y ficharon a The Who solo para tener a un grupo al que filmar.

Como en cualquier festival, los nombres propios son un inequívoco anzuelo. Y en esta edición vuelve a haber cintas sobre los ya muy documentados Beatles, Nirvana, Janis Joplin, James Brown Nina Simone. También se estrenan otras sobre Adam Ant, The Damned, Mavis Staples, John Cage y Yehudi Menuhin. Pero más que nombres, lo que persigue el In-Edit son historias. Historias únicas que ayuden a explorar la condución humana a través de la música. Historias como la que enfrentó a dos miembros del trío The Fugees por la presidencia de Haití en Sweet Micky for President. Historias como la de Tchindas, popular trans de Cabo Verde y motor del carnaval de la isla. Historias como la de la familia Jones, un grupo de gospel eléctrico que busca triunfar en el show business. O historias como las de Wilko Johnson Edwyn Collins, dos reputados músicos británicos que debieron enfrentarse a la muerte... y a la resurrección.

Ritmo y saber

Buena parte de los documentales el cartel están rodados pensando en los aficionados a cada género musical o artista; así es como el festival roza ya los 33.000 espectadores. Pero incluso quien se deje caer por las salasAribau Multicines Aribau Club de forma aleatoria puede caer rendido ante las historias que se proyectan. Un ejemplo: es imposible ver We like it like that. The story of latin boogaloo sin mover los pies. E incluso los ya introducidos en la material pueden quedar sorprendidos al descubrir que hubo un bugalú explícitamente posicionado contra la guerra del Vietnam. En el In-Edit convive el ritmo y el saber.

Cada año cuesta más encontrar piezas extraordinarias, historias inéditas o formas nuevas de narrar, pero casi cada documental aporta anécdotas e imágenes impagables. Y sólo en el In-Edit puedes descubrir que Marc Anthony fue alumno en la escuela del salsero Johnny Colon, percibir el dolor con el que el bajista de Nirvana dice «Kurt odiaba ser humillado, lo odiaba, lo odiaba», ver a Adam Ant convertido hoy en una mezcla de Jack Sparrow y Mario Vaquerizo y asistir a un cruel ajuste de cuentas entre los Backstreet Boys. Hay cintas que incluso abrirán el debate. ¿Se está intentando sugerir en Never turn your back on Sparks que para ser fan de los Sparks hay que ser un freak?

La sección nacional

Un efecto de la consolidación del festival In-Edit como plataforma de exhibición de documentales musicales pudiera haber sido el aumento en la cantidad y calidad de propuestas nacionales, pero este año no destaca por su cosecha. Era tan imprescindible documentar el legado del sello barcelonés G3G como lo era reivindicar la carrera de Dusminguet. También hay cintas sobre Rumba 3, Miguel Poveda y Bunbury, entre otras, pero la mayoría se conforman con documentar y reivindicar, sin buscar algo más. La gran excepción de este año es La muerte en La Alcarria.