Crítica de 'Vengadores: Infinity war': 'all stars' de superhéroes

Parece ser que los hermanos Russo han tomado las riendas de las últimas andanzas de los superhéroes Marvel en la pantalla, ya que además de dirigir el presente filme de Los Vengadores en plan all stars, son los responsables de Capitán América: El soldado de invierno Capitán América: El soldado de inviernoy Capitán América: Civil war, van a rodar la siguiente entrega de Los Vengadores y Joe realizó un episodio de la teleserie Agente Carter. Dominio lo tienen, y ya nadie parece acordarse de Joss Whedon, el hombre determinante en este renacimiento de Marvel en pantalla grande.

Dieciocho superhéroes, aunque algunos tengas poderes terrenales y otros puedan mover universos enteros, en riguroso orden de aparición: Thor, Hulk, Doctor Strange, Iron Man, Spider-man, los cinco integrantes de Guardianes de la Galaxia, Visión y Bruja Escarlata, Capitán América, Halcón, Viuda Negra, Máquina de Guerra, Black Panther y Bucky Warnes. ¿Cuál es el problema? Que ninguno tiene demasiada entidad por sí mismo más allá de lo que recordamos de ellos en anteriores películas y cómics.

'Vengadores: Infinity war', la gran orgía de Marvel

Así que el villano, Thanos, una criatura pétrea y digital que en versión original habla con la voz de Josh Brolin, se erige sin problemas en verdadera figura dramática de la función, con su maldad y sus contradicciones paterno-filiales, uno de los elementos del filme mejor trabajados.

La acción acontece en diversos escenarios espaciales, con una estética muy apocalíptica, pero todo converge hacia dos decorados, Wakanda, el país de Pantera Negra, y Titán, la morada destrozada de Thanos. Parte de los Vengadores lucha con criaturas malsanas en Wakanda. La otra parte se enfrenta al villano en una lucha desigual. El final queda muy abierto, dada la práctica habitual de Thanos, consistente en solucionar los problemas de superpoblación y escasez de alimentos en los planetas mediante un genocidio equitativo de sus habitantes. La continuación está ya en fase de posproducción.

Trágica, destructiva, dantesca y con muchas escenas de acción, lo que no impide un mínimo de diez situaciones o conversaciones en las que se impone una necesaria la distancia humorística, de las discusiones sobre atributos masculinos entre Thor y Quill o el hecho de que Drax se considere invisible, hasta que otro miembro de los Guardianes de la Galaxia compare a los poderosos Vengadores con… ¡Kevin Bacon!