LA CATEGORÍA MÁS DESCONOCIDA DE LOS GOYA

Los que solucionan problemas

Andrés Santana, director de producción de 'Nadie quiere la noche', junto a la directora de la película, Isabel Coixet.

Andrés Santana, director de producción de 'Nadie quiere la noche', junto a la directora de la película, Isabel Coixet. / periodico

OLGA PEREDA / MADRID

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Son los grandes desconocidos del cine. Pero sin ellos las películas no existirían. ¿Quiénes son los directores de producción? ¿Qué hacen? ¿Cómo trabajan? ¿Mandan mucho? ¿Poco? Complejas preguntas a las que intentan dar respuesta dos de los nominados este año al Goya a la mejor dirección de producción: Luis Fernández Lago ('Un día perfecto') y Andrés Santana ('Nadie quiere la noche'). Ambos son los "coordinadores generales" en sus respectivas películas, rodadas en inglés con estrellas internacionales como protagonistas y producidas por Mediapro.

Un director de producción es algo así como el director de un banco. O de un supermercado. "De nosotros depende mucha otra gente y lo que hacemos es que la oficina bancaria o el supermercado funcionen", comenta Santana, que a lo largo de su trayectoria profesional ha participado en unas 90 películas.

"ORGANIZAMOS TODO"

"Nosotros somos los que organizan todo lo que hay alrededor de un filme, desde las localizaciones exteriores hasta satisfacer las necesidades artísticas del equipo de dirección, incluyendo la contratación de actores", añade el responsable de producción de 'Un día perfecto', que resume su cargo una frase: "Solucionamos problemas. Nos pasamos varios años, todos los que lleva producir una película, solucionando los problemas de los demás".

Que el director de la película quiere una grúa para filmar una escena, ellos se la facilitan. Que el director artístico quiere un decorado especial, ellos lo hace posible. Que hay que rodar fuera de España, ellos los organizan. Un director de producción, entre otras muchas cosas, es el responsable de que un equipo no se salga del presupuesto marcado. "Eso no significa que seamos los malos de la película y que siempre estemos diciendo que tal o cual cosa no se puede hacer porque es muy cara. En esos casos, nuestra misión es ofrecer una solución alternativa y creativa", responde Fernández Lago, que el año pasado ya estuvo nominado al Goya por 'Mortadelo y Filemón contra Jimmy El Cachondo'.

"Mi manera de trabajar es codo a codo con el director", destaca Fernández Lago, que viajó a Bosnia con Fernando León de Aranoa para estudiar las opciones de rodar allí 'Un día perfecto'."Dos años antes de hacer la película, Fernando [con el que ha trabajado desde 'Princesas'] y yo viajamos a Bosnia. Después evaluamos pros y contras y llegamos a la conclusión de que la mejor opción era rodar en España, en Sierra Nevada, y en un hotel abandonado de Cuenca. Fue una decisión conjunta".

En el caso de la película de Coixet, Santana, además, ejerce como productor (hombre de negocios que busca el guion y la financiación de una película). "Miguel Barros, guionista con el que yo ya había trabajado en 'Blackthorn', me dijo que tenía un guion maravilloso. Me lo leí del tirón y a partir de ahí empezamos a pensar en quién lo podría dirigir. Isabel Coixet fue nuestra primera opción". Estuvieron cuatro años buscando en los mercados internacionales dinero suficiente para hacer el filme, coproducción entre Francia, España y Bulgaria que ha costado 6,5 millones de euros y que fue rodado en Noruega eno condiciones climatológicas extremas.

"DELEGAMOS MUCHO"

Una vez que el dinero está disponible y el proyecto esbozado, entra en escena el director de producción. "Lo controlamos todo. Pero, evidentemente, delegamos mucho. Tenemos personas que trabajan bajo nuestra batuta, como el jefe de localizaciones, el ayudante de contabilidad o el responsable de buscar hoteles. Supervisamos todo, incluidos los departamentos de vestuario y maquillaje", añade Santana, que lleva toda su vida dedicado al cine. La primera película en la que trabajó, como el becario que llevaba los cafés, fue 'La tonta del bote' (Juan de Orduña, 1970). Ha estado siete veces nominado al Goya como director de producción y consiguió el 'cabezón' con 'Blackthorn' y 'El rey pasmado'.