La investigación sobre el patrimonio fotográfico

'Centelles' que no lo son

Contactos del archivo Centelles, incluyendo algunos de Puig Farran, que conserva el CRAI / Biblioteca del Pavelló de la República (UB).

Contactos del archivo Centelles, incluyendo algunos de Puig Farran, que conserva el CRAI / Biblioteca del Pavelló de la República (UB).

ERNEST ALÓS
BARCELONA

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Que en el archivo del fotógrafo Agustí Centelles había alguna fotografía de las que no había sido autor era algo más o menos sabido: cuando sus hijos lo vendieron al Ministerio de Cultura hicieron constar que entre ellos había también reproducciones de fotos de otros colegas. Y en los últimos tiempos se habían ido detectando algunas que otras imágenes traspapeladas, atribuidas, por ejemplo, a Pau-Lluís Torrents. Sin embargo, la realidad va más allá. En el fondo depositado hoy en Salamanca hay también un número importante de negativos originales, unas cien al menos, varios centenares quizá, del colega y amigo de Centelles Joan Andreu Puig Farran (1904-1982), cuyo archivo se había dado por desaparecido.

Entre ellas están imágenes muy conocidas que se han publicado una y otra vez atribuidas incorrectamente a Centelles: el desfile de mayo de 1937, Macià el 11 de Setembre de 1933, el entierro del propio Macià, la expedición de Mallorca, parte del reportaje del retorno de Companys en marzo de 1936, el bombardeo de Granollers y los guardias civiles posando junto a un arsenal de fusiles incautados. «Pienso que reconocer la autoría de Puig Farran es una cuestión de honor», admite Octavi Centelles, uno de los dos hijos de Agustí Centelles.

Joaquín D. Gasca, representante de los intereses de los Centelles en los últimos años y responsable de varias de las exposiciones que se han celebrado en este periodo, explica que el vaciado exhaustivo de archivos y publicaciones de todo el mundo que ha emprendido en los últimos años le ha llevado por un lado a ampliar el número de fotografías conocidas de Centelles, algo que será evidente en una exposición que se inaugurará el próximo 22 de abril en Madrid, y al mismo tiempo a sostener que «errores sistemáticos de catalogación» y un proceso de escaneado que alteró el orden y el contenido del archivo ayudó a que se le atribuyeran fotografías de otros autores, entre ellas «al menos un centenar de placas y un número indeterminado de negativos que la viuda de Puig Farran entregó a Centelles».

REPRODUCCIONES Y AÑADIDOS / Aunque todas estas fotografías han sido publicadas sistemáticamente como obra de Centelles, en el propio registro autógrafo del archivo de Centelles figura qué imágenes eran reproducciones de otros autores (Gaspar, Maymó, los hermanos Mayo) y, además, como adenda, tras los archivos retornados de Francia constan como incorporados posteriormente reportajes que coinciden con las imágenes atribuidas ahora a Puig Farran. Y algunas de ellas debieron incorporarse antes de la muerte de este. Cuando en 1978 Centelles registró su obra, inscribiendo en el depósito legal dos carpetas con miles de imágenes en hojas de contactos, una de las cuales se conserva en la biblioteca del Pavelló de la República, incluyó entre ellos, por ejemplo, el reportaje de la expedición a Mallorca de Puig Farran (esos mismos días, Centelles estaba en el frente de Aragón).

Según el criterio de Joaquín D. Gasca, mientras que la compra e intercambio de fotografías para publicar en los medios de los que los fotógrafos eran corresponsales hacen, por ejemplo, que fotos indiscutiblemente de Centelles se publicaran en Madrid firmadas por Gonsahni o Torrents, como la de los guardias de asalto el 19 de julio, las firmas en la prensa de Barcelona son un indicativo fiable. Esto sería especialmente cierto, sostiene, en el diario Última hora, cuyos dos fotógrafos fijos eran Puig Farran y Centelles: «Última hora es muy escrupuloso con la autoría. Cuando son reportajes conjuntos los firman ambos, y cuando son de uno de ellos también consta».

«Es tan importante reconocer que Centelles era el fotógrafo más publicado y representado como que había otros fotógrafos muy buenos, como lo era Puig Farran», concluye Gasca. «No tengo ningún interés en hacer polémica, sino, al contrario, difundir a Centelles y reconocer a sus compañeros, sean Ramon Claret o Joan Andreu Puig Farran», añade Octavi Centelles, favorable a «depurar» el fondo de su padre. Su hermano, Sergi Centelles, apunta por su parte que no tiene «constancia fehaciente» de la autoría de Puig Farran, pero recuerda que, a diferencia de lo que sucedía con el resto de la profesión, su padre «tenía muy buen rollo con Badosa y Puig Farran, y se intercambiaban muchas fotos». En cuanto a las consecuencias económicas del reconocimiento de la autoría de este último (las fotografías atribuidas a Puig Farran forman parte de la venta del fondo Centelles por 700.000 euros al Ministerio de Cultura), todo queda pendiente de la localización de sus descendientes.