Buenafuente afila sus dardos para la gala de los Goya

El Teatro Real de Madrid abre de madrugada. Lo está haciendo desde hace varios días. El motivo: los agotadores ensayos de la gala de los premios Goya, que se entregan este domingo y que vienen cargados con kilos de morbo (no precisamente cinéfilo) tras el circo que generó el anuncio de dimisión del presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia. El bilbaíno está enfrentado con la ministra de Cultura después de que esta llegara a un consenso exclusivamente parlamentario para aprobar la ley antidescargas. Consciente del panorama, el maestro de ceremonias de los Goya, Andreu Buenafuente, disparará dardos desde el escenario. Algunos de ellos se dirigirán a la titular de Cultura, Ángeles González-Sinde. ¿Habrá muchas pullas? La respuesta, intrigante, la ofrecen fuentes cercanas a la organización de la gala: "Serán menos de las que esperan los periodistas, pero más de las que espera la ministra".

Conocedora del volcán cómico que es capaz de generar un maestro del humor como Buenafuente, la también cineasta Ángeles González-Sinde anuncia que sabrá encajar con humor los chistes. Lo hará, efectivamente, desde el patio de butacas del Teatro Real, donde se sentará muy cerca de Álex de la Iglesia.

La gala encierra dos secretos muy difíciles de desvelar antes del domingo. Uno: el discurso del todavía presidente de la Academia de Cine. En condiciones normales, se trataría de unas palabras sin pena ni gloria. Pero el cine español arde y la disertación puede ser jugosa.

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