'La bohème', en el París de Cartier-Bresson

El París de los años 30 del siglo pasado que retrataron fotógrafos como Cartier-Bresson y Brassai cobrará vida a partir de este sábado en el Liceu en la hiperrealista versión de 'La bohème', de Puccini, desarrollada por Jonathan Miller. El director británico traslada un siglo la acción para acercar al público la vida de un grupo de jóvenes bohemios. Sus sueños, sus anhelos, sus amores y la realidad que les rodea son retratados con todo lujo de detalles en este montaje. "La mansarda donde viven los protagonistas está tan equipada, tan llena de cosas que se podría vivir en ella", ha asegurado Natascha Metherell, ayudante de Miller responsable de la reposición montaje en Barcelona. Esta versión de 'La bohème', estrenada en el 2009, es una coproducción entre la English National Opera y la Ópera de Cincinnati.

Tanto el vestuario como la escenografía recrean las imágenes en blanco y negro de los fotógrafos emblemáticos del París de entreguerras. La libertad y el espíritu inconformista del grupo de artistas es tan evidente como su falta de recursos y la precariedad de sus vidas. "Lo bueno de la versión de Miller es que deja que cada intérprete se adapte al papel a su manera, como se hace en teatro, a partir de lo que uno lleva dentro. Eso hace que cada reparto sea diferente", destaca Metherell.

DOS DESTACADOS REPARTOS

La bordadora Mimí, marcada por la tisis, y el soñador poeta Rodolfo están interpretados por Tatiana Monogarova y Matthew Polenzani, en el primer reparto y por Eleonora Buratto y Samir Pirgu, en el segundo. Musetta, la frívola amiga de Mimí, pareja del pintor Marcello que flirtea con otros hombres, es un rol que se reparten Nathalie Manfrino y Olga Kulchynska. El músico Schaunard será interpretado por David Menéndez e Isaac Galán. Y filósofo Colline, que completa el grupo de jóvenes bohemios, por Paul Gay y Fernando Radó. Burrato, Manfrino, Polenzani, Galán y Radó debutan en el rol.

"Siempre soñé con cantar Mimí", ha confesado Buratto, que ya había interpretado la ópera en otras dos producciones en el papel de Musetta. "He entrado en el personaje con mucha prudencia. Llegué con una idea de Mimí que he desarrollado con Natascha. Mimí es una chica natural y tímida, pero sabe lo que quiere". El momento de la muerte es el más complejo. "Más allá de la posición en la que me hallo en escena, que no es cómoda, he de fingir que no siento nada cuando en realidad tengo ganas de llorar porque la situación es muy dramática".

PIOLLET: "ES UNA OBRA IMPRESIONANTE"

"Es una obra impresionante por la cantidad de información y de emoción que contiene", señala Marc Piollet, que estará al frente de la Sinfónica del Liceu. "Puccini muestra una historia real a través de los sentimientos de los personajes. Su partitura es muy precisa, está llena de acotaciones. Mi trabajo consiste en seguir sus pautas, porque está todo marcado, pero a la vez dar libertad a los cantantes para que hagan suyo el rol", ha destado el maestro francés, que debutó en el Liceu en la temporada 2010/11 con 'Carmen', de Bizet.

Más allá de las famosas melodías de 'La bohème', a Piollet le ha preocupado resaltar el texto hablado, el famoso 'parlando' de Puccini, "que requiere un ímpetu tremendo en el fraseo en italiano". Otro de los retos ha sido la escena del café Momus, la más multitudinaria y compleja de la obra. Son muchas las historias que Puccini deja entrever en ella: el amor recién estrenado entre Mimí y Rodolfo, la reacción de sus amigos, lo que ocurre en la calle... Pero el momento estelar es la sugerente aria 'Quando m’en vo', que canta Musetta tras llegar al café acompañada de un viejo y acaudalado amante, provocando los celos de Marcello. "Cada persona que hay en escena tiene su propia historia. El coro y los figurantes se han volcado en ella", resalta Natascha, encantada con el trabajo del conjunto de la casa que dirige Conxita Garcia.