RETRATO CINEMATOGRÁFICO DEL ICONO ROCK

Janis Joplin, una vida libre

El documental 'Janis' , dirigido por Amy Berg, cuenta la historia de la malograda cantante blues-rock desde sus días en el Profundo Sur hasta su éxito mundial. Un relato de dolor y arrebato narrado en parte a través de material personal de la artista. 

JUAN MANUEL FREIRE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Vivimos en una época de gloria para el documental musical? ¿O en realidad son días, sobre todo, de superávit? Prácticamente cualquier artista, disco o anécdota parecen ahora meritorios de una revisión a través del medio audiovisual. Ante semejante oferta, puede costar separar lo bueno de lo, quizá, un poco menos bueno; y por culpa de esta sobreabundancia a veces se pueden escurrir pequeñas joyas.

Toda esta introducción un poco aguafiestas viene a cuento porque ningún amante de la música, o de los documentales del subgénero que sean, debería dejar pasar 'Janis', la película que ha construido la reputada directora de cine Amy Berg alrededor de la figura de Janis Joplin, la musa blues-rock, y que llega a los cines y al vídeo a la carta la próxima semana.

Un biopic de la artista parece una misión imposible -todos los proyectos han topado con problemas, del liderado por Brittany Murphy al más reciente con Amy Adams-, pero después de este más que cuidado filme de Amy Berg, casi no vale la pena hacerlo. Toda la emoción de Janis Joplin y de su vida ya está aquí.

DOLOR CREÍBLE

Estrenado en septiembre en el Festival de cine de Venecia y visto también en el In-Edit, 'Janis' cuenta la historia de una voz que es leyenda por su potencia, pero también lo creíble de su dolor. La directora se sirve para llegar a la raíz de material personal de Joplin; en particular, de cartas que la artista escribió a amigos, amantes y familiares, aquí narradas por la más sutil voz de Chan Marshall (Cat Power).

Escuchar las palabras escritas por una persona tan solo para sus seres queridos roza la intromisión, pero la película de Berg no llega a la intimidad -un tanto incómoda- de otros filmes documentales nutridos de material personal como 'Cobain: Montage of heck', dedicado al líder de Nirvana, o 'Amy', sobre la añorada Amy Winehouse. Cobain, Winehouse, Joplin: tres estrellas unidas por su afiliación al club de los mitos fallecidos con 27 años.

DE PATITO FEO A PAVO REAL

El uso de las cartas sirve, además, para arrojar luz sobre una cara poco conocida de la artista: su vida familiar y sus días de escuela e instituto, que marcaron (como nos sucede a todos) su relación adulta con el mundo, que no fue del todo fácil. Sus hermanos pequeños, Linda y Michael, figuran en el reparto de entrevistados de la película.

La amante de la libertad Janis no fue feliz en Port Arthur, Tejas, ciudad marcada por el racismo sureño, en el que, como nos recuerda la película, había una unidad activa del Ku Klux Klan. La echaron del coro del colegio por no seguir las instrucciones y durante los tres últimos años de instituto fue acosada tanto por sus creencias liberales como por su físico e imagen, poco ajustados a los cánones de femineidad reinantes.

En 1963, una fraternidad tuvo la terrible ocurrencia de votarla «hombre más feo» del campus, lo que le destrozó el espíritu. Pero solo temporalmente. Janis era mucha Janis.

Tras mudarse a San Francisco en busca de una carrera musical y de una vida menos reprimida, encontró la aprobación que nunca habría soñado. Como escribió la clásica crítica musical Ellen Willis, Joplin pasó «de patito feo de Port Arthur a pavo real de [el barrio de] Haight-Asbury». Se dejó llevar por las ansias de vida y exploró su muy liberada sexualidad. También se enganchó a bebida y drogas, en parte porque parecía pensar que ambas cosas formaban parte de lo que hacía auténtica a una artista.

MÚSICA Y AMORES

Amy Berg explora a fondo la música y los amores de Joplin, una y otros entrelazados sin remedio: la cantante de Big Brother Holding Company (BBHC), con los que grabó dos discos, se alimentaba de las pasiones tanto positivas como negativas para dar fuerza a sus interpretaciones. Llámenlo honestidad emocional. Tuvo romances profundos, otros que igual fueron en una sola dirección y un último muy importante, con David Niehaus, al que la película da la categoría de historia trágica.

Las palabras más amargas vienen de sus viejos compañeros en BBHC, quienes lamentan que dejara el grupo en busca de un nivel más alto de estrellato. Sus dos últimos discos los sacó en nombre propio. 'I got dem ol'kozmic blues again mama!', de 1969, es un ejercicio de blues-rock psicodélico con potente sección de metales. El siguiente, 'Pearl', contiene éxitos emblemáticos como 'Cry baby' y 'Me and Bobby McGee', ésta última versión de un tema de Kris Kristofferson, quien aparece entrevistado en la película, igual que artistas más actuales como Pink y Juliette Lewis.

Joplin no asistió a la celebración de estas canciones.'Pearl' se publicó en enero de 1971, tres meses después de su muerte por sobredosis de heroína. Las drogas, paraíso artificial al que accedía según su último novio para alejarse de la tristeza: la suya y, en realidad, la de todo el mundo. 

TEMAS