LAS VÍCTIMAS

Viaje desde Barcelona

Los españoles muertos en el ataque son dos jubilados que habían llegado en crucero

Unos turistas que salieron ilesos del atentado son evacuados en autocar del Museo del Bardo, el miércoles.

Unos turistas que salieron ilesos del atentado son evacuados en autocar del Museo del Bardo, el miércoles. / bc

AGENCIAS / B. M. / RABAT

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Desde el primer momento, la prensa tunecina informó de que, entre las víctimas mortales, había españoles. La noticia se confirmó a media tarde, cuando el primer ministro tunecino anunció las nacionalidades de los muertos. Había españoles, italianos, polacos y alemanes. Poco después se supo que también había personas de nacionalidad sudafricana, japonesa, colombiana y brasileña.

Sin embargo, se desconocía cuántas víctimas eran españolas. Fue el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, el que anunció a última hora de la tarde la muerte de dos españoles. El ministro ofreció un relato cronológico de los hechos y de los contactos que la diplomacia española mantuvo con el Ejecutivo tunecino e insistió en la «enorme confusión de datos».

Ambos fallecidos, según explicó García-Margallo, habían viajado en uno de los dos cruceros de las navieras Costa y MSC que, tras zarpar de Barcelona, se encontraban en una escala en Túnez. Instantes después, el diario 'Abc' los identificaba: se trataba de Antonio Cirera y de Dolores Sánchez, un matrimonio de jubilados de Barcelona.

Los testigos del atentado describen una situación infernal, con fuego cruzado y con terroristas lanzados a 'cazar' extranjeros. «Me encontraba paseando junto al museo cuando, de repente, se escucharon muchos tiros. Me tiré al suelo. No sabía de dónde procedían los disparos», comentó a EL PERIÓDICO, Annisa Bensalah, una testigo. «Era evidente que buscaban a los turistas, no a los diputados».

MUCHOS DISPAROS

El terror se apoderó en sólo unos minutos de la zona, y en especial, de los parlamentarios, algunos de los cuales reaccionaron tirándose al suelo. «Hemos podido ver a cuatro terroristas armados. Ha habido muchos disparos», explicó a Efe Mona Brahim, diputada del partido islamista moderado Ennahda, que se encontraba en el interior del edificio y que, como la mayoría de los parlamentarios, fue evacuada nada más atrincherarse los terroristas en el edificio contiguo a la Asamblea.

La televisión France 24 mostró imágenes de los rehenes -había numerosos niños- atrapados por el miedo de las «ráfagas de los disparos que iban a cualquier sitio», señaló un ciudadano tunecino.

Según este testigo del fuego cruzado «los criminales eran muy jóvenes y no parecía que supieran utilizar las armas. Lanzaban disparos de un lado a otro. Sin sentido. Atacaron el párking del museo, donde había extranjeros, y después volvieron a apuntar con sus armas al interior del edificio»

«¡Era espantoso! ¡impresionante ver a los terroristas gritar y lanzar amenazas de muerte contra los turistas», informó por teléfono, desde el lugar del ataque, una turista francesa a sus familiares en Francia. «El grupo de franceses que, junto con nuestro guía, estabamos escondidos en una de las salas contiguas del lugar donde se encontraban retenidos los extranjeros, temíamos por nuestras vidas. Lo vimos todo. Esto es una pesadilla».

«Nunca puedes imaginarte en una situación parecida. Lo ves en televisión y te preocupas, pero cuando te toca a tí… », se echó a llorar en la televisión pública de Túnez, una ciudadana tunecina que asegura «haber escapado de milagro». Nada más concluirse la operación de rescate y a pesar del resultado trágico del ataque de ayer, los tunecinos se echaron a las calles para cantar el himno nacional y levantar un puño en favor de la «unidad» frente al yihadismo.