Rusia y Francia coordinan los ataques aéreos contra Raqqa

Francia y Rusia están coordinando sus ataques aéreos contra el Estado Islámico. Según reconoció este martes el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, su país duplicó los ataques contra el ente yihadista en Siria tras acordar con Francia coordinar su acciones militares. Horas antes, el presidente ruso, Vladimir Putin, había instado a sus subalternos a “contactar con los franceses” y a elaborar “planes de operaciones navales y aéreas conjuntas” con ellos.

Esta es la primera operación militar conjunta del ejército ruso con un ejército occidental en el escenario sirio.

Horas después de que Moscú admitiera por vez primera que el Airbus A-321 ruso que cayó a tierra en el Sinaí hace dos semanas fue víctima de un atentado, la aviación militar rusa no solo ha intensificado su campaña de bombardeos aéreos en Siria, sino que también, a diferencia de lo constatado hasta la fecha, está concentrando sus ataques en posiciones del Estado IslámicoEstado Islámico (EI) en las localidades de Raqqa y Deir Ezzor.

A su vez, Francia también ha redoblado sus ataques aéreos contra centros neurálgicos yihadistas en la capital del EI en Siria. Ambos países han perdido en las últimas dos semanas a 353 ciudadanos en atentados reivindicados por el EI.

En la madrugada del martes, diez aviones de caza Rafale y Mirage 2000 que habían despegado de las bases de Jordania y Emiratos Árabes Unidos descargaron 16 bombas sobre un centro de mando y otro de entrenamiento que resultaron completamente aniquilados. “Los dos objetivos fueron alcanzados y destruidos simultáneamente”, informó el Ministerio francés de Defensa. El ataque, el segundo que realiza la aviación francesa en 24 horas, se hizo en coordinación con las fuerzas norteamericanas después de una misión de reconocimiento de los aviones franceses, implicados en las operaciones contra el EI en Siria desde septiembre. Por la noche, los bombardeos se reanudaron por tercer día consecutivo.

El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, ha informado al presidente, Vladímir Putin, de que el número de salidas efectuadas por la aviación rusa se había "duplicado" durante la jornada, lo que permitía lanzar "fuertes ataques de precisión contra los radicales del EI en todo el territorio sirio”.

SIGNIFICATIVA NOVEDAD

Ello constituye una significativa novedad respecto a lo visto hasta la fecha. La aviación de Rusia había iniciado su campaña militar en Siria a principios de octubre, pero había concentrado sus bombardeos contra objetivos de grupos opositores al régimen de Bashar el Asad, en un aparente movimiento para apuntalar a su maltrecho aliado en Damasco, más que de combatir al autoproclamado califato.

La confirmación de que la tragedia del Sinaí fue causada por una “bomba casera” colocada por la rama local de EI parece haber empujado a los responsables rusos a trasladar el foco de sus acciones a las milicias ultrarradicales, enemigo común tanto de Rusia como de Occidente. 

BÚSQUEDA Y CASTIGO

Durante la reunión conjunta con los titulares de Defensa y Exteriores y el director del Servicio Federal de Seguridad en la que fue realizado el anuncio del atentado terrorista, el líder del Kremlin prometió buscar y castigar a los responsables de la acción allá donde se encontrasen, anunciando asimismo la “intensificación” de la misión militar rusa en Siria.

En los ataques de este martes, han entrado en juego por vez primera bombarderos estratégicos supersónicos de larga distancia  TU-160TU-160 y TU- 22MS, considerados de los más modernos de la aviación rusa, que según Shoigu lanzaron misiles de crucero contra objetivos en Raqqa y Deir Ezzor.

Además, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Valeri Guerasimov, ha anunciado que el dispositivo aéreo ruso que opera en Siria será reforzado con otros 37 aviones, entre ellos 25 aparatos de vuelos de larga distancia. Un grupo naval encabezado por un portaaviones llegará próximamente a la costa siria.