La escala de la tensión

Putin reparece con artillería verbal contra Occidente

Putin, durante la rueda de prensa que ofreció ayer en las afueras de Moscú.

Putin, durante la rueda de prensa que ofreció ayer en las afueras de Moscú.

LEV GANIN
MOSCÚ

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La crisis de Ucrania parece haber hecho retroceder al mundo a la época de la guerra fría. Por lo menos en el lenguaje. El presidente ruso, Vladímir Putin, arremetió ayer con gran dureza contra Occidente, que amenaza a Moscú con sanciones por sus planes de enviar tropas a Ucrania para proteger a la población rusófona de esa antigua república soviética de los nacionalistas radicales que el pasado 22 de febrero derrocaron en Kiev al presidente prorruso de Ucrania, Víktor Yanukóvich.

«Nuestros socios, sobre todo Estados Unidos, siempre se ponen objetivos geopolíticos y nacionales muy claros, y los persiguen con gran perseverancia, y luego, con el principio de 'quien no está con nosotros está contra nosotros', arrastran al resto del mundo hacia su postura», dijo Putin en un encuentro con periodistas transmitido en directo por la televisión nacional. «A veces me da la impresión de que allá en América, al otro lado del gran charco, unos laboratorios experimentan [con los países] como si fueran ratas, sin entender las consecuencias de lo que hacen», indicó.

REFORZAR LA INFLUENCIA / Tras un largo silencio, el líder del Kremlin apareció ante la prensa en su residencia de Novo-Ogariovo, en las afueras de Moscú, para dejar claro que Rusia irá hasta el final con su plan de aprovechar el cambio del poder en Kiev para reforzar su influencia sobre zonas orientales de Ucrania y la república autónoma de Crimea, en el mar Negro, que aloja la base de la Marina de Guerra rusa en Sebastopol. Un 60% de la población de esos territorios es de origen ruso.

Putin, visiblemente airado con las repetidas amenazas de sanciones económicas y diplomáticas que llegan de Washington desde que el Senado ruso autorizara el pasado 1 de marzo el envío de las tropas a Crimea, criticó a Occidente por haber organizado numerosas «guerras ilegítimas». «A menudo nos acusan de ilegitimidad de nuestras acciones. Y cuando les pregunto si creen que todo lo que hacen es legítimo, me responden que sí. Entonces les tengo que recordar las acciones de Estados Unidos en Afganistán, Irak, Libia», dijo Putin en su primera rueda de prensa tras el cambio de poder en Kiev.

El presidente ruso afirmó que en los citados países, las tropas occidentales actuaron sin permiso del Consejo de Seguridad de la ONU o bien ignoraron el contenido de las resoluciones aprobadas por la comunidad internacional.

Poco antes de aparecer ante las cámaras, Putin dio la orden de regresar a sus cuarteles a 150.000 soldados rusos que efectuaban ejercicios cerca de la frontera ucraniana. Sin embargo, el líder del Kremlin aseguró que el posible envío de las tropas rusas a Crimea, sería totalmente legítimo. «Si tomamos la decisión de utilizar las Fuerzas Armadas en Ucrania, sería completamente legítimo», dijo.

PETICIÓN DE YANUKÓVICH / Putin explicó que desde hace varios días tiene una petición de Yanukóvich, a quien Moscú sigue considerando jefe de Estado, de enviar tropas a Ucrania. Yanukóvich fue destituido por el Parlamento ucraniano el pasado 22 de febrero, tras una semana de duros enfrentamientos entre las fuerzas antidisturbios y los activistas opositores en Kiev. «Solo puede haber una única valoración de lo ocurrido: es un golpe de Estado anticonstitucional, una toma de poder por las armas», comentó Putin. «En lo referente al envío de tropas, esto no es necesario, por el momento, pero la posibilidad existe», dijo el presidente ruso, quien añadió que se reserva el derecho a recurrir «a todos los medios» para proteger a sus ciudadanos en Ucrania.

No solo fue belicista la retórica, sino que estuvo acompañada de un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental de última generación RS-12M Tópol. Inmediatamente, EEUU sacó hierro al ensayo, afirmando que ya recibió un aviso al respecto antes de que comenzara la actual crisis. «No estamos preocupados», dijo a la cadena de televisión ABC News un alto funcionario estadounidense.

En Crimea, donde destacamentos militares sin distintivo, junto a los milicianos de las fuerzas de autodefensa de la población, controlan los edificios gubernamentales y cuarteles militares, se produjeron ayer los primeros disparos al aire cuando un grupo de militares ucranianos, que se negaron a jurar lealtad a las autoridades de la península, intentaron recuperar un cuartel que habían tomado los prorrusos.

Mientras, los primeros tímidos contactos comenzaron ayer entre el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, y su homólogo ucraniano, Arseni Yatseniuk. También se celebró el primer contacto entre los presidentes de los parlamentos de ambos países.