Comparecencia del mandatario ruso

Putin indulta a su principal rival político tras 10 años en prisión

Valdimir Putin, ayer, antes de ofrecer su larga rueda de prensa anual.

Valdimir Putin, ayer, antes de ofrecer su larga rueda de prensa anual.

LEV GANIN
MOSCÚ

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Al presidente ruso, Vladimir Putin, le gusta dejar perplejos a todos. Reservó la noticia de que había concedido el indulto al encarcelado Mijaíl Jodorkovski, su principal adversario político y fundador de la expropiada petrolera Yukos, para los últimos instantes de su tradicional encuentro anual con los medios de comunicación nacionales.

«Ha pasado ya más de 10 años en la cárcel. Es un castigo serio. La solicitud de indulto se basa en razones humanitarias. Su madre está enferma. En breve se firmará el decreto para que salga en libertad», dijo Putin a la prensa, justo después de concluir la parte oficial de la rueda de prensa.

Sin duda, se trata del indulto de la década. Hasta ahora Jodorkovski, que tenía que abandonar la cárcel a mediados del 2014, había sido considerado el preso político número uno de Rusia.

El antiguo millonario, que cumple condena desde el 2005 por diversos delitos económicos, se había negado a solicitar el indulto por una cuestión de principios. Insistía en que el acoso judicial contra él había sido una venganza de Putin por su negativa a jurar lealtad al Kremlin.

Según explicó Putin ayer, para poderle indultar «Mijaíl Borísovich (patronímico de Jodorkovski) debía, de acuerdo con la ley, haber hecho la petición por escrito. No lo hizo hasta hace poco, dirigiéndose a mí pidiéndome el indulto», aseguró el presidente ruso.

Durante la rueda de prensa, Putin dio a entender que ya no es necesario mantener el tercer caso penal abierto por la fiscalía rusa contra Jodorkovski, quien cayó en desgracia cuando decidió a principios de la década pasada financiar a la oposición del recién elegido Putin. Los rusos ya se habían acostumbrado a la idea de que el exmagnate estaría en prisión mientras el actual presidente se mantuviera en el poder.

El fiscal adjunto, Alexandr Zviaguintsev, anunció recientemente que el multimillonario aún es objeto de varias investigaciones penales, entre ellas la de lavado de dinero por valor de 7.000 millones de euros.

La razón de esas incesantes investigaciones contra él tiene una explicación.  Putin no quería perdonar ni olvidar la rebeldía de Jodorkovski, a no ser que pidiera perdón y le solicitaba el indulto. Según confirmó el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, el escrito del exmagnate solicitando el indulto se encuentra ahora en manos del Kremlin.

CARTA ABIERTA / En una carta abierta en el 2010, Jodorkovski aconsejó a Putin que dejara de atemorizar a la población y que, a cambio, mostrara un rostro más humano. En el mensaje, el exmagnate confesaba que sentía «compasión» por Putin, ya que trataba de «convencerse a sí mismo, no al resto, de que está al mando y de que todo está en orden».

«Su pasión por los perros es el único sentimiento sincero y cálido que sale a través del caparazón de hielo del símbolo nacional de la pasada década. Un hombre encerrado en semejante caparazón no puede ser feliz», escribió, al tiempo que  deseó al inquilino del Kremlin que en vez de infundir temor infundiera amor sincero, y «no solo de los perros».

Hay quienes ahora en Moscú creen que al final el presidente ruso ha hecho caso a su principal rival y ha sabido mostrar en este caso su rostro más humano concediéndole el perdón y el indulto. Ayer mismo confirmó también el indulto para las Pussy Riot y los activistas de Greenpeace.