Corea del Norte, "el país de 'Los Soprano'"

Las autoridades se lanzan al contrabando de armas, piedras preciosas o especies en peligro, narcotráfico o falsificación de moneda a gran escala.

North Korea leader Kim Jong Un smiles as he visits Sohae Space Center for the testing of a new engine for an ICBM

North Korea leader Kim Jong Un smiles as he visits Sohae Space Center for the testing of a new engine for an ICBM / TC/XG/

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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Sorprendió que un agente norcoreano fuera detenido en febrero en una ciudad fronteriza china cuando cambiaba cinco millones de dólares en billetes de cien. Primero, porque se creía que Corea del Norte había jubilado su negocio de falsificación en masa de divisa extranjera. Y segundo, porque esas copias tan groseras que ni siquiera engañaron al empleado desmerecía la reputación norcoreana de delicado falsificador. Había empezado en los años 70 del pasado siglo y sólo una década después Pyongyang ya había colado en los mercados internacionales 45 millones de dólares, principalmente a través de sus embajadas. Los llamados “superbilletes” de cien dólares eran tan parecidos a los reales que Washington hubo de incorporar nuevas medidas de seguridad como un sello tridimensional para frenar su distribución.

Corea del Norte también estaría falsificando yuanes chinos en un taller de la ciudad de Pyongsong desde el 2013 bajo la supervisión directa del Comité Central de Trabajadores. El plan consiste en distribuirlos en mercados locales, después en terceros países y finalmente en China. Varios norcoreanos han sido detenidos ya en China con moneda falsa. Que falsifique la divisa del enemigo que rutinariamente amenaza con convertir en fuego y ceniza tiene su lógica, que falsifique la de su único sostén sólo se entiende por la desesperación. Algunos expertos recuerdan que las sanciones han estrangulado todas sus vías de ingresos de divisas extranjeros mientras otros simplemente lo explican por su irrefrenable pulsión delictiva.

CONTROLADO POR UN CLAN CON VÍNCULOS DE SANGRE

El comercio legal norcoreano es muy reducido por su condición de paria global y a  cambio explora cualquier vía ilegal: contrabando de armas, piedras preciosas o especies en peligro, narcotráfico o falsificación de moneda a gran escala. A Corea del Norte se la conoce como el país mafioso y el Departamento de Estado estadounidense le dio el sobrenombre de “nación de los Soprano” por la célebre serie televisiva. También el país está dominado por un clan con vínculos de sangre, utiliza la fuerza y los sobornos para controlar a las bases, es corrupto hasta el tuétano y los negocios ilícitos apuntalan su financiación.

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Pyongyang ha sublimado la evolución darwinista en sus turbios asuntos: cuando uno es detectado ya ha perfeccionado el siguiente. “El régimen ha experimentado y se ha adaptado, ha explorado nuevas líneas de actividad,  de productos y canales de distribución. No me extrañaría que revisitara viejos métodos (como la falsificación de moneda) o adoptase nuevos para eludir las sanciones”, comenta Sheena Greitens, experta en Corea del Norte de Brookings Institution.

También décadas atrás se dedicó al narcotráfico porque la droga exige poca inversión y rinde grandes beneficios en un mercado siempre ávido. Las embajadas necesitaban autofinanciarse y diplomáticos norcoreanos fueron pillados cuando actuaban de mulas en Noruega, Egipto, Venezuela o India. Eludían la cárcel con sus pasaportes oficiales pero la práctica era tan bochornosa incluso para un país tan desapegado a la diplomacia ortodoxa que se olvidó.

La etiqueta de Estado mafioso es excesiva para Bruce Cumings, catedrático de la Universidad de Chicago y experto en el país asiático. “Si Estados Unidos te califica como país criminal y te sanciona de todas las formas posibles, es entendible que cualquier Gobierno reaccione realizando actividades criminales. Después de todo, Washington también calificó el primer ataque norcoreano de 1950 como criminal y su posterior entrada en la guerra como una acción policial”, señala.