NOMBRAMIENTO EN EL REINO ALAUÍ

Mohamed VI encarga al islamista Al Othmani la formación del nuevo Gobierno en Marruecos

El número dos del partido Justicia y Desarrollo regresa a la primera línea política tras la destitución de Benkirán como presidente

Al Othmani saluda al rey Mohamed VI en el palacio real, en Casablanca, el 17 de marzo.

Al Othmani saluda al rey Mohamed VI en el palacio real, en Casablanca, el 17 de marzo. / periodico

BEATRIZ MESA / RABAT

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Saadedín Al Othmani, el número dos del partido islamista Justicia y Desarrollo (PJD), regresa a la primera línea política después de que el rey Mohamed VI le nombrara este viernes nuevo presidente del Gobierno marroquí y le encomendara la tarea de formar la coalición gubernamental. Este nombramiento se produce 48 horas después de que el monarca destituyera al secretario general de la formación islamista, Abdelilá Benkirán, como jefe de Gobierno, lo que levantó durante el día de ayer una ola de reacciones en las redes sociales contrarias a la decisión real. Una parte de la ciudadanía tildó de “regresión democrática” y “fin a la excepción marroquí” en alusión a la “primavera árabe” la intervención del rey apartando a Benkirán del juego político tras su segunda victoria, histórica, en las elecciones legislativas del pasado 7 de octubre del 2016. 

Otro sector del pueblo marroquí, sin embargo, lo aplaudió porque se responsabiliza al dirigente islamista de su “incapacidad” de lograr una mayoría parlamentaria estable y sacar al país del bloqueo político después de cinco meses de negociaciones, lo que ha generado una situación de estancamiento para los inversores.

En las filas del PJD se exime de cualquier responsabilidad a su líder y acusan del bloqueo a los partidos tradicionales de la oposición con los que los islamistas no llegaron a acuerdos. Así por ejemplo, el partido de la Agrupación Nacional de Independientes (RNI) encabezada por el millonario Aziz Akhannouch, un hombre de la confianza de Palacio, quien aceptaba la coalición con los islamistas siempre y cuando los socialistas de la USFP integraran el Ejecutivo. O los nacionalistas del Istiklal que gobernaron con la formación islamista durante una etapa de la legislatura del 2012 pero los sistemáticos desencuentros entre los istiklalís y el PJD terminaron con la dimisión de seis ministros del partido nacionalista. En cuando al segundo partido más votado en las pasadas elecciones y acérrimo rival del islam político, el Partido de la Autenticidad y Modernidad (PAM), no había posibilidad siquiera a la conversación.

ALIANZA INSUFICIENTE

Los islamistas solo habían logrado pactar con la izquierda del PPS, que ganó 12 escaños en las elecciones. La enorme frontera ideológica que les separa no ha impedido que se creara un frente común contra los poderes fácticos. Esta alianza sigue siendo insuficiente porque la formación islamista necesita sumar más de la mitad de escaños parlamentarios (125 de 395).

La responsabilidad de encontrar los socios políticos en el Parlamento reside ahora en manos de Saadedín Al Othmani, a quien se le describe dentro de su partido como un líder "conciliador". Ya ocupó la secretaría general del PJD antes que Benkirán y en la pasada legislatura encabezó la cartera de Exteriores. Su paso por el ministerio no obtuvo la visibilidad esperada; de hecho en la prensa se habló reiteradamente del “ministro a la sombra” en alusión al consejero del rey de Exteriores, Yusef Amrani.