MISTERIOSA DESAPARICIÓN AÉREA EN ASIA

Los avances de la investigación del avión apuntan a los pilotos

El pasaje del avión de Malaysia Airlines que ha reemplazado al Boeing 777 desaparecido en la ruta hacia Pekín, ayer.

El pasaje del avión de Malaysia Airlines que ha reemplazado al Boeing 777 desaparecido en la ruta hacia Pekín, ayer.

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los avances en la investigación apuntan irremediablemente a la cabina. El copiloto mandó el último e inocuo mensaje («De acuerdo, buenas noches») a la torre de control después de que ya se hubiera desconectado el primero de los dos sistemas de localización y dos minutos antes de que se inutilizara el segundo. La secuencia de extraños hechos compatibles con un secuestro sugiere que uno o los dos pilotos podrían estar involucrados. Malasia ha aclarado que no habían pedido volar juntos. Los servicios de inteligencia estadounidenses centran ya sus investigaciones en el capitán Zaharie Ahmad Shah y en el copiloto Fariq Abdul Hamid.

La policía registró el domingo sus domicilios y ya analiza un simulador de vuelo que el capitán, de 53 años, había montado en su casa con tres monitores. Su página en Facebook le revela como un apasionado de la aviación, a la que dedicaba también su tiempo libre. Zaharie, casado y con tres hijos, mostraba un gran compromiso con su comunidad y el activismo social. Sus compañeros lo describen como afable, ninguno concibe un acto desesperado y algunos han colgado un vídeo en Youtube defendiendo su nombre.

Un amigo ha revelado que había acordado con él asistir a un acto de beneficencia para niños esta semana. También apoyaba activamente al partido de la oposición. Una controvertida decisión judicial condenó a la cárcel por sodomía a su líder, Anwar Ibrahim, pocas horas antes de que el vuelo despegara de Kuala Lumpur. Pero no era un fanático.

De Fariq circularon la semana pasada fotografías fumando y flirteando con un par de adolescentes sudafricanas en la cabina durante un vuelo del 2011, en flagrante violación de las normas de la seguridad y el decoro. Pero de irresponsable galán a secuestrador media un largo camino. Fariq, de 27 años, planeaba casarse en breve. Ningún renglón de sus biografías permite dibujarlos como terroristas. Tampoco tenían las deudas que provocaron en el pasado suicidios de pilotos en pleno vuelo.

EN BUSCA DE PISTAS / Las investigaciones siguen centradas en un secuestro de la tripulación o el pasaje. Los servicios de inteligencia estadounidense han investigado todos los nombres sin detectar vínculos terroristas. Malasia ha pedido a los países con nacionales a bordo que investiguen su pasado en busca de conexiones terroristas, conocimientos de aviación o relaciones con los pilotos del vuelo. También cambios de personalidad recientes, problemas financieros, signos de depresión o amistades peligrosas. Todas las respuestas recibidas hasta la fecha son negativas. También se investiga a los ingenieros que trabajaron con la nave antes del despegue.

A todo ello, el diario de Singapur New Straits Times publicó que el avión descendió hasta los 5.000 pies de altura para evitar ser detectado por los radares comerciales. Otro elemento que agregar al misterio.