Hungría decidirá en referéndum si aprueba las cuotas de refugiados impuestas por la UE

El presidente húngaro, Janos Ader, ha anunciado este martes que el próximo 2 de octubre se celebrará un referéndum en el que los ciudadanos deberán responder a la pregunta de si quieren que la Unión Europea (UE) les imponga las cuotas obligatorias de reparto de refugiados en Hungría.

En un comunicado, el mandatario ha dicho que convoca la consulta de acuerdo con la Constitución, a la espera de que el Tribunal Constitucional ratifique la convocatoria, y ha explicado cuál será la pregunta a la que deberán responder los electores con un 'sí' o un 'no'.

"¿Quiere que la Unión Europea tenga derecho a determinar una cuota obligatoria de ciudadanos no húngaros en Hungría sin el consentimiento del Parlamento?", reza la pregunta que deberán responder los votantes húngaros en el referéndum.

La consulta supondrá un nuevo desafío a la UE por parte del Gobierno ultraconservador del primer ministro Viktor Orbán, que en febrero ya desveló su intención de organizar un referéndum sobre el plan de Bruselas para reubicar entre los Veintiocho a 160.000 demandantes de asilo llegados a Italia y Grecia.

REFORMA LEGAL

El anuncio coincide con la puesta en marcha en Hungría de la polémica reforma legal que permite expulsar a refugiados o inmigrantes interceptados cerca de la frontera, medida que este martes se ha aplicado ya a 600 personas.

Según esta ley, las autoridades "acompañarán" hasta el otro lado de las alambradas en las fronteras meridionales del país a todos los refugiados que sean interceptados dentro de una franja de ocho kilómetros, un procedimiento duramente criticado por la ONU y varias oenegés.

Al otro lado de las vallas, en una estrecha franja de terreno todavía en territorio húngaro, los refugiados tendrán que acceder a las zonas de registro, donde podrán presentar sus solicitudes de asilo.

La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) criticó el lunes que este procedimiento dificultará aún más el proceso de petición de asilo.

DELITO PENADO CON PRISIÓN

El Gobierno asegura que se trata de un sistema más eficaz para "disminuir el número de inmigrantes que permanecen en el país ilegalmente", tal y como aseguró este martes György Bakondi, consejero de asuntos de seguridad de Gobernación.

Desde otoño del 2015, cuando Hungría selló sus fronteras con Serbia y Croacia, entrar en el país de una forma ilegal se considera un delito penado con hasta cinco años de prisión. En lo que va de año, han entrado en el país centroeuropeo más de 17.000 refugiados o inmigrantes.