LA CARRERA HACIA LA CASA BLANCA

Los hijos de Trump brillan en Cleveland

Los tres mayores son piezas fundamentales de la campaña del magnate republicano, las voces en las que más confía

Los hijos de Trump (de izquierda a derecha: Donald Jr, Ivanka, Eric y su mujer, Lara Yunaska, y Tiffany) celebran el anuncio de los votos de la delegación de Nueva York, en Cleveland.

Los hijos de Trump (de izquierda a derecha: Donald Jr, Ivanka, Eric y su mujer, Lara Yunaska, y Tiffany) celebran el anuncio de los votos de la delegación de Nueva York, en Cleveland. / periodico

RICARDO MIR DE FRANCIA / CLEVELAND (ENVIADO ESPECIAL)

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A estas alturas, sus rostros son casi tan conocidos como el de su padre. Le han acompañado durante toda la campaña y han dado la cara por él en las televisiones. Desde el entorno del candidato se dice que participan en la toma de decisiones políticas y son posiblemente las personas en las que más confía Donald Trump. Se llaman Eric, Donald e Ivanka. Visten siempre con traje de negocios como el padre y, en esta Convención, han pronunciado los discursos más convincentes a la hora de vender la candidatura de su padre. Han superado la prueba con nota y habrían acaparado más titulares de no ser por los sobresaltos que han marcado esta Convención.

Ivanka, de 34 años, ejerció el jueves de telonera de su padre. “Durante más de un año, Donald Trump ha sido el campeón del pueblo”, dijo en su discurso de presentación. “Hoy es el nominado del pueblo”. Ejecutiva en la Trump Organization y creadora de su propia línea de ropa, hasta hace muy poco estaba registrada como independiente y, según se ha publicado, es responsable de que su padre haya defendido a Planned Parenthood, las clínicas de planificación familiar odiadas por los republicanos más conservadores. Ivanka se convirtió al judaísmo tras casarse con Jarred Kushner, un judío ortodoxo, empresario y muy cercano al mecenas de los casinos Sheldon Adelson, el patrón de los republicanos y del ala más dura de la derecha israelí. Kushner es uno de los asesores más cercanos a Trump.

Ivanka utilizó su discurso para humanizar a su padre. Habló de su “compasión”, de cómo jugaba a construir edificios de Lego con sus hijos cuando eran niños o de la “meritocracia” y “la multiculturalidad” que imperaría en las obras de sus proyectos. Rompiendo con la tónica del cónclave, no mencionó una sola vez a Hillary Clinton, demonizada hasta la extenuación por los ponentes. Y presentó a su padre como un abanderado de las mujeres en la defensa de la igualdad salarial y en el apoyo a las guarderías subvencionadas por el Estado. Un análisis del 'Boston Globe' sostiene, sin embargo, que Trump les paga a los hombres de su campaña un tercio más que a las mujeres.

VÁSTAGOS DE SU PRIMER MATRIMONIO

También Eric y Donald Jr, los otros dos vástagos del primer matrimonio de Trump con la esquiadora y modelo checa Ivana Zelnickova, brillaron en la Convención, especialmente el segundo. No solo loaron sus proezas en los negocios, equiparando a Estados Unidos con una empresa que necesita urgentemente a un buen consejero delegado. También quisieron romper con la imagen del multimillonario encerrado en su palacio de cristal y alejado de los problemas de la gente. “Ha pasado su carrera con estadounidenses de la calle. Compadreaba con ellos en las obras, poniendo placas de yeso y cemento. Los escuchaba y valoraba sus opiniones”, dijo Donald Jr en uno de los mejores discursos del cónclave.

La cuarta de los cinco hijos de Trump, Tiffany, nacida de su segundo matrimonio con Marla Maples, ha afirmado alguna vez que su padre estuvo muy ausente mientras crecía con su madre en California. La misma mujer de la que dijo, tras separarse, que tenía “buenas tetas, pero cero cerebro”. En la Convención, en cambio, Tiffany sostuvo que siempre estuvo ahí para animarla a superarse y apoyarla en los momentos duros. El único que no habló fue Barron, fruto del matrimonio actual con Melania, cuyo discurso quedó ensombrecido tras descubrirse los dos párrafos plagiados a Michelle Obama. Barron tiene solo 10 años.