Consecuencias de los comicios presidenciales

Detenciones masivas en Rusia en las protestas contra el fraude

Policías rusos detienen a opositores durante la protesta contra el supuesto fraude, ayer en San Petersburgo.

Policías rusos detienen a opositores durante la protesta contra el supuesto fraude, ayer en San Petersburgo.

DMITRI POLIKÁRPOV
MOSCÚ

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Las fuerzas antidisturbios rusas detuvieron ayer en Moscú y San Petersburgo a más de 300 manifestantes que salieron a la calle para denunciar irregularidades en los comicios presidenciales del domingo, que dieron una aplastante victoria al primer ministro ruso, Vladímir Putin, con un 63% de los votos.

Las tropas del Ministerio del Interior que llenaron el centro de la capital rusa en espera de varias manifestaciones de la oposición al Kremlin usaron cortinas de humo para dispersar en la plaza Pushkinskaia una protesta del movimiento por unas elecciones justas, en la que participaron unos 15.000 partidarios de la oposición no parlamentaria. Pese a que la protesta fue autorizada por el Ayuntamiento, los agentes desalojaron con fuerza a los activistas y detuvieron a sus organizadores, entre ellos el bloguero y abogado Alexei Navalni.

«Continuaremos nuestra lucha pacífica que se basa en la libertad y la justicia hasta que cumplan nuestras exigencias de convocar elecciones anticipadas del presidente y de la Duma (Cámara baja). Sus elecciones han sido una farsa», dijo uno de los líderes de la oposición liberal, Vladímir Ryzhkov. Muchos opositores repetían desde el escenario la misma pregunta: ¿Por qué si la victoria de Putin ha sido justa todo el centro está cercado por las tropas? «¡Putin fuera!», «¡Putin a la cárcel!», gritaban los manifestantes.

El millonario Mijail Prójorov, tercer candidato más votado con el 8% de los votos, apoyó la protesta de la oposición y prometió a los congregados en la plaza Pushkinskaia «luchar para que Rusia se convierta en un país libre donde los ciudadanos voten no por el miedo, sino por el sentido de dignidad y de acuerdo con sus convicciones».

«Consideramos ilegítimos los comicios presidenciales. Se aplicaron tecnologías que permiten la manipulación electoral», dijo Serguéi Udaltsov, uno de los dirigentes opositores más radicales. Los adversarios del Kremlin prometieron lanzar una campaña de desobediencia civil con protestas indefinidas.

El otro grupo de los detenidos en Moscú fueron los activistas de la organización La Otra Rusia, liderada por el escritor radical e historiador Eduard Limónov. Se dirigían a la sede de la Junta Electoral Central (JEC) para denunciar el fraude electoral. Los efectivos antidisturbios les detuvieron cuando Limonov intentó romper el cordón policial en torno a la JEC. Otros opositores de La Otra Rusia, algunos con máscaras, fueron detenidos tras desplegar pancartas con lemas antigubernamentales en la céntrica plaza Lubianka.

LIBERALES/ En la segunda mayor ciudad rusa, San Petersburgo, unos 70 opositores fueron detenidos cuando intentaban acceder al Parlamento regional para denunciar el fraude electoral. Entre los detenidos se encuentran dos diputados del partido liberal Yábloko en la Asamblea local, Maxim Reznik y Borís Vishnevski.

Los observadores internacionales también pusieron en duda la transparencia de los comicios presidenciales. Una declaración de los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) publicada en Moscú señaló que los comicios no fueron justos porque los electores rusos no tenían verdadera elección. Según el documento, Putin abusó del enorme recurso administrativo que le dio una ventaja insuperable para los demás cuatro candidatos. «Consideramos que las elecciones no han sido justas. No hubo competición real. A causa del abuso del recurso administrativo nunca hubo dudas sobre quién iba a ganar», dijo Tonino Picula, observador de la OSCE.

Sus colegas de un grupo conjunto enviado a Rusia por la OSCE y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa denunciaron irregularidades durante el recuentro de los votos en un tercio de los colegios electorales.