Elecciones en la provincia francófona de Canadá

Un atentado empaña el triunfo de los independentistas en Quebec

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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La violencia política, aunque no del todo ausente, no ha sido moneda de cambio habitual en el movimiento que promueve la independencia de Quebec de Canadá. El martes, sin embargo, un atentado que causó un muerto, empañó las elecciones provinciales, unos comicios en los que se declaró vencedor el soberanista Partido Quebequés (PQ), aunque sin votos suficientes para formar Gobierno en mayoría, lo que dificulta de antemano la posibilidad de impulsar el que sería el tercer referendo sobre la independencia.

Era poco después de la medianoche cuando la líder del PQ, Pauline Marois, ofrecía su discurso de victoria en la sala de conciertos Metropolis de Montreal. A las puertas del local, un hombre de 62 años -que según testigos llegó a estar a solo a siete metros del escenario-, abrió fuego con un rifle. Mientras Marois hablaba mostrando su «firme convicción de que Quebec necesita convertirse en un país independiente», el agresor mató a un hombre de 48 años y hirió a otro de 27. Luego prendió un fuego antes de ser arrestado por las fuerzas de seguridad, que se lo llevaron esposado mientras él, ciudadano de la provincia, profería en francés gritos de «los ingleses se están despertando» o «se están alzando». Marois, que fue sacada del escenario por dos agentes de seguridad, regresó poco después para pedir un desalojo ordenado.

RESULTADOS CLAROSCUROS / El episodio ensombreció una noche electoral que ya de por sí había dejado unos resultados claroscuros para los independentistas. La victoria es un indudable triunfo, pero en una jornada con alta participación ciudadana, en la que votaron alrededor de seis millones de electores de una provincia con una población de 7,9 millones, el PQ no logró apoyo suficiente para gobernar en solitario. Sus 54 escaños para la Asamblea Nacional de 125 miembros están lejos de la mayoría marcada en 63 y le dan un mandato débil.

Mientras, el Partido Liberal, que ha pasado nueve años en el poder, ha quedado como segunda fuerza, con 50 escaños (aunque el primer ministro saliente, Jean Charest, ha perdido el suyo). Es un buen resultado para un partido lastrado por escándalos de corrupción en financiación y contratos de obras públicas, por la crisis económica y una deuda disparada hasta el 51% del PIB y por las protestas estudiantiles de la pasada primavera.

La Coalición por el Futuro de Quebec, formación también conservadora y opuesta a la independencia, logró 19 escaños, y el partido independentista de izquierdas Quebec Solidario se quedó solo con dos.

TRABAS / Los resultados ponen trabas al impulso independentista de Marois, que no abandona las menciones a un potencial referendo pero se ha centrado en promesas de buscar la transferencia de competencias desde Ottawa, incluyendo en programas de desempleo y cultura, inmigración y política lingüística. El 80% de Quebec es francófono.

Las conversaciones con el primer ministro canadiense, Stephen Harper, se prometen complicadas. Tras conocerse los resultados, el líder conservador aseguró: «No creo que los ciudadanos de Quebec quieran reabrir viejas riñas constitucionales. Empleo y temas económicos son su prioridad».