EL PRIMER IMPAGO

Atenas carece de medios para afrontar próximos desembolsos

tsipras

tsipras / periodico

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los casi 1.600 millones del euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) que el Gobierno de Atenas debía hacer efectivos hasta esta medianoche no son más que el primero de una serie de vencimientos. A Grecia le espera un verano muy movido en el que tendrá que hacer frente a importantes desembolsos. Para empezar, más de 9.300 millones de euros al Banco Central Europeo --con una prueba de fuego de casi 3.500 millones el próximo 20 de julio-- al FMI y a otros acreedores.

Un montante que no incluye otras facturas de su gasto corriente ni salarios a pensionistas o funcionarios, lo que podría elevar sus necesidades financieras reales en julio y agosto por encima de los 11.000 o 12.000 millones de euros, según fuentes del Ejecutivo comunitario. «Es difícil dar una cifra porque tampoco conocemos el impacto de las vacaciones fiscales. El Gobierno ha estado sin pagar atrasos y al mismo tiempo hay que analizar qué va a pasar en términos fiscales. ¿Podrá seguir pagando la gente sus impuestos o la Hacienda griega recibirá transferencias?», alerta un alto cargo comunitario sobre el futuro más inmediato al que se enfrenta Atenas.

Son montantes de los que el Gobierno de Alexis Tsipras no dispone y de ahí la importancia este martes de parar el reloj del segundo rescate y garantizarse el acceso a los 16.000 millones de euros que desaparecen junto con el programa una vez expirado: 10.900 millones correspondientes a la recapitalización del sistema bancario griego no utilizados pero todavía disponibles, 1.800 millones pendientes del fondo de rescate que no han sido entregados por falta de acuerdo sobre la quinta revisión del programa y otros 3.300 millones de los beneficios obtenidos --1.850 correspondientes al 2014 y el resto del 2015-- por el Banco Central Europeo con la compra de deuda helena y que no han sido transferidos a Atenas también por falta de acuerdo. «Una vez que se ha ido, se fue», sostiene un alto cargo europeo sobre lo que ocurrirá con esta asistencia financiera.

PROGRAMA DEL FMI

Grecia, no obstante, todavía podría tener acceso a los 6.000 millones de euros que quedan del programa de asistencia del FMI y que no expira hasta el primer trimestre del 2016. Su directora gerente, Christine Lagarde, ha dejado claro en más de una ocasión que la entidad con sede en Washington solo abrirá el grifo del dinero si Grecia cumple con el programa de reformas aunque en los últimos meses se había especulado su disposición a transferir 3.580 millones si Atenas pactaba con sus acreedores un programa de reformas y si por supuesto pagaba antes su deuda. Pero eso no solo no había ocurrido, sino que Atenas ha intentado además por todos los medios librarse del Fondo y sus duras exigencias. Conscientes de que el tiempo apremia, los acreedores habían puesto sobre la mesa una última oferta la semana pasada de 15.500 millones de euros.