Los misterios de Iker Jiménez

Las palabras entusiasmo y misterio fueron las más escuchadas ayer en el Teatre Coliseum, en Barcelona, cuando Iker Jiménez (Vitoria, 1963), junto a Carmen Porter, su mujer, presentaron Cuarto Milenio. La exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo 1 de octubre, y los encuentros deCuarto Milenio. La exposición, Las noches del misterio, 

El presentador y director de Cuarto milenio (Cuatro) dejó claro que su misión es «inyectar pasión» y que el gran mérito de la exposición es el entusiasmo. Un lema que comparte con Félix Rodríguez de la Fuente, a quien hace unas semanas le dedicó un programa. «Tu veías a Félix y veías la voz de la naturaleza hablándote. Era un gran entusiasta, un apasionado de lo que hacía», recordó Jiménez, para quien hay misterio en casi todo. «La naturaleza y la física también son misteriosas», apuntó.

Los miedos de Iker Jiménez

Sobre la muestra, que recaló en primavera en Gijón y en verano en Madrid, el presentador subrayó que en esta ocasión hay una zona dedicada a Barcelona, a sus leyendas de misterio y a personajes como la vampiresa del Raval.

Este alavés que a los 11 años ya investigó un supuesto caso de ovnis en su ciudad aseguró que no quiere ser «embajador del miedo». «Miedo da la realidad de la vida», afirmó. Sin embargo sí que reconoció que su mujer y él no desconectan del trabajo ni en casa; su pasión por el misterio y el más allá les impulsa a que sus programas sean una extensión de sus inquietudes. «Nunca he tenido un horario. Esta vida de aprendizaje es la mía, la nuestra», detalló.

Entre infinidad de referencias al mundo de lo desconocido, Jiménez y su mujer recorrieron algunas de las 10 áreas que forman este museo temático. Entre las 500 réplicas de criaturas como esqueletos, momias, vampiros, duendes malignos, bestias marinas y objetos malditos que han causado terror allá donde han ido, el periodista hizo especial hincapié al área de la Criptozona, la zoología misteriosa, así como a Los Visitantes, donde citó alguna vivencia paranormal que más le impactó en la infancia. «Una vez ví un ovni y juro que nunca he sentido tanto miedo», concluye.