EEUU se cansa de los excesos de Bieber

La máxima del mundo de la fama y las relaciones públicas de que es bueno que hablen de uno aunque sea mal empieza a fallarle a Justin Bieber. La ingente cantidad de incidentes protagonizados por el joven canadiense, que el 1 de marzo cumplirá 20 años, podría pronto convertirse en sobredosis. El miércoles, por segunda vez en una semana, pasó por una comisaría (esta vez en Toronto, Canadá, donde está acusado de agredir a un conductor de limusina en diciembre). Ya el miércoles había estado en otra en Miami por unas carreras de coches en las que condujo con carnet caducado y bajo influencia de alcohol o sustancias estupefacientes. Y el día 14 la policía había estado en su mansión de Calabasas (California) después de que un vecino denunciara una agresión de su propiedad con huevos.

EL TIPO '0-1B' / Empieza a haber tal hartazgo con sus maneras gamberras que hasta la Casa Blanca va a tener que pronunciarse sobre él. Casi 200.000 personas habían firmado hasta ayer una petición en la web de la Casa Blanca pidiendo que se revoque al cantante el visado O-1B que le permite vivir en Estados Unidos (EEUU) por demostrar «habilidades extraordinarias en las artes».

Y más allá de bromas frecuentes sobre qué tiene de extraordinario musicalmente Bieber, hay algo serio: la Administración de Obama está obligada a contestar a este tipo de reclamaciones populares cuando superan las 100.000 firmas.

En la que se lee en la web se define a Bieber como «peligroso, temerario, destructivo y drogadicto». Y se añade: «No solo amenaza la seguridad de nuestra gente sino que es una terrible influencia en la juventud de nuestra nación».

Es más que dudoso que la Casa Blanca tome una decisión. Remitirá, posiblemente, a una decisión de autoridades de inmigración o judiciales.  Y la legislación establece que el O-1B se puede revocar si quien lo tiene comete un crimen violento o un acto criminal sentenciado con más de un año de cárcel. De momento, nada de eso está en el historial legal de Bieber en Estados Unidos.

Hace meses ya que su constante presencia en las redes y los medios tiene poco que ver con su música. En el 2013 fue noticia por sus retrasos en los conciertos, por el egocéntrico e inapropiado mensaje que dejó en la casa de Anna Frank, por abandonar un mono en Alemania, por ser fotografiado fumando marihuana, por una pelea con un paparazzo... El miércoles se estrenó su último vídeo musical, que acompaña a su canción Confident (Confiado). Entre las informaciones sobre el paso por la comisaría canadiense y la petición de la Casa Blanca, la cinta pasó prácticamente desapercibida.