LA JORNADA DE LIGA

Suárez remata, el Barça resiste

Un tanto del delantero uruguayo da un valioso triunfo ante el Athletic en un gris y sombrío estreno en el que hasta Messi falló un penalti (0-1)

Luis Suárez celebra el gol marcado ante el Athletic en el debut liguero del Barça

Luis Suárez celebra el gol marcado ante el Athletic en el debut liguero del Barça / periodico

MARCOS LÓPEZ / BILBAO

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Vermaelen saltó más que Aduriz, Bravo apenas sufrió, Messi no estuvo lúcido, Sergi Roberto fue una revelación como lateral derecho, Iniesta peleó cada balón dividido como si fuera un perro de presa... Y el Barça, que salió torturado de San Mamés no hace ni 10 días, abandonó este domingo 'la Catedral' con tres valiosos puntos en un extraño debut liguero (0-1). El campeón sufrió como un equipo pequeño, rechazando balones a patadón limpio, y aprovechó que tiene a Suárez. Cuando no está el 10, llega el 9 para ganar partidos, a la espera de que el 11 se recupere de las paperas.

Jugó más Bravo con los pies que con las manos. El Athletic, fiel a su estilo, presionó, pero el Barça, escaldado por las tonterías cometidas en la Supercopa de España, no cayó en la misma trampa. De tanto que quería asegurar la salida del balón, con un eje inédito en el centro de la zaga (Mascherano-Vermaelen), acababa pegando balonazos sin sentido. No tenía el control del partido. A veces, y aunque no esté escrito en ningún lado, se detecta el miedo. Y eso era lo que tenía este domingo en San Mamés el equipo de Luis Enrique.

Miedo a fallar pases, miedo a construir, miedo a ser valiente, miedo, en realidad, a ser heredero de su estilo donde la pelota no solo sirve para atacar sino también para defenderse. Pero tampoco pasaba apuros. No había noticias de Aduriz y sí de Iraizoz, el héroe de Bilbao.

Lesión de Alves

Poco se asomó el Barça al área vasca. Y cuando lo hacía topaba con el larguirucho y flexible portero del Athletic. Le paró Gorka un penalti Messi, lanzado, todo hay que decirlo, de forma extraña. A la derecha lo tiró Leo. Sin la fuerza que acostumbra y sin mirar hacia donde inclinaba su pesado cuerpo el portero vasco. Ese penalti fallado en un momento tan estratégico (m. 30), quedó incrustado en el rostro de la estrella. Y, por supuesto, del Barça.

El equipo acusó el golpe. Parece más fiable Messi lanzando faltas que tirando penaltis --con el de este domingo ha fallado 14 de los 63 que ha tirado-- y, como no existía presión, ni tampoco salida fluida del balón, el campeón estaba torpe. Iba a oscuras, en segunda, sin posibilidad de cambiar de ritmo. Ni de acelerar. Curiosamente, la lesión muscular de Alves pasado el cuarto de hora inicial abrió la puerta al atrevido Sergi Roberto, que percutió con acierto por la banda derecha disfrazado de lateral. ¡Quién se lo iba a decir a él! Lo hizo bien, con enorme desparpajo y, sobre todo, seleccionando sus cabalgadas. Estuvo preciso en los centros y cuando se ahogaba atrás siempre llegaban las salvadoras piernas de Mascherano para apagar incendios defensivos.

Fútbol plomizo

El juego, pese a que era el debut de la Liga, era digno de agosto. O sea, plomizo, sin chispa, todo oscuro. No había luz en la espléndida y soleada tarde bilbaína. Ni nadie hallaba el interruptor hasta que Balenziaga, castigado de tanto perseguir a Messi, vio como se quebraban sus músculos por ese trasiego. El Barça tuvo un fogonazo genial. Rakitic oteó el horizonte y descubrió a Jordi Alba correr como si le fuera la vida en ello, y es que le iba, para enganchar al primer toque un soberbio centro. Soberbio porque no era nada fácil conectar con el balón que venía volando por el aire. Soberbio porque le permitió dejar solo a Suárez en el corazón de la casa del Athletic. El imponente disparo del delantero uruguayo destrozó la red vasca y llevó un momento de alegría en una tarde espesa donde Messi no era Messi. Falló el penalti, falló dos faltas consecutivas, estrellándolas en la barrera, signo de su impotencia.

Y a cada fase del partido iba perdiendo jugadores. Primero Alves; luego, Busquets. San Mamés, entretanto, a la suya, silbando a Iniesta cuando tocaba la pelota y empujando a su equipo hasta que Messi volvió a ser Messi. Y se sacó de la nada una jugada galáctica, regateando rivales como si fueran cono estáticos, inventando en cada paso que daba hasta que su remate murió en las manos de Iraizoz. Pero el Barça salió vivo porque tuvo fe en su defensa. Resistió de manera heroica y se agarró a su nueve.

Ficha técnica:

0 - Athletic Club: Iraizoz; De Marcos, Elustondo, Laporte, Balenziaga (Bóveda, m.50); Mikel Rico (Gurpegui, m.62), Beñat; Susaeta, Eraso, Sabin Merino (Ibai Gómez, m.62); y Aduriz.

1 - FC Barcelona: Bravo; Dani Alves (Sergi Roberto, m.19), Bartra, Mascherano, Jordi Alba; Sergio Busquets (Bartra, m.68), Rakitic, Iniesta; Messi, Luis Suárez y Rafinha (Sandro, m.82).

Goles: 0-1, min.54: Luis Suárez.

Árbitro: Del Cerro Grande (Comité madrileño). Mostró tarjeta amarilla a los locales Elustodo (34'), Eraso (36), Ibai (70) y a los visitantes Rakitic (44), Vermaelen (64).

Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de la Liga BBVA 2015-2016, disputado en un San Mamés cerca del lleno con 45.000 espectadores. En los previos del partido, la plantilla rojiblanca ofreció a su afición desde el centro del campo el título de la Superopa de España.