FÓRMULA 1

Pedro Martínez de la Rosa: "Me admira la paciencia que demuestra Alonso"

"Sainz me recuerda a Nadal, a Márquez. Son muy críticos con ellos mismos, no se esconden", afirma el piloto

Pedro Martínez de la Rosa, sentado en el pantalán en Portocolom.

Pedro Martínez de la Rosa, sentado en el pantalán en Portocolom.

EMILIO PÉREZ DE ROZAS / PORTOCOLOM

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De momento no corre, pero todo el mundo habla con él. Lo sabe todo de la F-1. Está siendo tentado para correr el Mundial de resistencia y, al final, caerá en la trampa porque le apasiona seguir al volante de algo que corra mucho. Pedro Martínez de la Rosa, que ha pilotado para Jordan, Arrows, Prost, Jaguar, McLaren, Sauber, HRT y Ferrari, dejará hoy su idílico retiro en Portocolom (Mallorca) para volver a enrolarse en el 'gran circo' que le apasiona y que es su vida. La F-1 vuelve en Spa (Bélgica) PDLR regresa a su trabajo de comentarista.

-No hay quien alcance a estos Mercedes, ¿verdad? Es imposible, ¿no?

-Lo más sorprendente es que ninguno de los equipos grandes,con presupuestos infinitos y buenos pilotos, hayan sido capaces de recortar ese segundo, o casi, que les saca Mercedes. Y eso que el reglamento técnico es el mismo del año pasado y, por tanto, intuyes que las escuderías van a igualarse en prestaciones, que es lo que suele ocurrir cuando las reglas, que encorsetan a los ingenieros, no varían de un año a otro.

-¿Y todo es el motor Mercedes?

-Ni mucho menos. La diferencia no se fundamenta solo en el motor. Mercedes también posee, en estos momentos, el mejor conjunto aerodinámico. Hay equipos que, tal vez teniendo una gran aerodinámica, como ocurre con Red Bull y Toro Rosso, están muy penalizados por las carencias de su motor, en este caso el Renault. Esos dos equipos, con un propulsor Mercedes, seguro que lucharían con los Mercedes. Pero todos pecan de algo y esas siete u ocho décimas ¡por vuelta! que Mercedes les mete a todos se mantiene como el gran problema de la F-1. En resumidas cuentas: falta lucha.

-Lucha y, por tanto, espectáculo.

-Es demasiado predecible. Ese es, según mi opinión, el gran problema de la F-1 actual. Antes de empezar ya se sabe lo que ocurrirá. Tiene que pasarle algo a los dos Mercedes, no solo a Lewis [Hamilton], también a Nico [Rosberg], para que ocurra algo distinto, para que aumente el interés, para que sucedan cosas en la pista. Si Mercedes no se equivoca, no pasa nada. Ganan ellos. Las carreras se han convertido en un partido de tenis: o gana Lewis o gana Nico. No hay otra. Pero, ¡ojo!, yo no criticaría a Mercedes, sino al resto de equipos, que no están haciendo bien su trabajo.

-Sobre todo McLaren ¿no?, cuya asociación con Honda está resultando sorprendentemente negativa.

-Está siendo un fiasco total. En ese sentido, lo que más me sorprende es que Honda retrasara un año su entrada en la F-1 y, cuando entra, coseche este fracaso y demuestre no estar preparada aún para ese reto. Si retrasas tu entrada es porque, cuando entres, serás la bomba. Es mejor no estar que estar mal. No puedes generar tanta expectación para esto.

-Puede ser que el pecado es que son demasiado japoneses.

-Son muy japoneses, sí. Para lo bueno y para lo malo. Todos los japoneses son muy japoneses. Los grandes constructores japoneses son así: lo hacen ellos, con los suyos, con su programa, con su timing y a su manera. No parecen tener las urgencias que tenemos los aficionados. Y más los aficionados españoles, que tenemos a Fernando [Alonso] al frente de ese ilusionante proyecto. Pero, sí, parece que ellos no tienen prisa. Ya ganarán. No les importa el cuándo; solo les importa el cómo. Es decir, a su manera, con los suyos, con ingenieros japoneses muy jóvenes, tal vez demasiado jóvenes.

-¿Les iría bien un barniz europeo?

-Por descontado, creo yo. El mundillo de la F-1 es un mundillo muy europeo, muy cerrado. Los equipos, las escuderías, las marcas, los motoristas, aunque no sean europeas, han de estar en Europa, que es donde está la tradición, la experiencia, la afición, las carreras. Inglaterra es el centro de todo. Hacerlo desde Japón es complicar mucho las cosas. Hacerlo como quiere Honda le supondrá más tiempo, y en F-1 el tiempo es lo único que no sobra.

-Usted, que habla asiduamente con Fernando Alonso, ¿cómo lo ve?

-Me admira la paciencia con la que Fernando asume este desastre, y se lo digo cada vez que lo veo. No sé si otro aguantaría tanto, porque para pilotos como Fernando y Jenson Button -no olvidemos a Jenson, que también es campeón del mundo- no poder ¡ni siquiera!, como le ocurrió a Jenson en Bahréin, arrancar el coche es muy, muy duro. Demasiado. Y ellos siempre sonríen, siempre ofrecen su mejor cara, tiene un actitud inmaculada y se muerden la lengua, midiendo las palabras. Y, encima, siempre son positivos. Saben que remontarán el vuelo, ¡claro que sí!, porque el poder de Honda es increíble, pero se hubiesen podido ahorrar buena parte de este bochorno.

-Hábleme de Carlos Sainz...

-Espectacular, una auténtica revelación. Esta haciendo una temporada fantástica. Es rápido, muy rápido, pero lo que más me gusta es su madurez, parece que lleva 10 años entre nosotros. Un chico de 20 años, muy autocrítico y con un discurso inmaculado y muy correcto, sin estridencias, sincero. Cuando se expresa, me recuerda a Rafael Nadal o a Marc Márquez, dos campeones que, como Carletes, no tienen problemas en admitir sus errores, no se esconden, no buscan excusas y, sobre todo, siempre dan la sensación de que mañana, es decir, al día siguiente, tratarán de hacerlo mejor. Y lo demuestran. Yo creo que a los tres les viene de familia. Son deportistas a los que sus padres han sabido transmitirles el espíritu competitivo más sano, el de aquellos que quieren ser mejores a través del deporte.