Marc Roca, la brújula del Espanyol

La constancia y la persistencia son dos cualidades fundamentales para triunfar en el deporte. Más allá del talento innato, la fe ciega en uno mismo ayuda también a derribar obstáculos. Marc Roca, nacido en Vilafranca pero criado en la Granada del Penedès, puede corroborar esa realidad.

Lleva media vida en el Espanyol (llegó a los 11 añitos y cumple 22 en noviembre) y nunca fue el mejor futbolista de su generación, pero jamás bajó los brazos, ni siquiera después del curso pasado, en el que estuvo olvidado por Quique Sánchez Flores. Con David Gallego empezó a ver la luz y Rubi le ha entregado las llaves del equipo. Titular indiscutible en el inicio de Liga, esta semana debutó con la selección española sub-21. Marc Roca está de moda.

De Vilafranca a Sant Adrià

Merecía un empujón así el mediocentro catalán, que subió al primer equipo hace un par de años junto a su inseparable Aarón Martín, ahora en la Bundesliga. Jugó 25 partidos de Liga en ese primer ejercicio con Quique. Luego llegó el apagón. Ocho encuentros (258 minutos) disputó la pasada temporada, en la que se barajaron ingratas cesiones en el mercado de invierno al Leganés, el Córdoba y el Huesca de Rubi. Pero Marc siguió persistiendo con ese dorsal 21 a la espalda, el primero en lucirlo desde la trágica muerte de Dani Jarque en el 2009.

El mediocentro del Penedès es un caso típico de crecimiento y desarrollo de la fantástica fábrica de Sant Adrià. Llegó al club el 2008 de la mano, cómo no, de Manel Casanova, el mítico exresponsable de la cantera blanquiazul que falleció de un infarto el año pasadoinfarto .

El sexto sentido de Manel Casanova

"Marc jugaba en el Vilafranca y se formaba en la Escola del Barça, que también mostró interés por él. Manel me vino un día y me dijo: 'Dani, he visto un chico interesante al que deberíamos probar'. Entrenó un par de veces con nosotros y lo llevamos a un prestigioso torneo de verano en Bruselas. Fuimos campeones superando a equipos como el Arsenal, Dortmund, Bayern, Chelsea… En la final ganamos al Anderlecht y Marc Roca marcó un golazo desde fuera del área con la zurda", recuerda para EL PERIÓDICO su primer entrenador en el Espanyol, Dani Fernández, que ahora dirige el juvenil A del Mercantil.

Debutó en la cantera perica hace una década con un golazo en la final de un torneo infantil veraniego en Bruselas

No hubo dudas con la resolución final. "Nos lo quedamos, es muy bueno", le dijo a Casanova. "El sexto sentido y el talento de Manel nunca fallaban", recuerda con emoción Fernández, que dirigió a Roca en su primer año perico en el infantil B.

Extremo, lateral y pivote

El canterano empezó en el Espanyol como extremo izquierdo, después jugó de lateral con Jacint Magriñá y pasó al pivote en el cadete A, también a las órdenes de Dani Fernández. "Recuerdo perfectamente que jugó su primer partido ahí contra el Premià. Teníamos bajas en esa posición y decidimos probarlo de mediocentro. Reunía todas las condiciones: recorrido, buena salida de balón, despliegue físico. Se salió aquel día y jamás abandonó ya esa posición".

Roca se fue afianzando en la cantera perica pero sin llamar especialmente la atención. Sus padres tampoco tenían grandes esperanzas. "Ellos pensaban que jugaría como máximo en Tercera. Era una familia educada, exquisita y respetuosa con los técnicos que jamás le metió presión al chaval. No tenían esa ambición", cuenta Fernández, orgulloso de dirigir a una hornada de jugadores que "superaba al Barça con el balón".

Una esponja

El técnico remarca a Aarón Martín (Mainz) y Pablo Maffeo (Stuttgart), unos meses más jóvenes que Marc, como estandartes de aquella generación. También cita al central Lluís López, ahora en el filial, y Óscar Melendo por delante de Roca.

"No lo veía tan lejos. Se quedó fuera, incluso, del torneo de infantiles de la tele. No lo convocamos, pero era una gozada entrenarlo, de los chicos más intelegentes que he tenido" (Dani Fernández, primer ténico de Roca en el infantil B)

"Te juro que no lo veía tan lejos. Recuerdo, incluso, que no le convocamos para el clásico torneo de infantiles de la tele en Tenerife. Eso sí, era una gozada entrenarlo. Marc era una esponja asumiendo cosas, de los chicos más inteligentes que he tenido. En el juvenil con David Gallego empecé a verlo con opciones de llegar lejos. Es una satisfacción enorme verlo en Primera. Eran niños y ahora salen en la prensa. Creo que se consolidará. El fútbol de Rubi le va de maravilla", valora Fernández.

Economía y 'coaching'

El míster recuerda con cariño las diferencias entre Aarón y Marc Roca. Mientras el carrilero era alérgico a los libros y tuvieron que ponerse "firmes" en ese ámbito, el pivote era un ejemplo. El jugador del Penedès no ha descuidado la formación. Empezó un Grado de Economía en la UB pero tuvo que dejarlo por la dificultad para compaginar horarios al dar el salto a la élite. Está asesorado en temas de Comunicación y su próxima idea es estudiar Coaching, ya que está muy interesado en temas de crecimiento personal, deportivo y nutricional.

Esa capacidad para procesar información y mejorar es una de las cosas que más valora el técnico perico.  "No se esconde, mira siempre hacia adelante. Tenemos que cuidarlo y no dejar que se relaje", cuenta Rubi. El 21 de Jarque tiene el mejor dueño posible. "Su muerte fue un choque brutal para nosotros. Venía siempre al fútbol base y todos lo admiraban. Llevar ese número implica muchísimo en el Espanyol. Es una camiseta sagrada", concluye Dani Fernández, el primer técnico de la aventura perica de Marc Roca.