LOS EUROPEOS DE NATACIÓN DE BERLÍN

Jessica Vall abraza el éxito a los 25 años

La barcelonesa logra el bronce en los 200 metros tras priorizar los estudios

Vall, a la izquierda, posa con la medalla de bronce junto a la danesa Pedersen, campeona, y la británica Renshaw, plata.

Vall, a la izquierda, posa con la medalla de bronce junto a la danesa Pedersen, campeona, y la británica Renshaw, plata.

JOAN CARLES ARMENGOL

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La vida es muchas veces cuestión de prioridades; el éxito, también. Jessica Vall, que el próximo 22 de noviembre cumplirá 26 años, ha llegado tarde a los puestos de privilegio de la natación, pero ha llegado.

El motivo del aparente retardo de la nadadora barcelonesa es que, durante muchos años, antepuso sus estudios al deporte, a pesar de sus evidentes cualidades para la piscina. Para ella, conseguir la licenciatura en Biomedicina era, entonces, prioritario. Ahora, logrado el objetivo, y mientras realiza prácticas como becaria en el Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona, aún con pocas responsabilidades laborales, cree que ha llegado el momento de exprimir todas sus cualidades como nadadora. Ayer, en la final de los 200 metros braza de los Europeos de Berlín, se llevó su primera gran recompensa: el tercer puesto, una medalla de bronce y, sobre todo, la confirmación de que su camino en la natación no solo no está en entredicho sino que acaba de comenzar... a sus 25 años.

MEJOR QUE MARINA / Los Mundiales de Barcelona del pasado verano fueron su primera gran competición, pero pagó la novatada y no alcanzó ninguna final. «Acudí sin expectativas concretas; a Berlín he venido más en forma y con ganas de hacer un buen papel». Y Jessica lo ha conseguido. El miércoles se le escapó el bronce en los 100 braza por 15 centésimas. Ayer, en una final de menos a más, como le gusta, progresó, en un último largo muy pujante, del cuarto puesto que ocupó en todo momento hasta el tercero, del que apeó a su gran rival en la braza catalana y española, Marina García, más joven que ella (20 años) pero mucho más experimentada en campeonatos internacionales.

Tras su reacción, Vall cerró el crono en 2.24.08 y quedó solo por detrás de la danesa Rikki Moller Pedersen (2.19.84, récord de los campeonatos) y la británica Molly Renshaw (2.23.82), con quienes compartió su primer gran podio. García bajó en los últimos 50 metros hasta el quinto puesto (2.24.96). La joven barcelonesa criada en el CE Mediterrani no obtuvo ninguna recompensa a su año de entrenamientos en la universidad californiana de Berkeley, donde seguirá tres años más cursando la carrera de Sanidad Pública.

«Ya tengo ganas de que sea el 1 de septiembre para volver a entrenar y volver a demostrar que puedo estar ahí», aseguró una entusiasmada Vall, que aprovechó bien la ausencia de la lituana Ruta Meilutyte, una de las mejores bracistas, de regreso de los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nankín (China). «Quizá el día del 100 me tiré demasiado nerviosa. Hoy lo he gestionado un poquito mejor y he intentado hacer una carrera de menos a más, que es lo que he estado entrenando. Ha salido como esperaba y al ver que he sido tercera he tenido ganas de llorar, de reír, todo a la vez».

HOY, TRES FINALISTAS / La jornada de ayer, con siete nadadoras españolas en liza (y ningún chico), fue el preludio de las prometedoras finales de hoy. Mireia Belmonte, recuperada del ciclópeo esfuerzo del jueves, se clasificó con la mejor marca para la de 1.500 libre; Merche Peris lo hizo en los 50 espalda con el segundo crono; y Melani Costa espera mejorar en los 200 libre sus 1.57.24 de ayer, sexta marca entre las finalistas.