Los jueces echan a Nibali de la Vuelta

El ganador del Tour 2014 se agarró del coche de su director tras descolgarse por una caída

SERGI LÓPEZ-EGEA / ÁLORA

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Vincenzo Nibali ha pasado este domingo de la gloria del corredor caído, que se esfuerza por conectar, que aprovecha el trabajo de sus compañeros, que pelea por no quedar descolgado en la segunda etapa de la Vuelta a España, a ser el villano que se agarra del coche de su director para salir como impulsado por una motoGP y conecta casi sin esfuerzo con el pelotón.

A las primeras de cambio, con apenas dos etapas --que de hecho solo ha sido una porque la contrarreloj por equipos del sábado no contó por la polémica de la tierra--. la Vuelta 2015 se ha quedado sin uno de sus valores, sin Nibali, sin 'el Tiburón', sin el vencedor del Tour 2014, expulsado de la carrera con toda justicia, sin la clemencia que Stefano Zanini, el director del Astana, ha pedido a los jueces, que son los que aplican el reglamento. Está prohibido agarrarse de los coches. Es una trampa y solo hay una posibilidad: la tarjeta roja.

"Ponedle la sanción máxima, ponedle 10 minutos, pero, por favor, no lo echéis de la Vuelta", así se expresó el técnico del conjunto kazajo a los jueces de la ronda española. Pasaban unos minutos de las ocho de la tarde, en lo que ya empezaba a ser una reunión interminable del jurado. "La decisión ya está tomada", contestaron. Nibali ya estaba fuera. Y por la puerta de atrás.

Caída masiva

Sucedió que a 33 kilómetros de la meta hubo una caída masiva, con buena parte de los ciclistas de la Vuelta esparcidos por el asfalto; entre ellos Nibali. El Astana dispuso un perfecto sistema de gregarios para ayudar al corredor siciliano a reintegrarse al pelotón. Hasta aquí todo perfecto. Nibali perdía más de un minuto cuando conectó con otro grupo de rezagados.

Fue entonces cuando el italiano se colocó al frente del pequeño pelotón. Y entonces llegó el coche del Astana --lo que se observó en una imagen televisiva aérea que no se apreció en la retransmisión en directo de la etapa pero que sí empezó a circular por las redes sociales--, Nibali se agarró del retrovisor izquierdo y en un abrir y cerrar de ojos, por lo menos a 60 kilómetros por hora, el ciclista partió sin dar una sola pedalada, impulsado por el vehículo de su equipo, hacia el pelotón de las figuras con el que conectó para afrontar enseguida la primera cuesta de la carrera, denominada Caminito del Rey, en el interior de la sierra malagueña.

Nibali, sin embargo, y pese a la ayuda extra de su equipo, se descolgó cuando comenzaron los ataques en los últimos tres kilómetros de la etapa. Cedió un minuto y medio, pero salvó, solo aparentemente, una situación delicada, que luego se giró en su contra al ser descubierta la estrategia antirreglamentaria.

Triunfo de Chaves

La situación oscureció la victoria de Esteban Chaves, ciclista colombiano, que atacó a falta de un kilómetro, después de responder a un demarraje de Nairo Quintana, el primero de los favoritos que se movió en una ronda española que ha empezado con polémica. "Las imágenes, que eran de Eurosport, son muy claras. Nibali se agarró al coche de su equipo y por eso lo expulsamos de la Vuelta. No había otra posibilidad. También echamos de la carrera a su director, Alexander Sheffer, que era quien conducía el coche al que se enganchó Nibali", explicó Bruno Valcic, presidente del jurado internacional, la máxima autoridad de la Unión Ciclista Internacional (UCI) en la Vuelta.

"Es un hecho lamentable. Yo nunca había visto un agarrón tan descarado. Es una mala imagen para el ciclismo internacional y un golpe para la Vuelta. Pero reglamentariamente no había otra opción", dijo Javier Guillén, director de la Vuelta.