Los pactos de izquierdas dejan al PP sin Castelldefels y Badalona

Reyes, alcalde saliente.

Reyes, alcalde saliente.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA

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Apartir de hoy, al colorear el mapa político del área metropolitana de Barcelona no habrá que recurrir al rotulador con el tono azul popular. Un cambio cromático que ilustra el giro ideológico que experimentan Castelldefels y Badalona con la irrupción de nuevas fuerzas de izquierdas que propician ese vuelco en los que hasta hoy eran los dos bastiones conservadores en Barcelona.

Hasta el último suspiro se aguardó en Castelldefels para comprobar la capacidad de la socialista María Miranda y sus tres concejales para aglutinar la mayoría con la que desalojar a los populares del consistorio. Lo podrá conseguir tras granjearse la complicidad de Castelldefels Sí Pot (2 concejales), ERC (3) y Movem (ICV, con 4). Al empatar en el número de representantes, el mandato estará dividido en dos periodos bienales.

La cabeza de lista de Movem, Candela López, será la máxima responsable hasta el ecuador del mandato, cuando cederá la vara a Miranda. López centró las prioridades en «dar respuesta a la emergencia social» y apuntó al empeño de «dotar de transparencia la acción política e impulsar  mecanismos de participación ciudadana. La futura coalcaldesa justificó su estrategia por la coincidencia en aspectos clave del programa con el resto de fuerzas y para dar respuesta «al deseo de la mayoría de la ciudadanía», en alusión a la voluntad de un relevo del PP.

Miranda coincidió en focalizar  los recursos disponibles en «los problemas reales de la ciudad», entre los que citó la recuperación económica y mejorar el acceso a la vivienda, la sanidad y la educación. «Hacer de Castelldefels un lugar donde se pueda vivir con dignidad y justicia social», sintetizó.  También se marcó el objetivo de «consensuar con vecinos y agentes económicos un nuevo modelo turístico para la ciudad».

El alcalde saliente, Manuel Reyes, hablaba de «pacto de la vergüenza», ya que «echar al PP», que obtuvo 8 concejales, «es lo único» que cree que tienen en común. «Llevan semanas hablando de pactos de izquierda y de líneas rojas para excluir al PP». Y cargó contra el PSC por «vender la ciudad a los independentistas» y «traicionar» a su electorado.

Con argumentos similares se ha pronunciado Xavier Garcia Albiol en Badalona, al constatar desde la misma noche electoral que pese a sus 10 concejales, su propia salida del poder era la cadena de transmisión por la que Dolors Sabater, cabeza de lista de Guanyem Badalona, obtendrá hoy el  a su investidura por parte del PSC, ERC e ICV. CiU se dividirá entre el  del regidor de CDC y la abstención del de Unió.

El apoyo de republicanos y ecosocialistas irá más allá del pacto de hoy, al acceder a la propuesta de integrar el nuevo gobierno badalonés a cambio de las carteras de Badalona Habitable -que incluye urbanismo, movilidad y paisaje- y Prosperidad y Sostenibilidad -que abarca las áreas de promoción económica y medio ambiente-, respectivamente.

El líder socialista, Álex Pastor, dijo conocer que Esquerra e ICV habían pactado con Guanyem Badalona su participación en el consistorio, pero negaba haber recibido «ninguna propuesta formal» para sumarse al proyecto municipal. «Hemos avanzado mucho en las negociaciones sobre la posible estructura del ayuntamiento cuando Sabater sea alcaldesa, pero nada más». El dirigente, no obstante, no cerró la puerta a seguir conversando sobre esa posible entrada en el gobierno. En los últimos días, había mostrado su inquietud por compartir mandato con un partido, GB, que pretende integrar a la ciudad de Badalona como un espacio dinamizador «del proyecto soberanista». Para el cabeza de lista socialista en Badalona, en ese escenario «quizás estaría más cómoda CiU que el PSC».