INICIATIVA PIONERA

Las acelgas más solidarias

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Helena López / Barcelona

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Este viernes era el segundo día de cosecha, el primero para los chicos de la Fundació Joia, entidad que trabaja con personas con trastornos de salud mental. Sanae, con 28 años, lleva cuatro en Barcelona, desde que abandonó su Marruecos natal. La satisfacción es evidente en su rostro cada vez que pesa un manojo de acelgas, antes de colocarlo con cuidado en una de las cajas que aguardan en el suelo de la azotea. Esta mañana han sido 27,13 kilos, la misma cantidad que el miércoles anterior, cuando hicieron su primera cosecha los compañeros del otro grupo de usuarios de este singular huerto, en su caso personas con discapacidad intelectual intelectual. 

"Me encanta venir al huerto, y aún más saber que esta cosecha va a servir para ayudar a personas que lo necesitan. También me gusta mucho cocinar. ¡Tengo muchas ideas para estas acelgas!", explica Sanae mientras espera el ascensor, caja de acelgas en mano, para bajar del terrado de la sede del distrito dirección al comedor social de Canpedró, a escasos metros -más kilómetro cero imposible-, a hacer entrega de la cosecha. A su lado, Mercè, de 59 años, y Núria, de 45, se abrazan igual de contentas. Mercè, además, tiene experiencia. "Trabajé en Parques y Jardines", recuerda. La sonrisa no se borra de sus caras mientras brindan con los refrescos que les han preparado en el comedor.

Halime, cocinera voluntaria de Canpedró, se la ve igual de radiante: "Son buenísimas. Muy limpias y muy tiernas. Cuando las probamos, nos encantaron. No solo a los usuarios, ¡también a nosotras!".

No tienen tierra porque han crecido en perlita y han sido cogidas con esmero hoja a hoja. El sistema hidropónico hace que la plantación no pese mucho -es una azotea- y produzca más. Tanto que les permitió cerrar un convenio de colaboración con el comedor de Canpedró, donde cada día comen dos turnos de 44 personas, sobre todo "personas mayores, con pocos recursos y que están solas", cuanta Sandra, otra de las voluntarias, en su casa de la sala. "A los usuarios del comedor les explicamos siempre de dónde vienen las donaciones, y les gustó saber que estas acelgas estaban sembradas aquí al lado, en el marco de otro proyecto social", prosigue. 

Proyecto que se expande

Tras el éxito del huerto en el terrado de la sede del distrito de Sants -que es el hermano pequeño del de la azotea de la sede del Institut Municipal de Persones amb Discapacitat (IMPD) - en la calle de València- varios edificios municipales con terrados infrautilizados se han ofrecido para sumarse al proyecto. "Ya tenemos dos casi casi cerrados en Ciutat Vella", apuntan orgullosos Núria Cardona y Ferran Urgell, técnicos del IMPD responsables del proyecto. 

Otra de las personas más emocionadas este viernes en este tejado de la calle de la Creu Coberta es José Montero, responsable del huerto por parte del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (IRTA), cuya implicación en el proyecto ha sido clave para lograr una producción tan grande, más que en tierra (y rica, según coinciden todos los que la han catado). "No solo estaban emocionados los chicos al sentirse que esta vez eran ellos los que ofrecían ayuda a los demás, no los que la recibían; las cocineras de Canpedró nos mandaron al móvil fotos de las acelgas cocinadas. Fue muy emotivo", relata Montero con los ojos brillantes.