PROMOCIÓN DE LA MOVILIDAD SOSTENIBLE

Sin noticias del Bicing

Un usuario se dispone a coger una bicicleta en una de las estaciones del Bicing.

Un usuario se dispone a coger una bicicleta en una de las estaciones del Bicing.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Bicing se estrenó en marzo del 2007 con Jordi Hereu al frente del Ayuntamiento de Barcelona. Dos alcaldes después, es momento de replantear el invento o de darle continuidad. La tarea recae en el gobierno de Ada Colau, ya que en menos de un año vence el contrato de diez años con la empresa Clear Channel, que explota el servicio desde el primer día. El ayuntamiento todavía no ha dado pistas sobre cuál es el modelo de bicicleta pública que quiere implantar, pero en breve debería convocarse un nuevo concurso público. Será así a no ser que se prorrogue la actual concesión a la espera de la concejalía de Movilidad perfile un plan definitivo. 

Carles Benito, portavoz del Bicicleta Club de Catalunya (BACC), explica que su entidad ha pedido al consistorio tratar este asunto en repetidas ocasiones. Sin suerte. "Nos dicen que lo están valorando, pero nunca nos han dicho por dónde irán los tiros", sostiene. Un portavoz municipal explicaba en octubre a este diario que la apuesta por el Bicing de Barcelona en Comú es "firme", y que el ayuntamiento empezaría pronto a redactar "el pliego técnico y administrativo para el nuevo contacto". 

INTEGRACIÓN TARIFARIA

La empresa que se haga cargo del servicio contará con un presupuesto cercano a los 15 millones de euros y deberá gestionar 420 estaciones y 6.000 bicicletas, además de una cartera de casi 100.000 abonados. Lo que sí ha deslizado en alguna ocasión el gobierno de Barcelona en Comú es su voluntad de integrar el Bicing en el sistema tarifario del transporte público, propuesta que el BACC ve con buenos ojos "porque no tiene sentido que la bicicleta pública quede al margen del bus o el metro". La capital catalana, a diferencia del resto de ciudades con este servicio, no permite el uso por horas, días o semanas. En teoría se descartó para evitar que los turistas lo utilicen, pero a ojos del BACC es una medida desincentivadora que no ayuda a la intermodalidad del transporte público. "Tenemos ganas de hablar sobre el Bicing y de que las cosas se hagan bien, pero por ahora, nada", zanja Benito.