EL USO DEL ESPACIO PÚBLICO EN UN LUGAR SATURADO

Colau ofrece permisos provisionales a las terrazas de la Boqueria

Porches del mercado de la Boqueria

Porches del mercado de la Boqueria / periodico

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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Nuevo capítulo en el culebrón del verano en la Boqueria. Este miércoles, la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, se ha reunido con los restauradores de los porches del mercado para intentar buscar una salida de consenso al "desbarajuste heredado[del gobierno anterior]", en palabras de la edila. Tras el encuentro, Pin ha anunciado que estudiará "lo antes posible" caso por caso, y que todos los negocios que cumplan con los requisitos legales podrán disponer de inmediato de una licencia provisional. Algo que les permitirá -"de adecuarse a la norma", ha subrayado con insistencia Pin-, volver a colocar las terrazas hasta que se termine de redactar la ordenación singular del espacio, en la que se pondrán a trabajar tras el verano. 

Esta reunión no resuelve el conflicto, pero rebaja la tensión entre los restauradores de la zona y el gobierno municipal, que se arrastra desde la llegada del mismo al consistorio, pero que aumentó hasta hacer saltar chispas el pasado jueves, cuando la Urbana retiró todas las terrazas sin licencia.

Los papeles no dejan lugar a dudas. Solo tres de los 23 locales de situados en los porches del mercado, que cada día tiene más de atracción turística que de lonja, disponen de licencia de terraza. Del resto, cinco ni siquiera tienen licencia de actividad, cuatro están cerrados y 11 no tienen licencia de terraza, pero sí de actividad. Son esos 11 los que pueden optar a esa licencia provisional que les permitirá trabajar en la terraza este verano.

DOBLE PROVOCACIÓN

Pese a ser conscientes de que operaban sin licencia -la guerra empezó el verano pasado, con la ola de multas que recibieron tras el aterrizaje del nuevo equipo de gobierno- los restauradores entendieron la retirada de las terrazas por parte de los operarios municipales como una provocación del equipo de gobierno, a la que respondieron colocando de nuevo las mesas, de forma simbólica, eso sí. Los restauradores han asegurado siempre que tenían un acuerdo verbal con la anterior concejala, la convergente Mercè Homs, quien les prometió licencias a cambio de adecentar la zona. 

Pin responde que una administración no puede funcionar a base de acuerdos verbales, y defiende la actuación del jueves pasado asegurando que se trata de una cuestión de seguridad. "Se debe de asegurar la entrada al mercado y, sobre todo, una posible evacuación", ha apuntado.

SUELO PRIVADO

El Gremi de Restauració de Barcelona ha hecho público también este miércoles un comunicado en el que su presidente, Pere Chias, señala que "demasiadas familias, de restauradores y de trabajadores, dependen de estos establecimientos". El gremio pide al consistorio que la solución definitiva se diseña teniendo en cuenta "que hablamos de terrazas instalado en espacios que, a pesar de que tengan un uso público, son de titularidad privada". "Existen dudas fundamentadas sobe la legalidad y se aconseja realizar un análisis jurídico en profundidad", concluye el comunicado de la patronal de la restauración.