BCN da un tímido primer paso hacia el autobús 100% eléctrico

De momento es solo una unidad dentro de una flota de más de 1.000 vehículos, pero para el ayuntamiento y TMB supone el primer paso hacia un nuevo modelo de movilidad basada en la energía eléctrica. La empresa de transportes israelí Dan Bus encargó el año pasado 700 autobuses a la compañía china BYD para renovar la mitad de su plantilla motorizada. Barcelona va a otro ritmo, y durante dos años se queda uno de estos K-9 en régimen de alquiler a razón de 11.580 euros mensuales. En el 2015, quizás con la empresa de transporte público algo más saneada y la tecnología mejorada -además de más barata-, puede que sea el momento de apostar con fuerza.

Xavier Trias charló un buen rato con otro Xavier, un amable conductor de TMB. Compartieron experiencias con los vehículos eléctricos. Le dijo el alcalde que hace algún tiempo usó uno, y que se quedó muy sorprendido al comprobar que la autonomía apenas se había movido durante el tiempo que estuvo al volante. Le respondió su tocayo que según la conducción, la batería durará más o menos, y que pisar el acelerador dispara mucho el consumo.

El K-9 que ya puede verse por las calles de Barcelona duerme cada noche en la cochera de Horta. Ahí recibe una carga de unas cinco horas, suficientes para rodar 250 kilómetros sin apuros y cubrir las cerca de 16 horas de circulación diaria de cualquier línea a la que pronto prestará su servicio. Xavier, el conductor, le dijo al alcalde que el hecho de que este bus chino no haga ruido no supondrá un peligro para los peatones que cruzan sin mirar. De hecho, una vuelta por Montjuïc sirvió para espantar ese temor del atropello silencioso, además de para demostrar que puede con las subidas a pesar de tirar de vatios y no de caballos. El motor sí hace ruido, aunque mucho menos que el resto de la flota de TMB, «la más limpia de Europa», según defendió Joaquim Forn, primer teniente de alcalde.

El director de autobuses, Jaume Tintoré, aseguró que estos vehículos, además de formar parte de una estrategia empresarial y política, a la larga salen más baratos que los actuales de combustión. Los coches de TMB tienen una vida media de 14 años. En ese tiempo, se supone que el ahorro de combustible equilibrará el sobrecoste que ahora tienen los modelos eléctricos. Fue imposible conseguir que alguien de la empresa facilitara el precio del K-9, quizás para evitar que el lector se quede con una elevada cifra sin ir más allá. No queda otra que echar mano de internet, y allí, en la red, puede comprobarse que este bus tiene un coste de entre 400.000 y 450.000 euros. Pero eso será dentro de dos años, o no.

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