Barcelona suspende licencias en 10 solares del Eixample para estudiar su compra

Se distribuyen en los seis barrios del distrito, de la Sagrada Família a Sant Antoni, y el objetivo, cuentan, es común: intentar dar respuestas a las necesidades de equipamientos públicos en el territorio más denso de la ciudad, en el que vive el 16,4% de la población de Barcelona. El gobierno municipal ha anunciado este miércoles la suspensión de licencias -es decir, que no darán permisos para construir nada- en un conjunto de 10 solares de titularidad privada del Eixample, para estudiar su compra y futuro usos como equipamiento público. Siguiendo la lógica que está marcando la hoja de ruta del gobierno de Colau, que se podría resumir en un "si la ciudad no la haces tú (administración), la harán ellos (inversores)". Y, sobra decirlo, los intereses de los inversores no suelen coincidir con las necesidades de los barrios.

Actualmente, el Eixample tiene una media de 2,9 metros cuadrados de equipamiento por habitante, la más baja de Barcelona y muy por debajo de la media, que está en 6,75. Esa situación se da en el contexto de un distrito con un tejido muy consolidado, en el que el suelo es escaso y donde el porcentaje de vivienda pública es inferior a la media de la ciudad -ya de por sí baja-, lo que dificulta, además, atender la urgencia de viviendas para jóvenes y ancianos.

Ante esa situación, y siguiendo esa lógica 'común', el municipio ha identificado 10 solares privados calificados como equipamiento en los que se ha suspendido durante un año el otorgamiento de licencias y comunicados de obras y la tramitación de planeamiento para poder estudiar cuáles de ellos -probablemente no se haga con todos- pueden acoger los equipamientos y vivienda pública que hacen falta en el distrito.

ESPERANZA PARA EL TALIA

Uno de los 10 solares es el situado en el número 100 de la avenida del Paral·lel, entre las calles de Marqués de Campo Sagrado y Viladomat, en el que históricamente se había levantado el teatro Talia, después Martínez Soria, y que la asociación cultural con su nombre -Talia, no Martínez Soria- lleva años reivindicando como equipamiento cultural, por aquello de reivindicar el pasado farandulero de la avenida.

El espacio es propiedad de una empresa que pretendía levantar en él una residencia de estudiantes, lo que generó un fuerte rechazo vecinal. Oposición que venía no solo por la oportunidad perdida de recuperar el espacio para usos culturales, sino porque en el contexto actual las residencias de estudiantes en muchas ocasiones acaban funcionando en la práctica como hoteles encubiertos. La concejala de Urbanismo, Janet Sanz, y la del Eixample, Montserrat Ballarín, han apuntado que su intención es combinar en el lugar un equipamiento cultural -lo que sería una victoria vecinal- y vivienda dotacional.

Otro de los solares dentro de este paquete está justo al lado de la escuela Auró, en la isla comprendida entre las calles de Mallorca, Urgell, València y Borrell. El gobierno municipal estudia destinarlo a usos docentes. En la misma dirección, la isla situada entre Aribau, Roselló, Enric Granados y Provença, justo al lado del instituto Poeta Maragall, podría también dedicarse a actividad educativa.

En el barrio de la Sagrada Família, uno de los solares en juego está en la isla de casas entre Mallorca, Nàpols, Provença, Sicília, donde actualmente hay una guardería municipal. A parte de este equipamiento, hay tres piezas con destino de equipamiento de titularidad privada. La primera se prevé destinar a usos sociales. La segunda es un equipamiento grande, ya construido, pero en desuso, y la tercera, aún más grande, incluye la fábrica Myrurgia, catalogada.