RESTITUCIÓN DE UN SÍMBOLO DERRUIDO POR PRIMO DE RIVERA

Montjuïc recuperará en diciembre las columnas de Puig i Cadafalch

El alcalde Jordi Hereu y el republicano Jordi Portabella (tercero y cuarto por la derecha), ayer, sobre los andamios de las cuatro columnas de Montjuïc.

El alcalde Jordi Hereu y el republicano Jordi Portabella (tercero y cuarto por la derecha), ayer, sobre los andamios de las cuatro columnas de Montjuïc.

ROSA MARI SANZ / Barcelona

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La foto se volvió a repetir ayer: el alcalde Jordi Hereu y su exsocio de ERC Jordi Portabella encabezando un acto que se produce antes de que los republicanos den el necesario sí definitivo para que el gobierno del bipartito saque adelante los presupuestos del 2011, lo que debe leerse como un gesto del gobierno local para acabar allanado el camino hacia la aprobación final. El acto en cuestión fue una visita a las obras de reinstauración de las cuatro columnas jónicas del arquitecto Puig i Cadafalch que representaban la senyera, unos trabajos que culminarán en diciembre y darán una nueva imagen a la montaña de Montjuïc 82 años después de la demolición del monumento por Primo de Rivera.

Las reinstauración de esta pieza, que a nivel político partió de Esquerra en el 2006 cuando formaba parte del tripartito municipal, ya había sido moneda de cambio utilizada por los republicanos. En el 2008, ERC hizo que sus exsocios del PSC e ICV-EUiA cambiaran de opinión al apoyar una propuesta de Esquerra para que la réplica de estas columnas, de 18,7 metros de altura, uno menos que el original por armonía con el entorno, se situaran en la plaza del Marquès de la Foronda, detrás de la Font Màgica (donde originariamente se ubicaba el monumento), y no en un lateral como quería el gobierno municipal. Este cambio facilitó la gobernabilidad de la ciudad y la posterior aprobación del Programa de Actuación Municipal (PAM), la hoja de ruta del mandato.

MÁS EXIGENCIAS / El sí de los republicanos a los presupuestos del 2009 también incluyó una partida específica para estas columnas, y el pasado año una de las exigencias que aceptó el bipartito para poder aprobar la cuentas del ejercicio fue el pronto inicio de estos trabajos.

Pese a ello, Portabella, que no podía ocultar su sonrisa, ayer no se recreó, solo citó de pasada el rol de ERC y valoró la recuperación de «un elemento simbólico de la capital y el país». Y Hereu, a diferencia de hace un escaso mes, cuando presentó junto al líder republicano el proyecto museístico para la antigua fábrica del Poblenou Oliva Artès y alabó el papel de Esquerra en ese plan, evitó dorarle la píldora y dirigió sus agradecimientos a «todos los grupos políticos» [la propuesta se aprobó por unanimidad] y, especialmente, a la Xarxa d'Entitats Cíviques i Culturals dels Països Catalans, que ha sido la principal promotora de la recuperación del monumento, con un coste de dos millones de euros. Sobre la réplica, un proyecto de los arquitectos Josep Miquel Rosselló y Manel Sangenís, Hereu opinó que se trata de «una obra maravillosa realizada con más conocimiento del que puede parecer cuando la veamos acabada», en referencia al profundo estudio histórico que se ha llevado a cabo para volver a levantarlas.

El acto de ayer también incluyó el soterramiento junto a una de las columnas de una cápsula con la documentación recogida sobre los ocho años de campaña que han encabezado las asociaciones cívicas.

En su representación, el miembro del secretariado de la red de entidades, Enric Padrosa, destacó que las cuatro columnas «constituyen el monumento nacional a los patriotas catalanes de todos los tiempos», y anunció que la pretensión es que la inauguración de la réplica de este símbolo erigido en 1919, cuya fecha no se ha concretado, esté abierta a representantes de todos los municipios de Catalunya.

Además de la fecha de su puesta de largo, ahora solo faltará por concretar el texto explicativo que las acompañará, un escrito que se está estudiando.