Las secuelas de un gran caos

El cable que desencadenó el apagón del 2007 deja hoy de prestar servicio

XABIER BARRENA
BARCELONA

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El cable de 110 kV que desencadenó el superapagón del 23 de julio del 2007 --en 15 días se cumplen, por tanto, dos años-- deja hoy de funcionar. La planificación ligada al proyecto urbanístico Porta Barcelona --más conocido, especialmente por sus detractores, como plan Caufec-- fija ya el inicio del desmontaje de las torres eléctricas de Collserola, en el área de Finestrelles, en Esplugues, cerca de lafronteracon Barcelona.

Por esa parte de Collserola, cercana al Hospital de Sant Joan de Déu, transcurren cuatro líneas aéreas. Dos de baja y media tensión --de 110kV y 25 kV-- y dos de alta tensión --220kV. Las dos primeras son propiedad de Endesa y, las otras dos de Red Eléctrica Española.

Con un retraso mínimo sobre lo previsto, de apenas 20 días, hoy se inicia el desmontaje de las obras. Según informa Sacresa, la inmobiliaria que construye el complejo, se procederá a la descarga de los cables de Endesa, es decir, estos dejarán de conducir electricidad. Al mismo tiempo, entrarán en servicio las nueva líneas, estas subterráneas.

El día 20 se empezará con el desmontaje físico de las instalaciones, empezando por el lado de la subestación de Collblanc, en L’Hospitalet. Las dos líneas quedarán totalmente borradas del mapa a finales de este año. Será entonces el momento de acometer el descolgamiento de las líneas de alta tensión, un proceso que durará entre seis y ocho meses. Dicho de otro modo, la traza aérea de las líneas será historia en otoño del 2010.

El desmontaje de las torres, más allá de ser el origen y el motivo de toda la operación es, además, una condición necesaria para seguir adelante con el proyecto urbanístico. Según señala Sacresa, las obras de urbanización del terreno están ya casi finalizadas, por lo que se puede ya empezar a edificar las viviendas.

PLANES INALTERADOS / Estas, sin embargo, no pueden ganar altura mientras los cables pasen por encima. Sacresa mantiene sus previsiones de entregar las llaves de la primera promoción de viviendas en el verano del 2011.

Esta primera fase consta de 116 viviendas, sobre un total de 709. Porta Barcelona se expande a ambos lados de la autopista B-23, tanto en el lado de Finestrelles como en el de Collblanc. La primera fase está ubicada en las estribaciones de la misma montaña de Collserola.

Siempre según fuentes de la inmobiliaria, la comercialización de estas 116 viviendas iría poco menos que viento en popa pues, hasta el momento han comercializado ya «el 40%» de los hogares. Todo un récord de la venta sobre plano habida cuenta no solo que no se ha realizado la cimentación de uno solo de los bloques, sino que la situación económica, con una crisis galopante especialmente en el sector inmobiliario es, objetivamente la peor de los últimos 23 años.

Y esto de los 23 años no es una cifra escogida al azar sino que corresponde al periodo que ha ocupado la discusión y puesta en marcha del plan Porta Barcelona, anteriormente conocido como plan Caufec.

APROBACIÓN DEL GOVERN / Tras cien trámites legales y mil protestas de las asociaciones ecologistas --pugna que aún sigue en alto y que promete nuevos episodios-- la dirección general de Urbanisme de la Generalitat aprobó el plan parcial de este sector urbanístico en el que se daba dos años de plazo para soterrar las líneas. El plan tenía fecha de 15 de diciembre del 2004. Dicho de otro modo, el 23 de julio del 2007, día del apagón, ese cable no tendría que haber sobrevolado el suroeste de Barcelona, sino que ya tendría que haber circulado bajo tierra. Ese día, el cable de Endesa cayó sobre la trama de 220kV en la subestación de Collblanc, ocasionando un sunami de voltios que superó las protecciones de las subestaciones de Urgell y Maragall. Y en Barcelona se hizo de noche para 323.337 abonados.

Las líneas eléctricas que pasan por Finestrelles enlazan con el Vallès a través de Collserola gracias a 31 torres. Ocho horas antes del incidente que derivó en el apagón, y en Santa Creu d’Olèrdola, cayó otro tramo del cable.

SALOMÓN ELÉCTRICO / La Generalitat, en diciembre del 2008, repartió culpas entre Endesa y Red Eléctrica. La distribuidora fue sancionada con 10 millones de euros, precisamente, por el pésimo estado de conservación del cable.

La empresa pública recibió otra multa similar --11 millones-- por el deterioro de las protecciones de las subestaciones de Urgell y Maragall que, de haberse mantenido en perfecto estado de revista, habrían detenido el sunami voltaico que produjo el chispazo en Collblanc.