La última obra de Pedro

Tenía que ser Pedro. No podía ser otro. El hombre de los goles decisivos, el revulsivo que siempre aparece cuando las cosas se complican, el canterano que ha pasado a un segundo plano por las tres bestias que le cierran el paso. Este miércoles, sin Neymar, ni siquiera fuera titular, después de comunicar al club que quiere marcharse al Manchester United, pero Pedro siempre aparece. Cuando la final de la Supercopa de Europa iba encaminada hacia los penaltis, el extremo canario emergió como un relámpago en la prórroga para aprovechar un despeje de Beto y prolongar el camino del Barça hacia el sextete (5-4).

No estará Pedro en las siguientes citas del equipo, pero su sello quedará para siempre en la memoria de todos los culés. Como aquel gol de la Supercopa del 2009 ante el Shahktar en Mónaco, que sirvió también para lograr el sextete de Pep Guardiola. Aquel tanto llegó en el minuto 115, este miércoles ocurrió en el 114, cuando el Barça había dejado escapar un 4-1 tras remontar un 0-1. Su última obra se produjo en el momento decisivo.

Faltas magistrales

Será Van Gaal quien disfrutará ahora de un jugador ejemplar, tan honesto como resolutivo, tan honrado como eficaz. Por eso ha sido una pieza indiscutible para el Barça y la selección en los últimos años. Por eso nadie quiere que se vaya. Pero el camino de Pedro en el Barça se acerca a su fin. Luis Enrique colocó a Rafinha en su puesto cuando parecía claro que el canario debía ser el sustituto de Neymar.

Esa fue la primera sorpresa del once, mientras el Sevilla recuperaba a Rami, y Emery solo se veía obligado a recolocar a Krychowiak de central. Eran buenas noticias para el técnico, que firmó su 20º partido sin ganar al Barça. Pero el Sevilla jamás se rindió. Se adelantó con una primorosa falta de Banega (m. 3) tras una entrada de Mascherano sobre Reyes. Otro argentino, el mejor de todos, respondió con dos magistrales faltas para remontar antes del cuarto de hora (m. 7 y 15). Nunca antes había marcado dos faltas con el Barça. Cada vez le quedan menos retos a Leo Messi.

Remontada y relajación

Consumada la remontada, el Barça empezó a exhibir su habitual fútbol. Se adueño del balón, jugó con criterio y superó a su rival con claridad. En media hora podría haber encarrilado el título si el árbitro no hubiese anulado un gol a Luis Suárez por un fuera de juego inexistente (m. 28). Pero el uruguayo es incansable. Nunca se esconde. Falló después un gol claro ante Beto (m. 43), siguió la jugada y sirvió a Rafinha para consumar el tercero.

Siguió fuerte el Barça y Suárez marcó el cuarto (m. 52). Todo parecía decidido. Error. Apareció la relajación y la desconexión defensiva fue lamentable, con Mathieu y Bartra totalmente retratados. Reyes redujo distancias (m. 57), Rafinha topó con el larguero y llegó el apagón total. Un penalti de Mathieu llevó a Gameiro a apretar las cosas (m. 71) en pleno desconcierto y Konoplyanka (m. 81) puso las tablas tras un grave error del central catalán. Messi tuvo la última falta antes de la prórroga pero lanzó fuera esta vez (m. 89).

La solución tenía nombre: Pedro. El canario entró por Mascherano (m. 93) y resolvió la final tras otra falta de Messi y un penalti no pitado por manos. El sufrimiento no se acabó. Coke y Rami fallaron dos clarísimas ocasiones antes del pitido final.

Ficha técnica:

5 - Barcelona: Ter Stegen; Alves, Piqué, Mascherano (Pedro, min.93), Mathieu; Busquets, Rakitic, Iniesta (Sergi Roberto, min.62); Rafinha (Bartra, min.78), Suárez y Messi.

4 - Sevilla: Beto; Tremoulinas, Rami, Krychowiak, Coke; Iborra (Mariano, min.81), Krohn-Dehli, Banega, Reyes (Konoplyanka, min.67); Vitolo y Gameiro (Inmobile, min.81).

Goles: 0-1: Banega, min.3; 1-1: Messi, min. 6. 2-1: Messi, min. 15; 3-1: Rafinha, min. 42; 4-1: Luis Suárez, min. 52. 4-2: Reyes, min. 57. 4-3: Gameiro (p.), min.72. 4-4: Konoplyanka, min.82.

Prórroga: 5-4: Pedro, min.114.

Árbitro: William Collum (ESC). Amonestó con tarjeta amarilla a Krychowiak, Coke, Pedro y Mathieu.

Incidencias: partido correspondiente a la final de la Supercopa de Europa en el estadio Boris Paichadze del Dinamo de Tiflis con capacidad para 54.500 espectadores (lleno). Asistieron al partido el presidente de la UEFA, Michel Platini, y el seleccionador español, Vicente del Bosque.