La reaparición de Scolari

El exseleccionador de Brasil, que ahora dirige al Guangzhou, elimina al América y se enfrentará al Barça

Scolari celebra el gol del triunfo de Paulinho.

Scolari celebra el gol del triunfo de Paulinho. / periodico

JOAN DOMÈNECH / BARCELONA

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Solo se supo de él, tras la estrepitosa despedida con Brasil en el Mundial del 2014, que el pasado verano se había refugiado en China, entre su voluntad por huir del dedo acusador de sus compatriotas y el ventajoso contrato que le ofrecía el Guanghzou Evergrade. Había desaparecido Luiz Felipe Scolari de la faz (occidental) de la Tierra hasta que volvió a reaparecer con otro de los éxitos que alterna con sus fracasos. El equipo chino se ganó el privilegio de disputar la semifinal del Mundial de Clubs frente al Barça y el derecho a aspirar a una gesta mucho mayor que la que protagonizó ante el América de México.

«Tenemos que soñar en grande, ganar al Barcelona no es imposible», dijo Felipao, un entrenador ya curtido (67 años) y sin miedo, amparado con el rico historial (dos Copas Libertadores con el Gremio y el Palmeiras y el Mundial-2002 con Brasil, entre otros títulos) que le ampara. Con el Guangzhou ha firmado ya la Superliga de China y la Liga de Campeones de Asia, en el primer semestre de los dos años y medio del lucrativo contrato que firmó.

EL TOQUE BRASILEÑO

Como cualquier otro técnico, Scolari buscó refugio entre gente de su confianza. Fichó a Robinho, que como él anda ya de vuelta de todo, a los 31 años, y a Paulinho (27), a quien convenció para que abandonara el Tottenham previo pago de 14 millones. En el Guangzhou ya habían anidado antes dos delanteros brasileños: Elkeson (26) y Ricardo Goulart (24).

Scolari volvía a ver la cara de la derrota en el duelo de cuartos de final frente al América. Peralta había adelantado a los mexicanos y el encuentro se precipitaba al ocaso cuando Zhen Long, el sustituto de Robinho, empató (m. 80). Ya en el tiempo añadido, Paulinho (m. 93) cabeceó un córner gracias a la mala salida del meta del América.

EL PROGRESO DE ORIENTE

Scolari tendrá a su lado a Robinho, pero enfrente estará, si se recupera, Neymar, el capitán que eligió para la 'seleçao' sin saber que todos se abocarían al desastre en casa con el 1-7 ante Alemania y el 0-3 con Holanda en la despedida anticipada del Mundial. «Neymar es un jugador maravilloso, y aún mejor persona. Me gustaría encontrarlo para darle un abrazo, hace tiempo que no lo veo», explicó Scolari, antes de reconocer que preferiría no verle  sobre el terreno de juego.

El Sanfrecce Hiroshima de Japón confirmó la progresión del fútbol oriental al golear al Mazembe del Congo, el campeón de África, con un resultado concluyente: 0-3. El conjunto nipón obtuvo así el derecho de pelear con el River Plate por un puesto en la final.