Luis Enrique: "Vine a ser un líder y lo he sido"

El técnico del Barça se muestra satisfecho del legado que deja y de haber evolucionado la idea de juego en base al tridente

Luis Enrique lamenta un error durante el Barça-Eibar en el Camp Nou.

Luis Enrique lamenta un error durante el Barça-Eibar en el Camp Nou. / periodico

MARCOS LÓPEZ / BARCELONA

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Traje gris,  zapatillas deportivas, gesto serio, mirada concentrada en el césped. Sin rastro alguno de emoción, al menos que resultara visible. Ahí, casi siempre de pie, como ha estado durante estos últimos tres años, ocupando la zona técnica, justo enfrente del banquillo. En lo que ha sido su casa. Ahí estaba Luis Enrique despidiéndose de lo que fue su hogar desde el verano del 2014. Ya no estaba esa gigantesca lona que saludó su entrada en el templo azulgrana. "Per sempre, un dels nostres #ForeverLucho". Por dentro debió emocionarse porque hasta en siete ocasiones, impulsado por la Grada de Animación, promovida por el club, se coreó su nombre. Antes del partido. Durante el extraño encuentro. Y al final de una noche triste porque el técnico asturiano se va sin Champions, que ganó en su primer año, sin Liga, que también conquistó en su primer curso, pendiente ahora solo de alzar la Copa del Rey si derrota en la final del sábado en el Calderón al Alavés.

"El Madrid ha sido un justo campeón, solo hay que felicitarle. Pero sabemos donde hemos cometido los errores" (Luis Enrique)

 "No tengo nada que reprocharme", confesó Luis Enrique, orgulloso de la obra que ha levantado en el Camp Nou en tres años. "Vine para ser un líder y lo ha sido", proclamó con contundencia para dejar claro la felicidad que tenía, a pesar de que acababa de perder la Liga, víctima de sus propios errores. "El Madrid ha sido un justo campeón, solo hay que felicitarle. Pero sabemos donde hemos cometido los errores", dijo luego, asumiendo que "el reproche que nos podemos hacer es la irregularidad". El Madrid, sin ir más lejos, ganó en Málaga y fue campeón. El Barça, cuando podía ser dueño de su destino, perdió en Málaga.

LA GRADA DE ANIMACIÓN

No ha existido en la historia contemporánea del Barcelona un entrenador tan aclamado por la grada como Luis Enrique. Siempre salían esos gritos del mismo rincón del Camp Nou, el gol norte del estadio. A Rijkaard, que empezó a activar el círculo virtuoso en el 2003, no se le gritó así. Ni siquiera a Guardiola. Tampoco a Tito. Obviamente menos aún a Tata, un técnico de paso tan fugaz que apenas se recuerda su estridente polo veraniego de color pistacho. Con Luis Enrique, que pronto estará en la grada del Camp Nou disfrutando como un socio más, la conexión fue inmediata. Y de inicio a fin.

Vino, como recordó el propio Luis Enrique, para "ser un líder" y, según él, lo ha sido. "Vine para ganar títulos, los he ganado con la ayuda de mis jugadores, por supuesto", recordó el técnico azulgrana, explicando que "escuché infinidad de veces a Pep Guardiola elogiar a estos jugadores. Y en mi  caso es lo mismo", añadió tras insistir en que la falta de regularidad ha acabado condenado al campeón. Ya le han quitado la corona que lució durante los tres últimos años.

"Vine para ganar títulos y los he ganado con la ayuda de mis jugadores, por supuesto" (Luis Enrique)

"Lo pagamos al final", admitió el entrenador asturiano, quien vivió con relativa frialdad su última noche en el Camp Nou. No se le vió, por ejemplo, pisar el césped del estadio después de acabar el partido. Terminó con ese triunfo rubricado por el messiánico gol que significaba, en realidad, un mensaje de esperanza. Y un sector del Camp Nou, promovido siempre por la Grada de Animación, no dejó de corear a Luis Enrique.

"No tengo nada que reprocharme. Esta nave no ha sido fácil, nunca lo será" (Luis Enrique)

 "Luchamos hasta el último minuto, se felicita al campeón y a pensar en otro título. El Alavés será complicado", contó el técnico azulgrana. "Me marcho contento, yo decido cuando me paro. No tengo nada que reprocharme. Seguramente habrá cosas que mejorar, pero hemos hecho muchas cosas bien. Hemos evolucionado la idea a lo largo de estos tres años siempre en base a los tres de arriba buscando registros nuevos para enriquecer a los jugadores", contó Luis Enrique, asumiendo que "esta nave no ha sido fácil. Nunca lo será. Nunca lo ha sido. Ni tampoco lo será". A él le queda pilotar por última vez la nave el sábado en el Calderón. Después, el nuevo piloto será Ernesto Valverde.