Superstición

El presidente de Argentina tenía razón: si se quedaba en casa, ganaban el Mundial

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US-FBL-WC-2022-FANS / Yuki Iwamu

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El presidente argentino, Alberto Fernández, hizo honor a su palabra y no viajó hasta Qatar para ver la final 'in situ' en la que su selección de fútbol se enfrentaba a la de Francia por hacerse con el cetro mundial.

Fernández había explicado que lo iba a ver en la pantalla de su casa, tras renunciar, por una superstición que pervive entre los argentinos desde hace más de tres décadas.

Detrás hay una larga tradición de jefes de Estado argentinos que, tras la derrota de los sudamericanos por 1-0 ante Camerún en el Mundial de Italia 1990, prefirieron no asistir a los partidos de la 'albiceleste'. Aquel Mundial se jugó en presencia del entonces presidente Carlos Menem, que se ganó la fama de 'mufa', es decir, de gafe.

"Como millones de compatriotas, disfrutaré la final de la Copa del Mundo en casa. Viviré este momento fantástico como hasta ahora, junto a mi gente. En la cancha van a estar los mejores de los nuestros y en la tribuna una gloriosa hinchada. Además, cábalas son cábalas", escribió Fernández el sábado en Twitter antes del partido.

El resultado final, victoria de la 'albiceleste' en los penaltis con un estelar Leo Messi, ha acabado dando la razón al presidente argentino para así perpetuar una superstición que tendrá que pasar cuatro años para comprobar de nuevo si sigue siendo válida.