AUTOMOCIÓN

Luca De Meo "Barcelona merece otros Juegos y yo seré el primer voluntario"

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Xavier Pérez

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Acompañado de su esposa Silvia, paseando, cargado con tres bolsas, como un barcelonés más, Luca de Meo, se alejó ayer del edificio del Círculo Ecuestre en la Diagonal en direccion a Passeig de Gracia. Probablemente pasó por delante de la futura Casa Seat, una apuesta personal  que no podrá inaugurar el próximo abril. Tal vez fue su último paseo antes de anidar en París para hacerse cargo de la complicada nave de Renault. 

El  ex-CEO de Seat recibió ayer más que un merecido homenaje por parte de su amigo Enrique Lacalle (vicepresente del Cïrculo Ecuestre) y de la industria y la economía catalana representadas por el Círculo Ecuestre, Foment del Treball, Cercle d’Economía y Fira de Barcelona. «Nadie se podía negar», dijeron. No hubo representantes ni de Generalitat ni del Ayuntamiento de la ciudad. Oportunidad perdida. Sí estuvieron la alcaldesa de l’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín y el delegado del Estado en la Zona Franca, Pere Navarro.

Sus ‘compañeros’ de Seat le regalaron un libro de fotos que hojeo emocionado. «Tienes que mandarle uno a tu madre», les espetó Silvia. También se llevó en esas bolsas el informe ‘Automoción 2020-2040’ que la industria española del automóvil le presentó al Gobierno la semana pasada. Lógico, buena parte de ese proyecto salió de su manos. 

Barcelonés de corazón

A nadie se le escapa que De Meo es un aglutinador de sentimientos, «italiano renacentista» como le definió Pau Relat presidente de la Fira y «un auténtico barcelonés» como dijo Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment. Todos coinciden en señalarle como garante del espíritu cosmopolita de Barcelona. «Para mí será muy difícil dejar esta ciudad. Siempre soñé con vivir aquí», reconoce Luca, «y para mí y mi familia ha sido un privilegio poderlo hacer. Han sido los mejores cuatro años de mi vida profesional y personal». En Catalunya reconoce «haber vivido cuatro años complejos pero creo que ahora hay, con el esfuerzo de todos, el espacio para el diálogo necesario, tal y como hay que hacer las cosas».

Este italiano de la quinta del 67 es uno de los pocos empresarios foráneos que ha sabido conectar con la ciudad. «Y creo que todavía tiene mucho espacio de mejora. Creo que aún no hemos sabido sacar partido al potencial que tiene. Este país, esta ciudad tienen potencial, y eso la diferencia del resto. No hay que tener ningún complejo. Estoy seguro de ese impulso, ese potencial, esa motivación, esa capacidad de innovar, invertir y conquistar mecados, es la fuerza de España, de Catalunya y de Barcelona », reconoce De Meo.

Es tal vez ese potencial que  podría llevar a Barcelona a organizar de nuevo unos Juegos Olímpicos, algo que ya suena y que el futuro CEO de Renault vería con buenos ojos. Javier Faus, presidente del Cercle de Economía se lo puso en bandeja. «No es fácil encontrar a alguien como Luca, capaz de concertar actos de unidad en estea ciudad. Debemos recuperar ese espíritu olímpico», señaló Faus.

Luca lo tiene claro. «Muchas veces es un tema de actitud. Lo vine buscando en Seat y es algo que aquí he encontrado en abundancia, y eso es clave. Barcelona merece llevar adelante este proyecto olímpico y siempre encontrarán en mí al primer defensor, todo mi compromiso. Soy el primer voluntario», admite. 

Antonio Delgado, presidente del Círculo Ecuestre lo dejó ayer muy claro: «Nos gustaría que fueses embajador de Barcelona cuando estés es París». Lo será, seguro.