LA PROFUNDA CRISIS DE HONDA

Marc Márquez: sonrisa por fuera, preocupación por dentro

El ocho veces campeón del mundo ha decidido no arriesgar lo más mínimo hasta comprobar, en el test de Misano del próximo 11 de septiembre, si Honda está o no dispuesta a pelear por el título el próximo año

Marc Márquez

Marc Márquez / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

Emilio Pérez de Rozas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ya hay quien se atreve a poner en cuestión el futuro de Marc Márquez Alentá. Ya hay quien piensa que no volverá a ser el de antes. Esos llevan muchas semanas y un montón de grandes premios, no solo anunciando que si sigue arriesgando a los mandos de una ineficaz Honda acabará haciéndose aún más daño, sino recordando sus últimos números que, en efecto, son desastrosos.

Márquez, ocho veces campeón del mundo y el único piloto que todavía sigue destilando en el ‘paddock’ de MotoGP la sensación de que ganaría con cualquier otra moto que no fuese la Honda, ha empezado a tomar decisiones, no ya sobre su vida personal, sino sobre su carrera deportiva y, sobre todo, sobre su comportamiento en pista.

La sonrisa eterna

La sonrisa, al menos exteriormente, jamás ha dejado de acompañarle. Por más desastres que se acumulen a su alrededor a nivel técnico y deportivo, MM93 siempre afronta con una enorme predisposición y con su mejor sonrisa, marca de la casa, el sello de mamá Roser Alentá, las conferencias de prensa que protagoniza a lo largo de un gran premio.

Otra cosa es cuando se encierra con su equipo técnico, liderado por el ingeniero Santi Hernández, o con los técnicos japoneses de HRC (Honda Racing Corporation) que manejan el proyecto de MotoGP. Ahí no hay sonrisas y sí muchísima preocupación, incertidumbre, desencanto y demasiadas dudas, muchas.

Marc Márquez, en la camilla de masaje.

Marc Márquez, en la camilla de masaje. / ALEJANDRO CERESUELA

A nivel personal, Márquez ha insistido una y mil veces que atraviesa el momento más feliz de su vida. A nivel físico, pese a las muchas caídas y lesiones que se ha producido en la primera mitad del campeonato, por culpa de querer lograr con una moto desastrosa los mismos resultados de siempre, el campeonísimo de Cervera (Lleida), ahora residente en Madrid, está tan fuerte como en sus mejores momentos.

Pero, por desgracia para él, este es un deporte donde la moto es mucho más del 50% del éxito y la Honda, el pasado sábado, en Silverstone (GB), llegó a tener el sábado, a falta de siete minutos para acabar los entrenamientos, a sus cuatro RC213V oficiales en los puestos 17º, 18º, 19º y 22º. Un auténtico desastre.

"Hace tiempo que no miro lo resultados. Puede que mi error fuese insistir en hacer algo grande con una moto que no está para eso"

Marc Márquez

— Piloto del equipo Repsol Honda

Una cosa es el presente y otra, muy distinta, el futuro de Marc Márquez. El presente arranca de dos puntos vitales. Uno, el piloto catalán tiene contrato en vigor hasta finales del 2024 y él siempre cumple su palabra, más si se trata de la marca de toda la vida, de la marca que se lo ha dado todo y, cuando estaba lesionado, siempre le ha esperado y apoyado. Y si algo tiene MM93 es que es agradecido.

Márquez meditará romper su contrato con Honda, si la firma japonesa no le da a probar una moto nueva y prometedora en el test de Misano (11 de septiembre)

Y dos: el futuro, incluso el 2024, depende de un entrenamiento clave: 11 de septiembre, Misano. Ese es el día y el circuito donde las fábricas entregan a sus pilotos el primer prototipo del 2024, si es que lo tienen, claro, y empieza la preparación y el desarrollo de la moto con la que correrán al año siguiente. Si Honda no entrega ese día una moto nueva, diferente, competitiva o que tenga pinta de poder ser evolucionada con rápidez, Márquez tomará la decisión de empezar a meditar como puede desembarazarse del contrato que le liga a la marca alada y buscarse otro destino. En estos momentos, ninguno de los responsables de la firma japonesa que va a los circuitos sabe, a ciencia cierta, si Honda llevará o no un cohete a Misano. Todo pinta que no, pero….

Cero riesgo

Mientras llega ese día decisivo, Márquez, que con sus comentarios y charlas internas con todos sus ingenieros ya les ha comunicado que esta moto no da más de sí y, por tanto, no es cuestión de retoques sino de diseñar y construir una moto nueva, no piensa jugarse el físico. Ya ha sufrido bastante. Ya se ha hecho suficiente daño. Y, en ese sentido, solo espera la reacción de Honda para volver a tratar de ser el de antes.

Marc Márquez, piloto de Repsol Honda.

Marc Márquez, piloto de Repsol Honda. / ALEJANDRO CERESUELA

Márquez sabe muy bien que, ahora, está metido en el lodazal, pero ha sido Honda quien ha embarrado el presente y provoca dudas sobre su futuro. De ahí que elogie y espere copiar la resurrección de su hermano Àlex, que de no tener sitio en la parrilla del 2023, ha pasado a ganar. De ahí que visitase a Rafa Nadal, su referencia en todo, para retroalimentarse, ambos, de su garra y ambición con vistas a su recuperación y volver a ganar al unísono.

“En Silverstone, me acordé mucho de Alemania donde, por querer hacer lo que no me permitía la moto, me caí cuatro veces y me produje tres lesiones. Eso no volverá a pasar. No pienso jugármela si la moto no va”, remarcó Marc en el trazado inglés. Donde, al final del gran premio, reconoció: "Esta mentalidad no es la que me gusta, pero para volver a ser el de antes tengo que empezar de cero. Tengo que hacer lo de este fin de semana, olvidarme de las pantallas de tiempo. Ya llegará el momento de apretar”.

"Esta mentalidad no es la que me gusta, pero para volver a ser el de antes tengo que empezar de cero. Ya llegará el momento de apretar”

Fue ahí, en Silverstone, donde explicó con todo lujo de detalles cual es la estrategia en estos grandes premios. “He dejado de tener dos motos distintas, con chasis diferentes, electrónica diferente, suspensiones diferentes, me estaba volviendo loco. El objetivo ahora es encontrar una moto estable, con la que me sienta cómodo y con la que, cuando traigan alguna pieza nueva, poder decir si vale o no”. Y dijo más: “Hace tiempo que he dejado de ver los resultados, la tabla de tiempos. Ya volveré a pensar en ellos cuando seamos competitivos”.

Bromas con Fabio

Pese a que por dentro le comen los demonios porque considera que, tras tanto sacrificio, operaciones y recuperaciones dolorosísimas, no merece estar así, Márquez no ha perdido, insisto, la sonrisa de siempre. Es más, al acabar su nefasta carrera al ‘sprint’ del sábado que ganó su hermano (“da igual acabar el 18ºa 29 segundos, que el 10 a 20”), reconoció, entre risas, que no se había dado cuenta de que el vencedor era Àlex, lo que demuestra lo despreocupado sobre la moto.

Tras su caída en la carrera del domingo y comprobando que el otro gran campeón, Fabio Quartararo, vive una situación parecida en Yamaha, optó por hacer bromas con el francés, que le escribió un twitter diciéndole “que gran agarre tenías”, a lo que Márquez contestó “anda que tu velocidad punta...”.