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El rey Márquez ha vuelto

El campeón de Cervera gana, a lo grande, a lo bestia, de principio a fin, por 11ª vez consecutiva en Alemania

El piloto de Honda llevaba 581 días sin vencer y ha sido protagonista de la carrera más determinante del año

MARC MARQUEZ

MARC MARQUEZ / ALEJANDRO CERESUELA

Emilio Pérez de Rozas

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Todos sabíamos que lo lograría. Todos sabíamos que si alguien era capaz de una gesta así era él: Marc Márquez Alentá, el mejor y mayor campeón de toda la historia, el piloto que revolucionó el Mundial, las carreras, la manera de pilotar, el muchacho que si todos rozaban el codo con el asfalto, el rozó el hombro y, luego, el culo. Y sus salvadas y esa manera de pilotar, máximo riesgo, que nadie puede imitar.

Todos tras la estela de Márquez

Y menos en días inciertos como el de hoy, con gotitas de agua, con demasiado riesgo como para que los otros se atrevan a seguirle. Y menos en Alemania, en Sachsenring, donde llevaba 10 años seguidos (2010 a 2019), de 125cc a MotoGP, ganando siempre, siempre. Márquez, que salía quinto, ya cruzó primero, como líder, la línea de meta en la primera vuelta. Y, a partir de ahí, todos tuvieron que seguir su estela y verle, solo, el colín de su Honda, la única que gana.

El último triunfo de MM93 en el Mundial y el de Honda, que llevaba 21 carreras sin vencer, data de Valencia-2019. Hoy, 581 días después, sobreviviendo a una caída tremenda en Jerez-2020, después de tres operaciones en su húmero derecho, la última de ellas 11 horas en el quirófano, en diciembre pasado, Márquez volvió a conseguir la victoria nº 57 en MotoGP, provocando el llanto, la lágrimas, la emoción de su padre Juliá, de su madre Roser, en Cervera, de su manager Emilio Alzamora, de su ingeniero Santi Hernández, de su jefe de equipo Alberto Puig, de todos sus mecánicos e ingenieros.

Márquez gana en su jardín

Márquez, enorme, inmenso, tremendo, en Alemania ha vuelto a demostrar que, a partir de ahora (“aún tengo mucho que recuperar, aún”) hay que volver a contar con él. Se citó con Davide Tardozzi, uno de los jefes de Ducati, en agosto, en Austria, para intentar ganarle, pero Márquez ha ganado antes, ha ganado en su jardín, por eso quiso estrenar su nuevo casco ‘retro’ en Sanchsenring y no bautizarlo en Assen (Holanda), la semana que viene, que era donde su marca Shoei tenía previsto entregárselo. Marc sabía que era su GP.

“Es un momento importante y tremendo en mi carrera, en mi vida”, ha comentado Marc en el corralito del trazado alemán. “Sabía que tenía una oportunidad, estaba en mi circuito y si se cuadraba todo se podía estar en el podio, ganar era más difícil. Cuando he visto que han caído tres gotitas, he pensado, venga, arriesgo y he abierto hueco. Luego, con un pequeño hueco, ha habido otra carrera la de ser perseguido por Miguel (Oliveira). He pensado, no es Oliveira, es Jose, mi sparring, mi entrenador personal, ni asistente personal, y no te atrapará. Y, sí, lo he logrado, lo he logrado”, ha confesado llorando ante el micrófono de Izaskun Ruiz, de DAZN.

Marc Márquez está de regreso

“Lo dije el jueves, lo intentaré. He podido pilotar al límite. Doy las gracias a todos los médicos, desde Javier Mir a Samuel Antuña, a mi familia, a Carlos, mi fisio, que no se ha separado de mi en meses y meses, nunca he estado solo, todo esto no se logra solo, hay mucha gente detrás y todos, todos, también Honda, que ha tenido mucha paciencia conmigo, y esta victoria es para todos ellos. Siempre hemos creído que podíamos volver y volver a ganar, pero ha sido muy duro y estos meses me han enseñado muchas cosas y a valorar todo lo hecho, pero cuesta, cuesta, volver a ser el de antes, pero estamos de regreso. Con calma y paciencia, ya lo hemos logrado. Casi no he llorado y me lo había propuesto”, siguió contando Marc.

“En una situación difícil, buscas consolarte o hablar con alguien que haya pasado por lo mismo y ahí ha sido muy importante las charlas con Alberto (Puig), con Emilio (Alzamora) y, sobre todo, con Mick (Doohan, el campeonísimo australiano), que me contó todo su proceso de 1992 y 1993 y que tuviese paciencia, trabajar duro y aquella charla, de más de media hora, fue muy reconfortante porque me ayudó, sobre todo, a pensar que si el gran Mick había salido adelante, yo también podía. Repito, esto es cosa de mucha gente y esta victoria es para aquellos que han estado siempre a mi lado e, incluso, para los que han dudado que se podía volver a conseguir porque también he entendido sus comentarios”.

La carrera de Marc volvió a ser típicamente de Sachsenring, sin rival, marcando él el ritmo, siendo el ‘puto amo’, que diría Pep Guardiola, del gran premio. Nunca estuvo en peligro, no ya la victoria, ni siquiera el podio. Márquez dominio una carrera donde la segunda Honda fue la del japonés Takaaki Nakagami, que acabó 13º. Sin Marc, Honda se ha pasado 21 grandes premios sin ganar. Sin Marc, el Mundial lleva casi dos años descontrolado. El rey ha vuelto. “Sé que, la semana que viene, volveré a sufrir en Assen, en la ‘catedral’, pero esta victoria la necesitábamos todos y aquí está. A partir de ahora, todo irá mejor, seguro”.

“Es una victoria de Marc, de él, solo él sabe lo mucho que hemos sufrido todos, lo mal que lo hemos pasado. Estoy muy contento, muy orgulloso, feliz por Marc, feliz por el equipo, por Honda, por todos y esperemos que sea el reinicio de otra gran época”, señaló Santi Hernández, ingeniero de Marc. “Todos los aplausos son para Marc. ¡Claro que esperábamos que llegase este momento! y ¡claro que creíamos que podía ser aquí, en su circuito preferido!, que Marc gane, de calle, en Sachsenring no es raro, pero sí que lo haga tras meses de dolor”, comentó Alberto Puig, mientras consolaba a Takeo Yokoyama, jefe técnico de Honda.

"Este triunfo no es solo cosa mía, detrás de esta victoria hay mucha gente, médicos, familia, fábrica, amigos", señala el vencedor

Hasta aquí el GP de Alemania en directo. La próxima cita del Mundial de MotoGP será el próximo 27 de junio con motivo del GP de Holanda en el circuito de Assen. Será hasta entonces. Saludos