Tóxicos en el hogar

¿Qué es el TFA, un peligroso gas que podría estar contaminando el agua de grifo?

Varios países europeos ya han constatado los riesgos para la salud de este compuesto, todavía desconocido por la población

Un gas tóxico puede estar contaminando el agua de grifo

Un gas tóxico puede estar contaminando el agua de grifo / Agencias

Joan Lluís Ferrer

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Un gas utilizado para evitar que crezca el agujero de la capa de ozono está resultando provocar otro efecto ambiental adverso e imprevisto: genera un contaminante tóxico en la atmósfera que puede afectar a la salud humana. De hecho, tras precipitarse al suelo cuando llueve puede acabar presente en el agua de grifo. Entidades que luchan contra el excesivo uso de sustancias químicas han pedido al Gobierno que suprima el gas que produce ácido trifluoroacético (TFA) y sea sustituido por alternativas naturales e inocuas.

Las hidrofluoroolefinas (HFO) son unos gases fluorados desconocidos para la mayor parte de la población, pero que están a nuestro alrededor y pueden generar sustancias tóxicas. Hogar sin tóxicos, que colabora con la European Environmental Bureau (EEB), ha pedido al Ministerio de Transición Ecológica que impulse la eliminación del uso de una serie de gases fluorados (como las HFO), pues están generando “un preocupante aumento global de las concentraciones de un contaminante tóxico y muy persistente, el ácido trifluoroacético (TFA)”, señala el responsable de Hogar sin Tóxicos, Carlos de Prada.

Agujero en la capa de ozono de la Tierra

Agujero en la capa de ozono de la Tierra / Shutterstock

La causa del incremento de la polución por TFA se debe, según explica, a “una serie de sustituciones lamentables de sustancias que comenzó cuando, para remediar el problema del adelgazamiento de la capa de ozono, se sustituyó el uso de gases como los famosos CFCs (clorofluorocarbonos) [principales causantes del problema] por otros gases fluorados como los HFCs (hidrofluorocarbonos). Como después se vio que estos últimos creaban un problema de cambio climático, se promovió su sustitución por otros gases, como las HFO (hidrofluoroolefinas), que no generaban ese problema de efecto invernadero pero que, lamentablemente, se degradan en TFA en la atmósfera, el cual se precipita sobre la tierra con la lluvia. Así, para remediar un problema ambiental se ha generado otro, en este caso de contaminación química”.

"Para remediar un problema ambiental, se ha generado otro, en este caso de contaminación química"

Carlos de Prada

— Hogar sin Tóxicos

Tal y como muestran diferentes investigaciones, los niveles de concentración de TFA están creciendo espectacularmente en todo el planeta, incluso en las regiones más remotas, originando una considerable contaminación global que podría resultar irreversible. Los científicos consideran que su presencia generalizada en el medio ambiente, su persistencia y su capacidad de desplazarse a grandes distancias, “implican una mayor probabilidad de efectos perjudiciales generalizados y duraderos” y “representan una amenaza potencial para la salud humana y ambiental”.

Hay un gas fluorado en concreto al que se responsabiliza de buena parte de lo que sucede: el refrigerante HFO-1234yf, que se descompone al 100% en TFA y que es extensamente empleado, por ejemplo, en los aparatos de aire acondicionado de los automóviles, pero también en aparatos fijos. Ciertos gases fluorados, usados por ejemplo en refrigeradores de centros comerciales o en el aire acondicionado, pueden liberarse a la atmósfera originando los problemas. Aerosoles, propelentes, agentes espumantes o la degradación de algunos pesticidas también pueden contribuir.

El aire acondicionado de los coches, una de las fuentes principales

El aire acondicionado de los coches, una de las fuentes principales / Agencias

Hogar sin tóxicos también solicita que España apoye ante la Comisión Europea la inclusión de los gases fluorados problemáticos dentro de la proyectada restricción de los tristemente célebres PFAS o ‘contaminantes eternos’, grupo de sustancias de larguísima persistencia en el medio y al que pertenece el TFA.

En el agua de grifo

Por otro lado, para poder conocer el grado de contaminación con TFA existente en España, Hogar sin tóxicos demanda además que se promueva la monitorización de la presencia de este contaminante persistente en el medio ambiente y en la población. Como apunta el responsable de Hogar sin tóxicos, Carlos de Prada, “se trata de algo que podría afectar directamente a las aguas del grifo, ya que el TFA es de muy difícil eliminación por los sistemas de tratamiento de aguas de abastecimiento urbano”. Incluso más difícil, según muestra la evidencia científica, que otros PFAS.

Alemania propuso recientemente a la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) que el TFA sea clasificado como tóxico reproductivo, al tiempo que las autoridades del Reino Unido consideran, por su parte, que es “una sustancia preocupante, ya que hay indicios de que podría causar toxicidad para el desarrollo”.

La solución, los gases refrigerantes naturales

En opinión de Carlos de Prada, “el modo de cortar este nudo gordiano de reiteradas sustituciones lamentables de unos gases fluorados por otros es recurrir al uso de gases naturales refrigerantes que ya han probado ser alternativas factibles, tal y como apuntan la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) y diferentes entidades científicas”. Entre las alternativas se cuentan el amoniaco, hidrocarburos y dióxido de carbono. “Si no se hace, la situación empeorará”, alerta.

El agua de grifo, posible vía de llegada al ser humano

El agua de grifo, posible vía de llegada al ser humano / Agencias

Las concentraciones de TFA han crecido espectacularmente incluso en los remotos hielos del Ártico canadiense, muy lejos de los lugares poblados desde donde pueden ser liberados los gases fluorados. Los datos revelan que hay ahora 10 veces más TFA en los núcleos de hielo que en 1987. Otro estudio realizado sobre arroyos de California y de Alaska muestra que las concentraciones aumentaron 6 veces de media entre 1998 y 2021.

La Agencia Alemana de Medio Ambiente considera esta sustancia como “peligrosa en el agua”

La Agencia Alemana de Medio Ambiente, que considera esta sustancia como “peligrosa en el agua”, registró un aumento de TFA de entre 3 y 5 veces en el agua de lluvia entre 1997 y 2019. En un estudio, este contaminante representó más del 90% de la concentración total de PFAS en las muestras de agua analizadas. El gobierno danés informó, por su parte, de que la sustancia estaba presente en 219 de los 247 pozos de agua subterránea analizados y en algunos suministros de agua potable de ese país.

En cinco lagos urbanos en Beijing (China), se vio que en tan solo 10 años (entre 2002 y 2012) las concentraciones de TFA habían subido 17 veces. Ha sido detectado también en la nieve, sedimentos, suelos o lodos a lo largo y ancho del mundo. Por otro lado, una investigación ha predicho que la sustitución total de refrigerantes como el HFC-134a por el HFO-1234yf podría provocar un aumento de hasta 33 veces en la presencia atmosférica de TFA y hasta 250 veces en los niveles de TFA en superficie en algunas regiones como Europa.

En las plantas, en el polvo y hasta en las personas

Los TFA del agua pueden ser absorbidos por las plantas concentrándose en ellas en concentraciones notables, de modo que pueden ser incorporados en la cadena alimentaria. El TFA ha sido encontrado de forma generalizada en los árboles centroeuropeos, con un incremento de concentración de hasta 5 veces más entre principios de la década de 1990 y 2019. Ha sido detectado también en el polvo y agua potable de hogares y en los seres humanos, en países como Estados Unidos o China.

Estudios de referencia: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S2452223623000561?via%3Dihub

y https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC10603771/

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es