Sulfato de amonio: ¿por qué es peligroso el fertilizante que transportaba el barco Rubymar hundido en el Mar Rojo?

El barco hundido por los hutíes en el Mar Rojo representa un "una catástrofe medioambiental sin precedentes"

Imagen del compuesto que transportaba el buque Rubymar.

Imagen del compuesto que transportaba el buque Rubymar. / Sembralia

Aleix Voltà

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El buque británico Rubymar se ha hundido completamente en aguas del Mar Rojo este sábado, después de haber sido gravemente dañado el pasado 18 de febrero en un ataque de los hutíes en el golfo de Adén, cercano a Yemen y Somalia.

El barco sobrevivió al ataque del pasado mes y consiguió estabilizarse, pero la estructura ha colapsado y este fin de semana se ha hundido completamente.

La nave transportaba cerca de 21.000 toneladas de sulfato de amonio, un poderoso fertilizante. Según ha comunicado el Mando Central de los Estados Unidos en redes sociales, el vertido de este potente químico en el entorno marino supone un "peligroso riesgo medioambiental".

El International Plant Nutrition Institute (IPNI) define el sulfato de amonio como uno de los "primeros y más ampliamente utilizados fertilizantes para la producción de cultivos". Se trata de una sal con unos tonos de color que pueden variar del blanco al beige. Pese a que no se utilice tanto actualmente, sigue siendo de gran valor para el cuidado de plantas que requieran de nitrógeno y azufre como nutrientes.

Usos

El sulfato de amonio se utiliza especialmente en los suelos de cultivo anegados, por lo que es ideal para el cultivo de arroz.

También tiene aplicaciones fuera del mundo agrícola: este compuesto está presente en el polvo de extintores y en agentes ignífugos. Tiene varias aplicaciones en la industria química, textil y farmacéutica.

Riesgos

Se emplea entre un kilo y un kilo y medio de sulfato sobre 1.000 metros de superficies agrícola, por lo que grandes cantidades -como la vertida en el Mar Rojo- pueden ser tóxicas para el medio ambiente.

La empresa química Arkema advierte de que, a corto plazo, el sulfato de amonio resulta "dañino para los peces, pero no para los organismos invertebrados ni las algas".

A largo plazo, el químico no es especialmente peligroso, ya que se "disuelve fácilmente y no se acumula en la cadena alimentaria, puesto que las sustancias que lo componen están presentes de forma habitual en los organismos marinos".

Sin embargo, este caso es especial: el director de la Estación de Ciencias Marinas de la Universidad de Jordania, Ali Al-Sawalmih señala que el exceso de nutrientes puede "estimular el crecimiento masivo de algas". Este proceso consume tanto oxígeno que haría que otra vida marina no pudiera sobrevivir.