Inteligencia animal

¿Saben bromear los grandes simios? Un estudio científico despeja las dudas

Chimpancés, gorilas, orangutanes y bonobos se burlan de sus congéneres, participan en juegos sociales y se ríen

Un grupo de chimpancés.

Un grupo de chimpancés. / Pixabay

Ramón Díaz

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Bromear es una parte importante de la interacción humana, se basa en la inteligencia social y requiere habilidades cognitivas complejas: comprender las normas sociales, la teoría de la mente, anticipar las respuestas de los demás y apreciar la transgresión de las expectativas del prójimo.

Las burlas lúdicas, que están presentes en los bebés preverbales (desde los ocho meses de edad), comparten muchas de estas características cognitivas. Los bebés se burlan de sus padres ofreciendo y retirando objetos en forma de juego, violando las reglas sociales (el llamado incumplimiento provocativo) e interrumpiendo las actividades de los demás.

Las burlas, que no requieren necesariamente lenguaje, tienen mucho en común con las bromas, y las burlas juguetonas pueden verse como un precursor cognitivo de las bromas.

Partiendo de esta base, un grupo de científicos se preguntó si los grandes simios, animales con contrastada inteligencia, tiene humor, si bromean y si son capaces de burlarse de los demás. El estudio ha despejado todas esas incógnitas.

Existía previamente cierta evidencia de que los grandes simios pueden provocar a sus congéneres y burlarse de manera estructuralmente similar, pero no había ningún estudio sistemático. Un equipo de investigadores de Alemania y Estados Unidos, desarrolló un sistema de codificación para identificar las burlas juguetonas y lo aplicaron a vídeos de grandes simios alojados en zoológicos.

Dos gorilas bromeando.

Dos gorilas bromeando. / Max Block

Las cuatro especies de grandes simios (chimpancé, gorila, orangután y bonobos) participaron en comportamientos intencionalmente provocativos, frecuentemente acompañados de características de juego.

Al igual que el comportamiento bromista en los humanos, las burlas de los simios son provocativas, persistentes e incluyen elementos de sorpresa y juego. "Descubrimos que las burlas lúdicas se caracterizan por llamar la atención, ser unilaterales, buscar respuestas, repetición y elaboración/escalada", recoge el estudio.

Comprensión sofisticada

"Los grandes simios eran excelentes candidatos para las burlas lúdicas, ya que están estrechamente relacionados con nosotros, participan en juegos sociales, se ríen y muestran una comprensión relativamente sofisticada de las expectativas de los demás", dice Isabelle Laumer (UCLA/MPI-AB), primera autora del estudio.

El equipo analizó interacciones sociales espontáneas que parecían ser divertidas, ligeramente acosadoras o provocativas. Durante estas interacciones, los investigadores observaron las acciones del bromista, los movimientos corporales, las expresiones faciales y cómo respondían a su vez los objetivos de las burlas.

También evaluaron la intencionalidad del provocador buscando evidencia de que el comportamiento estaba dirigido a un objetivo específico, que persistía o se intensificaba y que los provocadores esperaban una respuesta del objetivo.

Identificaron 18 comportamientos de burla distintos. Muchos de estos comportamientos parecían utilizarse para provocar una respuesta, o al menos para atraer la atención del objetivo.

Dos orangutanes.

Dos orangutanes. / Pixabay

"Era común que agitaran o balancearan repetidamente una parte del cuerpo u objeto en el medio del campo de visión del objetivo, lo golpearan o pincharan, lo miraran fijamente a la cara, interrumpieran sus movimientos, tiraran de su cabello o realizaran otros comportamientos que eran extremadamente difíciles de ignorar para el objetivo", explica Erica Cartmill, autora principal del estudio.

Las burlas tienen lugar principalmente en contextos relajados y comparten comportamientos similares a los de los humanos. Presentan una amplia variedad de formas y se diferencian del juego en varios aspectos; por ejemplo, asimetría, bajos índices de señales de juego sobre todo en la cara y ausencia de movimientos finales característicos de los gestos intencionales.

Los jóvenes se burlan más que los adultos

"Las burlas juguetonas en los grandes simios rara vez son recíprocas", explica Cartmill. "De manera similar a las burlas en los niños, las burlas lúdicas de los simios implican una provocación unilateral, una espera de respuesta en la que el provocador mira hacia la cara del objetivo directamente después de una acción de burla, elabotración, repetición y elementos de sorpresa", explica Laumer.

"Descubrimos que las especies se burlaban de manera similar y que los juveniles se burlaban más que los adultos. Las burlas juguetonas en los grandes simios son probablemente un rasgo homólogo, heredado de nuestro último ancestro común, que poseía precursores cognitivos para las bromas y el humor", finalizan.

"Como las burlas juguetonas están presentes en todos los géneros de grandes simios existentes, es probable que los prerrequisitos cognitivos para bromear evolucionaran en el linaje de los hominoideos hace al menos 13 millones de años", recoge el estudio, publicado en ‘Proceedings of the Royal Society B’

"Esperamos que nuestro estudio inspire a otros investigadores a estudiar las burlas juguetonas en más especies para comprender mejor la evolución de este comportamiento multifacético. También esperamos que este estudio genere conciencia sobre las similitudes que compartimos con nuestros parientes más cercanos y la importancia de proteger a estos animales en peligro de extinción", remata Laumer.

Informe de referencia: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2023.2345

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