Estudio de opinión

El 90,4% de los catalanes están de acuerdo con reutilizar más el agua ante la sequía

La gran mayoría de los encuestados apoya la adopción de medidas para hacer frente a la crisis climática, según un estudio de opinión de la Fundación AXA

Multimedia | Sequía en Catalunya: ¿se hicieron los deberes para gestionar la emergencia?

Una de las medidas para el ahorro es usar agua regenerada para el riego o limpieza.

Una de las medidas para el ahorro es usar agua regenerada para el riego o limpieza. / El Periódico

Valentina Raffio

Valentina Raffio

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La inmensa mayoría de los catalanes reconoce la gravedad de la crisis climática y la necesidad de tomar medidas para hacer frente a sus efectos. Según desvela una encuesta de la Fundación AXA sobre percepción del cambio climático en Catalunya, el 90,4% de los encuestados está muy o bastante de acuerdo con aprovechar más el agua. Sobre todo en momentos en que, como ahora, el avance de la sequía está poniendo en jaque los recursos hídricos del territorio y está obligando a poner en marcha medidas extraordinarias. Las medidas centradas en reutilizar el agua destacan en estos momentos como la política climática más respaldada por los ciudadanos, seguida de otras como, por ejemplo, promover la reforestación o incrementar las zonas verdes en las ciudades.

La encuesta, presentada este martes, recoge la opinión de 500 personas mayores de 18 años y residentes en Catalunya. A través de los datos recopilados en este trabajo se desprende, por ejemplo, que la gran mayoría de los catalanes no solo reconoce la existencia del cambio climático sino que, además, también corrobora que en los últimos años ha empeorado notablemente. Casi el 78%, además, tiene claro que este fenómeno tiene su origen en la actividad humana. En el caso catalán, pues, el negacionismo climático radical apenas queda relegado a un 8% de la población. Y otras opciones más moderadas, como las que defienden que esta crisis se debe a alteraciones naturales del clima, solo cuenta con el apoyo del 2,5% de la ciudadanía.

La mayoría reconoce la existencia del cambio climático, mientras que los negacionistas apenas suponen un 8%

Según los datos recogidos por esta encuesta, el 90% de los catalanes afirma que la crisis climática se está acelerando por acciones como, por ejemplo, las actividades industriales, la quema de combustibles fósiles, la generación de residuos y acciones como la deforestación. También hay gran consenso sobre el papel que juegan los medios de transporte alimentados con gasolina en alimentar este problema. En menor proporción destacan el 65% de la población que reconoce el impacto de las prácticas agrícolas y ganaderas poco sostenibles en la mala salud del planeta. En términos generales, todos estos aspectos también son los que destaca la comunidad científica en su diagnóstico de la crisis ambiental.

Preocupación por la salud

Las consecuencias más temidas por los catalanes en relación al avance de la crisis climática es, sin lugar a duda, el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, el deshielo de los polos y el aumento del nivel del mar. Estos escenarios son señalados por el 87% de la población como su principal preocupación por el impacto de esta crisis. También hay un gran respaldo a la idea de que la emergencia climática aumentará los incendios y reducirá la biodiversidad. Un 81% de los encuestados se muestra preocupado por cómo esta crisis provocará pérdidas y las actividades agropecuarias y pesqueras y, a su vez, cómo todo esto podría reducir la disponibilidad de recursos básicos como los alimentos y el agua.

Hablando de los efectos directos del cambio climático en la vida de los ciudadanos, el 80% de los catalanes teme el impacto de esta crisis en su propia salud. Ya sea, por ejemplo, por los daños causados por la contaminación en el cuerpo, sobre todo en cuanto a enfermedades respiratorias, o por el auge de enfermedades aupadas por las altas temperaturas y la alteración de los ecosistemas. También hay muchos ciudadanos preocupados por cómo este problema impactará en su alimentación. Y al menos un 70% señala con preocupación el efecto de esta crisis ambiental global en la situación económica y laboral. En este sentido, también son muchos los estudios que a apuntan a que los extremos climáticos y las altas temperaturas ya están teniendo, y tendrán en un futuro, un impacto en el mundo laboral.

Respaldo a las medidas climáticas

Tras constatar toda esta batería de preocupaciones, el grueso de la población apoya la adopción de medidas para hacer frente a esta crisis. El 50% cree que se trata de algo "muy urgente"; el 35%, de una cuestión "bastante urgente" y solo un 15% afirma que es entre "algo", "poco", y "nada" urgente. Según los datos recopilados por esta encuesta, las más comprometidas con la lucha contra la crisis climática son las mujeres. También destaca un gran compromiso con la lucha ambiental por parte de personas jubiladas. La adopción de medidas urgentes para hacer frente a esta crisis es respaldada por más del 82% de los encuestados de todos los niveles socioeconómicos por lo que, al menos según las cifras recogidas en este estudio, las medidas para salvar la salud del planeta cuenta con un amplio respaldo social.

Las mujeres y los jubilados destacan como los grandes defensores de la lucha ambiental

¿Pero quién debe dar un paso adelante para frenar esta crisis? La gran mayoría de catalanes creen que corresponde a organismos como la Unión Europea, Naciones Unidas o el Gobierno de España aplicar las medidas correspondientes. Solo la mitad de los encuestados apuntan a las acciones individuales o a la sociedad civil como los principales impulsores de estas políticas para preservar el planeta. La encuesta recoge que, en estos momentos, un 50% de los catalanes cree que las empresas privadas están poco implicadas en la lucha ambiental. También hay reproches hacia los líderes de opinión y medios de comunicación, a los que se considera "poco comprometidos" en la difusión de información sobre la crisis climática.

En el ámbito más personal, son muchos los encuestados que reconocen haber cambiado sus hábitos para ayudar a salvaguardar la salud del planeta. La lucha contra el desperdicio alimentario es respaldada por más del 86% de los catalanes. Un 78% afirma reciclar "mucho" o "bastante" sus residuos domésticos. Y un 68,6% argumenta que compra productos locales y de temporada. Otras opciones con menos respaldo, aunque no por ello minoritarias, son el uso de transporte público o bicicleta para contaminar menos (apoyada por el 67% de la población), la reducción del consumo de energía, agua y gas (66%) o la adopción de dietas con menos presencia de carne y pescado (44%).