Entrevista

Joan Vila, ingeniero: “Hay que que forzar a los jóvenes a que sean frugales, no queda otra"

Joan Vila

Joan Vila / Meritxell Masó / DdG

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En un contexto de emergencia global, en el que los recursos han dejado de ser abundantes para mantener la economía y los niveles de producción y consumo habituales, el ingeniero y empresario Joan Vila publica ‘La fi de l’abundància’. En este libro, el autor habla de la situación límite en la que nos encontramos y propone las medidas que deberíamos adoptar para evitar el colapso. Firme defensor de las energías renovables, en su libro también ilustra las pautas que hay que seguir para lograr la transición energética, factor clave para dar el salto a un modelo económico sostenible y estable. Este es el último de una 'trilogía' de libros sobre economía que comienza con 'La crisi desde la trinxera',. El propio autor describe su último libro como "una continuación del anterior", refiriéndose a 'Economia en el canvi climàtic', donde habló del futuro de la economía si hiciéramos la transición.

-En el libro dice que la situación tiene que empeorar aún más para que la gente reaccione, ¿no le parece un pensamiento muy fatalista?

-Llevo muchos años luchando para fabricar productos sostenibles, llevo años luchando para poder implantar un parque fotovoltaico en mi empresa. Veo la reacción de los mercados, veo las dificultades que hay en la administración, sobre todo catalana, veo el rechazo de mucha gente. El otro día hice una reflexión en la que decía que quizás la sequía es lo que nos hará reaccionar y darnos cuenta de que hay que hacer la transición. Si no nos pegamos un batacazo, la gente no querrá cambiar nada. Además, ahora mismo no hay nada que empuje ni a los políticos ni a las empresas para que hagan las cosas diferentes. 

Quizás la sequía es lo que nos hará reaccionar

-Respecto a combatir la sequía, hay gente que se opone a destinar terrenos que actualmente son ineficientes, y con un coste de agua muy elevado, para convertirlos en espacios para la producción energética, ¿qué piensa usted al respecto?

-Que me digan ellos cuál es la solución. En Catalunya estamos vendiendo alfalfa seca a Arabia Saudí, que tiene un valor añadido muy bajo, para alimentar caballos. Se está vendiendo también a China carne de cerdo en canal, lo que significa que estamos usando un montón de agua para exportar un producto con un valor añadido muy bajo. La solución está en subir el precio del agua para que disminuya la producción. 

-En un capítulo habla de frugalidad, según menciona, tenemos que aprender a vivir con mucho menos, pero, ¿cómo convencería a la sociedad de que tiene que vivir por debajo de sus posibilidades?

-En mi generación ya era así, en los 70 éramos frugales y también éramos felices. La economía nos ha hecho creer que comprar nos da felicidad y eso es un error. Nosotros, por ejemplo, no cogíamos un avión para ir de vacaciones, nos íbamos a 30 o 40 kilómetros a la redonda. Además, creo que las nuevas tecnologías y las redes sociales incitan a la falsa ostentación, no puede ser que alguien viaje a Nueva Zelanda solo para una foto. La gente vive por encima de sus posibilidades por culpa de la tarjeta de crédito, yo propongo eliminarla y solo usar crédito para invertir. Ahora mismo nos cobran un 18% de interés, la gente no sabe lo que hace. 

Propongo eliminar la tarjeta de crédito

-En su generación eran frugales, ¿pero qué pasa con las generaciones actuales que ya nacen desde la comodidad?

-A los jóvenes no solo hay que convencerlos, sino que también hay que forzarlos a que sean frugales, no queda otra. 

-Mira la economía muy hacia futuro.

-Tengo que hacerlo, tengo que ser predictivo. Yo vengo del mundo de la producción y eso me hace distinto a los economistas académicos. Tengo una anécdota, fue en 2021, estaba sentado al lado de un economista de renombre, no diré quien. Le dije que en 2022 la inflación llegaría al 10%. Me preguntó por qué pensaba eso y le dije que estaba viendo cómo estaba subiendo el precio de la energía, que los productores no estaban aplicando bien los precios debido a que tenían contratos fijos del año anterior, pero que cuando lo hicieran, tendrían que subir los precios porque los costes habrían subido. Es un ejemplo de por qué un economista no ve la realidad del mercado porque no trabaja en él. Yo sí. 

Un economista no ve la realidad del mercado porque no trabaja en él

-La guerra entre Rusia y Ucrania habrá influido un poco en la inflación.

-Totalmente falso, la guerra acabó de acelerar la fluctuación de los precios, pero no fue la causa. El origen fue un exceso de dinero en el sistema mundial para salir de la crisis del covid. Durante la pandemia, los bancos centrales entraron en pánico y doblaron la cantidad de dinero, y seguramente fue lo que tenían que hacer para no saturar la economía, pero en 2021 se tenía que haber reducido esa liquidez y no se hizo hasta 2022.

-En el libro defiende que se tienen que mantener elevados los precios de la energía.

-De hecho lo que está pasando en este momento es que hay un impedimento en la implantación de energías renovables porque los precios son bajos. Esto ya se hace con la tasa de CO₂, pero solo afecta a seis sectores. Si el CO₂ estuviera en toda la economía, a medida que subiera el precio, conseguirías que en lugar de una caldera de gas para la calefacción, tendrías una bomba de calor que es mucho más barata y eficiente. Pero los economistas tienen miedo al cambio, son muy conservadores. 

Los economistas tienen miedo al cambio

-Hablando de la bomba de calor, la considera, según sus palabras, una “tecnología disruptiva” para la vivienda. ¿En qué puede ayudar para mejorar la situación?

-Para rehabilitar una vivienda lo primero que necesitas es aislarla para rehacer la temperatura interior. Lo segundo es instalar una bomba de calor, aerotérmica o geotérmica. Lo que hace es extraer la energía del aire o de debajo del suelo y la multiplica. Si lo resumimos, una bomba de calor puede darte rendimientos energéticos de un 300, 400, 500 o hasta 1000%, dependiendo de cómo se haga. 

-También propone tipologías de viviendas.

-Yo considero que hay que hacer viviendas destinadas para gente mayor, viviendas para gente joven, como por ejemplo las residencias y viviendas para familias. Piensa que un estudiante con 30 m² ya tiene suficiente, en cambio, una familia con tres hijos necesita como mínimo 90 m².

La economía está estancada por culpa de la vivienda

-Pero las residencias no siempre son asequibles para muchos estudiantes, ¿cómo resolvería eso?

-Mire cómo se hace en Francia, ahí las residencias son públicas. El problema es que aquí no hemos hecho los deberes respecto a la vivienda. No tenemos suficientes residencias de estudiantes, ni para gente mayor, ni se construyen viviendas asequibles. La economía está estancada por culpa de la vivienda y me parece vergonzoso. Todo gira en torno a la vivienda, la transición, la mejora de la economía, la productividad, todo. En España ningún político tiene la vivienda en su lista de prioridades y debería ser la primera.

-Para resumir la situación actual, ¿hacia dónde estamos yendo ahora mismo?

-Directos a la catástrofe. Ya no hablo de emergencia, hablo de que estamos en una situación catastrófica. Se tiene que cambiar la manera en que hacemos las cosas.

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