Cumbre del clima

Dubái entra en tiempo de descuento con el debate sobre los combustibles fósiles en el aire

Cumbre del clima 2023, en directo: última hora de la COP28 de Dubái

¿Por qué nadie está contento con el borrador de acuerdos de Dubái? Estos son los 5 puntos de discordia

El presidente de la cumbre del clima de Dubái, Sultan Al Jaber, al salir de un plenario junto a sus asesores.

El presidente de la cumbre del clima de Dubái, Sultan Al Jaber, al salir de un plenario junto a sus asesores. / Hannes P. Albert / DPA / Europa Press

Valentina Raffio

Valentina Raffio

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El debate más importante hasta la fecha en la lucha contra la crisis climática. La discusión que podría marcar la diferencia entre un futuro habitable y la catástrofe medioambiental. La conversación que debería zanjarse con un pacto global y unánime para esquivar el caos climático tendrá que llevarse a cabo a contrarreloj o quedarse, una vez más, en el aire. La cumbre del clima de Dubái (COP28) debía acabar este martes a mediodía con la firma del acuerdo más importante del último lustro en materia climática. Pero llegados a este horizonte, nadie está contento con el primer pacto propuesto por la presidencia de Emiratos Árabes, que rebaja el compromiso para acabar con los combustibles fósiles. Por el momento, no está claro cómo (ni cuándo) se conseguirá un texto que contente a todas las partes. La hoja de ruta para salvar el planeta vuelve a discutirse en tiempo de descuento y nadie se atreve a vislumbrar cómo acabará todo.

El primer borrador de los acuerdos presentado por Emiratos Árabes, publicado el lunes por la tarde, ha sido definido como "insuficiente", "decepcionante" e incluso como "una sentencia de muerte" para los países más vulnerables al caos climático. Son muchos los países que se han opuesto en bloque al texto y que, tras analizar su contenido, han pasado la noche preparando alegaciones. La presidencia de la cumbre de Dubái, por su parte, ha comparecido este martes por la mañana para afirmar que el objetivo de este texto era "iniciar un debate" y ver cuáles eran las "líneas rojas de cada país". En un primer momento, se dijo que se publicaría un nuevo borrador del pacto de Dubái a lo largo del martes. Todo apunta a que las negociaciones se alargarán una noche más y que, en el mejor de los casos, la nueva propuesta podría darse a conocer este miércoles por la mañana. 

La presidencia de Emiratos Árabes está preparando otro borrador de los acuerdos en respuesta a las críticas recibidas

En el centro del debate, una vez más, está el mensaje sobre los combustibles fósiles. A lo largo de esta cumbre, el presidente del encuentro, Sultan Al Jaber, ha hablado en repetidas ocasiones de su supuesto compromiso para eliminar progresivamente las fuentes de energía contaminantes que están desencadenando el caos climático. Incluso llegó a tacharlo de "inevitable" para conseguir el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo del umbral de los 1,5 grados. En la propuesta de acuerdos presentada por su presidencia, en cambio, esta promesa se diluye por completo. El texto tan solo reclama "reducir" ('phase down') la producción y consumo de la energía fósil de cara a 2050. No hay ninguna petición a "eliminar" ('phase out'). Ni un calendario claro para llevar a cabo esta transición. 

Malestar en Dubái

La publicación de un borrador de los acuerdos tan descafeinado ha despertado un gran malestar en Dubái. Sobre todo porque, debido a su aparición tan tardía, ahora tocará abordar estos debates tan espinosos y trascendentales a contrarreloj. Los negociadores llevan ya dos semanas trabajando a destajo en la ciudad emiratí. Aseguran que el cansancio acumulado es mucho. Y que la presión a la que están expuestos ahora aumenta por momentos. En los pasillos de la cumbre ya empiezan a marcarse cada vez más las ojeras y las caras de cansancio. Mientras, muchos representantes de los países del sur global afirman que no pueden permitirse alargar su viaje aún más y que, probablemente, deberán abandonar la cumbre en breve. 

La presidencia de Emiratos Árabes tan solo ha comparecido una vez para hacer un balance de lo sucedido y responder a la avalancha de críticas. En una escueta rueda de prensa celebrada este martes, el embajador emiratí Majid Al Suwaidi ha afirmado que "es normal que haya debate a estas alturas de la cumbre" y que, tras la publicación del borrador, ya han tomado nota sobre cómo las diferentes partes tienen "puntos de vista profundamente divididos" sobre los varios puntos del acuerdo como, por ejemplo, la mención a los combustibles fósiles. Al Suwaidi ha instado a los negociadores a "arremangarse" para seguir limando asperezas durante las próximas horas. También ha afirmado que "está en manos de las partes ver qué tan ambiciosos puede ser este acuerdo".

Duras críticas al texto

Son muchos los que se han mostrado más que descontentos con la retórica de Emiratos Árabes ante el final de este encuentro y con el acuerdo que, hasta ahora, se ha puesto encima de la mesa. Varias plataformas de ecologistas, activistas y científicos han comparecido este martes para denunciar la "locura" que supondría este pacto climático para el futuro del planeta. "Esta propuesta de acuerdo no refleja lo que dice la ciencia, no refleja las demandas del movimiento ecologista y ni siquiera refleja la postura de la mayoría de países presentes aquí", ha denunciado Romain Ioualalen, de la oenegé ecologista 'Oil Change International'. "Es una lista incoherente de promesas", añaden otros activistas contra los combustibles fósiles. 

"Todos estamos de acuerdo en que el texto es una mierda"

Unión de Científicos Conscientes

"Todos estamos de acuerdo en que el texto es una mierda", han afirmado, de forma clara y contundente, desde la Unión de Científicos Conscientes tras analizar pormenorizadamente el contenido del acuerdo. "El documento ignora totalmente la realidad científica", ha afirmado Pam Pearson, directora de la plataforma 'Cryosphere Climate Initiative'. Joeri Rogeri, investigador del Imperial College, también ha argumentado que este acuerdo supondría "la muerte" del objetivo de los 1,5 grados y, a su vez, abocaría al mundo a un futuro de extremos climáticos sin precedentes.