Cumbre del clima

Jarro de agua fría en Dubái: el primer borrador del acuerdo diluye el compromiso contra los combustibles fósiles

La cumbre del clima desde dentro: un desfile a 30 grados en la alfombra azul de Dubái

DIRECTO | Cumbre del clima de Dubái 2023: ¿qué está pasando en la COP28?

Cumbre del clima de Dubái COP2028

Cumbre del clima de Dubái COP2028 / DPA / EUROPA PRESS

Valentina Raffio

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La publicación del primer borrador de los acuerdos de la cumbre del clima (COP28) ha desencadenado una verdadera tormenta en Dubái. El texto, publicado este lunes a última hora de la tarde en el que teóricamente debería ser el penúltimo día del encuentro, recoge un compromiso para "reducir" la producción y el consumo de los combustibles fósiles pero elude la promesa de "eliminarlos" por completo.

La COP28 recoge el objetivo de "reducir" la producción y el consumo de esta fuente de energía pero elude la promesa de "eliminarla" por completo

El documento propuesto por la presidencia de Sultan Al Jaber plantea minimizar el uso del petróleo, el gas y el carbón de cara al 2050 siguiendo "el consenso científico" pero, aún así, deja esquiva la petición para erradicarlos. El mensaje ha caído como un jarro de agua fría en una cumbre que, hasta ahora, había prometido forjar un "acuerdo histórico" contra los grandes responsables de la crisis climática.

Europa considera que el texto es "claramente insuficiente" y, en algunos aspectos, "inaceptable", tal y como han denunciado la vicepresidenta española Teresa Ribera. El comisario europeo Wopke Hoekstra lo ha tachado de "decepcionante". Linda Kalcher, directora ejecutiva de la estrategia europea, ha hablado de "bofetón en la cara". La alianza de islas amenazadas por el aumento del nivel del mar (AOSIS) también ha rechazado en bloque el texto y ha afirmado que este acuerdo supondría "su sentencia de muerte". Por su parte, entidades ecologistas como Greenpeace tachan el borrador como un "absoluto desastre" y alertan de que, si no se aplican cambios sustanciales, el resultado de esta cumbre será un "auténtico fracaso".

Europa considera que el texto es "insuficiente" y, en ciertos puntos, incluso "inaceptable"

La aparición del primer borrador de los acuerdos de Dubái ha desatado el caos en los pasillos de la cumbre del clima. Sobre todo porque, hasta ahora, reinaba la promesa de un acuerdo "ambicioso y concreto" para erradicar los combustibles fósiles. La presidencia del encuentro ha convocado y desconvocado varias ruedas de prensa a lo largo de este lunes. Los países, por su parte, han salido uno a uno a protestar contra el documento. Los activistas se han ido congregando en diferentes puntos del recinto que en estos momentos acoge las negociaciones para mostrar su descontento. Incluso se han podido ver a varios ecologistas llorando desconsolados ante su "decepción" con el texto.

Lenguaje diluido

La inmesa mayoría de críticas sobre el borrador publicado este lunes tiene que ver con el lenguaje que se utiliza para hablar del futuro de los combustibles fósiles. Sobre todo porque hasta ahora, pese a las disputas entre los países, parecía que había una mayoría sustancial que apoyaba la erradicación definitiva de los combustibles fósiles (el ansiado 'phase out'). El texto propuesto por la presidencia, sin embargo, esquiva utilizar este concepto, minimiza el compromiso para eliminar la energía fósil y, en cambio, solo pide a los países que "aumenten esfuerzos" para "sustituir" las fuentes contaminantes por energías limpias y que eliminen "los subsidios ineficientes" y que "fomentan el despilfarro" de petróleo, carbón y gas.

El texto no menciona explícitamente ni el petróleo ni al gas y solo se limita a pedir una "reducción" del carbón

El único hidrocarburo que se menciona explícitamente en el texto es el carbón. En ese caso, el borrador de los acuerdos de Dubái plantea "reducir" (que no "eliminar") rápidamente el uso del carbón que no cuente con tecnologías de captura de carbono (una técnica que podría reducir su impacto aunque, según indican los expertos, sigue siendo demasiado cara y complicada para utilizar a gran escala). También se plantea "acelerar" el uso de tecnologías de bajas emisiones como, por ejemplo, las renovables, la nuclear y la producción de hidrógeno verde. Y tampoco en este caso se deja por escrito ningún mandato concreto.

El otro gran punto de discordia tiene que ver con el calendario de aplicación de estas promesas climáticas. Según ha explicado Ribera, "no está claro cómo los acuerdos podrían tener impacto en esta década tan crítica a la que nos enfrentamos". En el texto, por ejemplo, se menciona la necesidad de "alcanzar el pico de emisiones" para 2025, reducir los umbrales un 43% de para al 2030, un 60% para 2035 y llegar a cero para 2050. Pero, más allá de esto, no hay nada que dibuje una hoja de ruta clara para alcanzar estos objetivos climáticos. "Es una lista de deseos inconexa, no un acuerdo claro para limitar el calentamiento a 1,5 grados", afirma Andrea Siever, de al plataforma ecologista '350'.

Negociaciones a contrarreloj

En Dubái, nadie está contento con lo logrado hasta ahora. "Estamos viendo un menú descafeinado de compromisos", afirma Cat Abreu, de la plataforma 'Destination Zero'. "El texto es incoherente y peligroso", comenta Romain Ioulalen, del grupo 'Oil Change International'. "No tiene sentido que incluya un compromiso económico para ayudar a las víctimas de las crisis climática si paralelamente no se alcanza un pacto contra los combustibles fósiles que impida que esta crisis vaya a más", argumentan desde la Climate Action Network. "Si no atajamos de raíz a los responsables del caos climático no habrá dinero suficiente en el mundo para hacer frente a las pérdidas y daños de los desastres naturales", han añadido en respuesta al primer borrador.

Los ecologistas definen el tecto como "descafeinado", "incoherente" y "peligroso"

El presidente de la cumbre de Emiratos Árabes se ha mostrado esquivo ante las críticas. "Este es el texto sobre el que debemos ponernos de acuerdo", ha afirmado Sultan Al Jaber ante los casi 200 países reunidos este lunes en el plenario. Durante su intervención, ha pedido a las partes "cambiar de mentalidad" y "ser cooperativos" y "flexibles". También ha afirmado que "todavía queda mucho trabajo por hacer" para abordar las cuestiones más espinosas. Todo apunta a que las negociaciones se alargarán durante toda la noche

El borrador es el primero propuesto por la presidencia y, lejos de darlo todo por zanjado, todavía está sujeto a debate. De hecho, la presidencia de la cumbre ha convocado un plenario para seguir limando las asperezas y, con un poco de suerte, ver si se logra llegar a un consenso en los temas más espinosos. Según dicta el calendario oficial de esta cumbre, el acuerdo final se debería rubricar por unanimidad este martes a mediodía. Hace unos días, los organizadores de este evento se mostraron confiados con poder acabar a tiempo, conforme se acerca el final, todo apunta a que las negociaciones podrían alargarse (mucho) más allá del deadline oficial. Europa, de hecho, ha afirmado que pasarán "el tiempo que haga falta" negociando hasta conseguir un acuerdo realmente ambicioso.