Catalunya inicia un proyecto pionero para estudiar el impacto de la crisis climática en la salud

Catalunya acaba de poner en marcha un proyecto pionero para estudiar el impacto del cambio climático en la salud de la población. La iniciativa estará liderada, por un lado, por la Mútua de Terrassa y, por otro lado, por el Servei Metereològic de Catalunya. Ambas entidades trabajarán de forma conjunta para averiguar cómo los cambios de las condiciones meteorológicas pueden afectar a la salud de pacientes con diferentes patologías crónicas y, en general, en poblaciones más vulnerables ante los extremos climáticos.

El proyecto se dividirá en dos partes. En la primera se estudiarán de forma retrospectiva más de 15 años de datos de salud, por un lado, y de clima, por el otro. Esta información se analizará mediante técnicas de 'big data' y de inteligencia artificial para intentar averiguar si, por ejemplo, hay perfiles de pacientes más susceptibles ante los extremos climáticos y, a su vez, si hay ciertas circunstancias que pueden empeorar el estado de pacientes con enfermedades crónicas. Según apuntan estudios previos, tanto en los días de extremos de calor como en durante los picos de contaminación se observan un empeoramiento de las personas con problemas cardiovasculares y respiratorios.

El calor extremo del verano pasado causó 61.600 muertes en Europa, más de 11.000 en España

La segunda parte del estudio se realizará más sobre el terreno. En este caso se prevé hacer un seguimiento de grandes grupos de pacientes para estudiar cómo cambia su estado en función de las condiciones climáticas del momento. Según explican los impulsores de este proyecto, esta dinámica permitirá, por un lado, proporcionar recomendaciones anticipadas a los pacientes cuando se avecina algún extremo climático peligroso y, por otro lado, reforzar la atención sanitaria en los momentos del año en los que se espera la llegada de estos fenómenos y avisar a los profesionales de la salud para intensificar el seguimiento de las poblaciones más vulnerables ante determinados escenarios.

Colaboración científica

Según explican los impulsores de este proyecto, se trata de la primera iniciativa de estas características que se realiza en España y un plan pionero a nivel internacional. "Esta unión de conocimientos médicos y meteorológicos es lo que nos ayudará a mejorar la atención y el seguimiento de aquellas personas más susceptibles a las diferentes circunstancias climáticas y medioambientales", han explicado los portavoces de la Mútua de Terrassa y el Meteocat durante la firma del convenio de colaboración, que ha tenido lugar este miércoles.

"Esta unión de conocimientos ayudará a mejorar la atención de aquellas personas más susceptibles a las diferentes circunstancias climáticas"

La iniciativa también cuenta con la colaboración de otras universidades y centros de investigación de Catalunya. En la investigación participarán profesionales de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), el Centre de Recerca en Enginyeria Biomèdica (CREB) y la Universitat Rovira i Virgili (URiV). Asimismo, según se ha avanzado este miércoles, próximamente también se firmará una colaboración con la Universitat de Barcelona (UB) para fomentar la "investigación, innovación y formación" de diferentes tipos de profesionales en este ámbito.

La iniciativa presentada este miércoles en Terrasa se suma al batallón de proyectos que, desde hace unos años, intentan medir el impacto de este fenómeno. Hace tan solo una semana, por ejemplo, el Consejo de Ministros también aprobó la creación del Observatorio de Salud y Cambio Climático para "unificar todos las labores de análisis, diagnóstico, evaluación y seguimiento de los efectos de la emergencia climática sobre la salud". En este caso, uno de los principales objetivos de esta iniciativa será la creación de un sistema de alarmas más robusto para alertar del impacto de determinados extremos climáticos para la salud de la población.

Efectos del cambio climático

La preocupación sobre el impacto de la crisis climática en la salud no viene de nuevo. Hace ya años que la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta de que "la crisis climática supone la mayor amenaza para la salud a la que se enfrenta la humanidad". Esto se debe a que, según apuntan los estudios científicos más exhaustivos hasta la fecha, el cambio climático ya está actuando como un "disparador" de una gran variedad de problemas de salud y, en un futuro, podría aumentar todavía más su impacto.

El caso más claro es el del calor extremo. El aumento de los termómetros en verano, así como la llegada de cada vez más olas de calor, se relaciona con un empeoramiento del estado de pacientes con problemas cardiovasculares. En épocas de calor extremo también empeoran de las alergias y enfermedades respiratorias debido al aumento de las concentraciones de polen en el aire.

Los picos de calor empeoran las patologías cardiovasculares y respiratorias, las alergias y los problemas de salud mental

Los extremos climáticos también suelen relacionarse con un empeoramiento en la salud mental de la población. Durante los episodios de ola de calor extremo, por ejemplo, se observan más "alteraciones de la conducta" y "brotes psicóticos" en pacientes con trastornos ya diagnosticados, así como más cambios emocionales, cansancio e irritabilidad en la población general. En episodios climáticos extremos, como tormentas torrenciales y huracanes, todos los indicadores de salud mental también empeoran drásticamente y, en muchos casos, se traducen en un aumento de los ingresos hospitalarios, en general, y psiquiátricos, en particular.